sábado, 24 de noviembre de 2012

LA DIOSA, LA BESTIA Y EL BASTARDO 9

— ¡Quieto perro!— jugaba Andrea a la medida de su gusto con Manolo al provocarlo con sus besos y caricias.

El joven se rehusaba con su sagrado pretexto y creencia de que eran hermanos, solo que ahora, aquello no le funcionaría al estar en las redes de Andrea.

— ¡Por favor Andrea somos hermanos!;

— ¡Que no pendejo no jodas con eso! Además, recuerda que tengo algo que mostrarle a mami así que se bueno y tierno conmigo— le decía divertida, echada sobre el cuerpo de Manolo con los labios mordiéndole el pecho y cuello.

— ¡Bésame Manolo!— le susurró a modo de orden. Manolo sabía que era un juego peligroso y él se veía obligado a jugarlo.

— ¡NO, BASTA!— se rehusó Manolo una vez mas a los encantos de la chica apartándola de su lado. Andrea montó en cólera.

¡PLAFFFFFFFFFFF!; Abofeteó a su hermano sin que éste ofreciera resistencia.

— ¡Te lo advierto Manolo, conmigo no se juega y termina de entender de una puta vez que te tengo en mis manos, ahora mas que nunca tu tranquilidad depende de mí!;

— ¡No me obligues a ser en verdad despiadada contigo, no vuelvas a rechazarme Manolo o haré de tu vida un verdadero infierno!;

— ¿Y hasta cuando será esto?— preguntó el joven nervioso e incómodo para entristecerse con la respuesta de Andrea.

— ¡Hasta que a mí se me de la real gana, ahora, cállate y bésame!;

Dicho esto, Manolo se entregó al capricho de la joven por que bien sabía que eso era, un capricho; el peligro era lo que podría pasar en cuanto ese capricho se desvaneciera, entonces, seguro que la chica tendría algo mas en mente, excepto dejarlo en paz.

Andrea estaba haciendo con Manolo lo que se le antojara y en ese momento tan solo le apetecía estar con él; había pensado en pedirle, mas exacto, ordenarle que se la follara; previo proceso de excitación y placer en donde se haría servir de la lengua de éste pero consideró que no tenía prisa alguna y decidió jugar por mas tiempo con Manolo y hacerse servir por él en los terrenos sexuales mas adelante.

— ¡Ayyyyyyyyyy!— se quejó Manolo. Andrea le había mordido los labios haciéndoselos sangrar.

— ¡Ya no me apetece estar contigo!— le comentó indignada— ¡Échate al suelo y bésame los pies! Es para lo único que sirves.

Manolo la observó ofendido pero como siempre, terminó por intimidarse ante la penetrante mirada de la muchacha.

— ¡Tienes suerte Manolo de ser el único en esta casa por el cual guardo algo de afecto, quizás migajas pero te aseguro que en mí, existe cierto cariño para ti!— le explicaba mientras Manolo respiraba aliviado y continuaba besando con devoción los pies de aquella hermosa joven.

— De no ser así— proseguía Andrea— No me tentaría el corazón para hacerte pedazos. La idea principal de adaptar cámaras en el baño no fue por ti sino por mamá o la Bestia; quería descubrirles algo que me permitiera dominarlas a placer pero resultaron ser unas aburridas y monótonas, en cambio tú wow, ¡Me sorprendiste Manolo!;

— ¡Por qué nunca me dijiste que te fascinaba el olor de mis pies, zapatos y bragas! Mira que lo sospechaba; ¡Coño con gusto te hubiese complacido jajajajajajajaja!— se burlaba Andrea ante la roja cara de Manolo que escuchaba con suma atención cada palabra de la muchacha.

— En fin Manolo, todo esto es parte de un proceso en tu vida así que abusado por que no voy a tolerarte torpezas ni errores; no tengas en cuenta lo de las pruebas del baño pues como te dije antes, eso sale sobrando, ambos nos sentimos cómodos en nuestros roles;

— ¡Admítelo! A ti te encanta que te domine y a mí mas me fascina hacerlo; solo necesitábamos un pretexto para llevarlo a otro nivel y justamente tus cochinadas del baño me vinieron como anillo al dedo— concluyó Andrea pateando suavemente a Manolo en el rostro con la fina planta de su pie indicándole que se arrodillara.

El joven sin obtener tregua por parte de aquella chica que lo tenía realmente absorbido se sorprendió ante los movimientos de Andrea pero ya nada pudo hacer.

Andrea con una práctica impresionante masturbó a Manolo con los pies y lo hizo correrse en menos de un minuto.

— ¡Limpia!— le exigió Andrea refiriéndose en primer plano a sus pies y segundo al piso en donde habían quedado algunas gotas de semen.

Automáticamente Manolo se aplicó a la labor sintiéndose hasta familiarizado con el sabor de su semen; no por ello cambiaría el que se sintiera ofendido.

— ¡Buen chico!— se burló Andrea de él— Recuerda Manolo, no vuelvas a rechazarme o te juro que te va a pesar; ya lo pasado pasado ahora es el presente lo que debe importarte así que al diablo con tu moral y demás tonterías que te atormentan;

— Te voy a confesar algo que el otro día estabas tan interesado en saber— hizo una pausa y muy sonriente añadió— ¡Aun soy virgen pero no por mucho tiempo!— otra pausa, otra enorme sonrisa para concluir— ¡Quiero perder mi virginidad contigo!;

Manolo sintió un escalofrío recorrer todo su ser.

— ¡Ahora largo Manolo, quiero estar sola, la Bestia debe estar por entrar al baño jajajajajaja quiero espiarla aunque bueno, siempre me produce náuseas verla desnuda pero en fin, también me divierte!; Manolo se marchó confundido. Antes de salir Andrea le comentó:

— ¡También olvídate de esas muecas cada vez que te llame Bastardo o haré que me beses los pies y me agradezcas que te llame Bastardo frente a mamá y la Bestia!;

Manolo estaba cada vez mas perdido, lo que mas le preocupaba era el tema de las relaciones sexuales con Andrea; rogaba al cielo por que la chica desistiera en ello. Andrea siempre lo había provocado como juego, como diversión, como capricho; el caso era que lo provocaba y Manolo la rechazaba fiel a sus principios pero ahora era distinto, otro cantar.

Ahora ya no tenía validez el objetar que eran hermanos, en primera por que ciertamente no lo eran y en segunda por que Andrea había llevado la relación con Manolo a otro nivel; antes a Manolo le bastaba con gritarle a Andrea que eran hermanos y apartarla de su lado para evitar toda tentación y no le importaba las rabietas de ésta ni sus gritos histéricos al sentirse rechazada ni que se desgañitara en hacerle ver que no eran hermanos y rematar llamándolo Bastardo.

Ahora todo ese teatro ya no era necesario. Andrea simplemente llevaba la voz cantante en todos los aspectos de la relación que mantenía con Manolo, una relación extraña, confusa, contradictoria que dependía del bendito humor de la muchacha.

Justamente así era, Manolo y su tranquilidad estaban sujetos al humor de Andrea que decidía ser cordial y un tanto considerada con el joven o fastidiarlo, humillarlo y hacerlo sentir miserable cada día de su vida.

Las fatales consecuencias del accidente de la familia de Nersy tan solo habían realizado un alto ofreciendo una tregua a la muchacha, permitiéndole gentilmente que asimilara la dura situación que envolvía su actual vida. Un nuevo banderazo de salida indicó a esas fatales consecuencias de que era el momento de presentarse nuevamente como tormento en la vida de la muchacha.

Sin sus padres, Nersy imploraba al cielo que su hermano se salvara y así fue; salvó la vida, el joven Francisco se aferró a la vida pero ello implicó condenarse a vivirla en adelante en una silla de ruedas, quedó paralítico.

Nersy se sentía morir; su hermano sería su soporte, la fortaleza que tanto necesitaba para salir adelante y superar la muerte de sus padres; con su hermano paralítico saltaba a la vista que tendría que ser todo lo contrario.

Un panorama nada alentador para la muchacha de 16 años que si de algo carecía hasta en ese momento era de conocimientos y experiencias para enfrentarse a la vida pero no había tiempo para detenerse a pensar ni a reclamar el por qué de las cosas, era así, su vida le presentaba esa dura etapa y no le ofrecía mas opciones que enfrentarla o morir en el intento.

Nersy así lo comprendió. No había tiempo para llorar ni imaginar que se tratara de tan solo una cruel pesadilla, eso sería soñar despierta, nada cambiaría y sería tiempo valioso perdido. Nersy no dudó mas en lo que debía hacer, cómo debía actuar; recordó una frase que en uno de esos días ociosos leyó en algún libro y que ahora le venía tan bien a su duro porvenir; “El mundo es un campo de batalla donde rendirse representa un pecado mortal”.

— Mi hermano me necesita— pensaba a la vez miedosa, a la vez valiente— Es todo lo que me queda de mi familia y si él estuviera en condiciones seguro que daba la vida por mí; es hora de pagarle— concluyó sus profundos pensamientos Nersy secándose las lágrimas y decidida a buscar hasta encontrar un empleo que le permitiera a duras penas mantener y cuidar de su hermano paralítico.

La causa por extraña u oscura por la que haya ocurrido el accidente quedaba atrás, ahora la consecuencia inmediata de aquel accidente era cubrir los gastos de la casa, mas que eso, el tratamiento y el cuidado de Francisco guardando la esperanza de que algún buen día volviera a caminar pero para eso se necesitaba dinero, dinero y mas dinero.

Otro aspecto que atemorizaba a Nersy eran las numerosas deudas que de pronto aparecieron de sus padres y que aquellos lobos quienes le reclamaban que liquidaran a la voz de ya no le ofrecían tregua, mucho menos se compadecían de su hermano paralítico y la todavía aun mayor indefensa muchachita.

Francisco no estaba en condiciones de lidiar con ello y Nersy no sabía ni de qué demonios le hablaban, tan solo rondaba en su cabecita que si no pagaba, le embargaban la casa y las pocas o muchas pertenencias que conservaban.

Aquello era un verdadero caos y cosas de familia; Nersy entendió que sus propios familiares eran los primeros que no se la pensarían para adueñarse de su casa en vez de apoyarla en su dura situación.

No había de otra que trabajar duro, muy duro para salir adelante; atrás quedaría su vida de princesa y de niña mimada, ahora era parte del mundo real.

Nersy centró su atención en Andrea; su mejor y única amiga, con ella a su lado lograría solucionar gran parte de sus problemas, con ella a su lado se sentía resguardada, con Andrea superaría toda adversidad y recorrería todo camino por duro que este sea. Desafortunadamente para Nersy, Andrea no pensaba ni en sueños ser parte de su nueva vida.

El duro episodio por el cual atravesaba Nersy le valió para conocer realmente a Andrea quien demostró a todos que tan egoísta, cruel y despiadada podía llegar a ser incluso con Nersy a quien en su momento llegó a considerar como una persona muy querida.

Andrea, una vez más sorprendió y entristeció a todos quienes la rodeaban pero en especial destrozó a Nersy al no solo negarle su apoyo, sino dar por terminada toda relación con ella y burlarse de su actual situación.

A Andrea no le importaba el por qué de las cosas, las causas y consecuencias del accidente de la familia de Nersy por ella podían irse al demonio, no era su problema y tan solo se interesó en la parte en que Nersy le comunicó que trabajaría, esa fue suficiente razón para que Andrea rompiera todo lazo de amistad con ella.

Acostumbrada a una vida fácil donde sin ser millonaria ni perteneciente a una familia poderosa tan solo se tronaba los dedos y el buen Manolo se deshacía por complacerle el capricho en turno, Andrea se acostumbró a esa vida y en principio le temió al trabajo para terminar despreciándolo no mas que a los que trabajaban y tan solo obtenían lo necesario para subsistir con sus familias.

Cabe destacar que gran parte de esas ideas y teorías que gobernaban la mente de Andrea se las debía a Rubí Torres Panty y a Divanny, la prima de ésta; a ellas podía agradecerles todo ese mundo de ensueño al cual ella no pertenecía pero se sentía con derecho a reclamar al formar parte del selecto club de amistades de aquellas frívolas señoritas que correspondían a su amistad con regalos y atenciones que cautivaban a Andrea, se sentía aceptada y hasta respetada por aquellas muchachas mimadas a quienes sus poderosas familias no hacían otra cosa que cumplirles sus deseos.

Andrea despreciaba el trabajo; que eso quede claro y aun con todo y la desgracia de la familia de Nersy, no fue suficiente motivo para que la soberbia señorita cambiara de opinión.

Andrea encontraba humillante trabajar; para ella, previo consejo y enseñanza de Rubí, trabajar era sinónimo de servir, peor aun, de servir a otras personas; de esta manera ella pensaba que los poderosos eran quienes ofrecían el trabajo y con ello sus normas y condiciones y los de abajo, los que estaban destinados a obedecer eran los que acataban dichas normas y condiciones, por lo tanto Andrea se había jurado que ella nunca acataría las órdenes de nadie.

La única manera en que se veía laborando era siendo la propietaria de un jugoso negocio siendo ella y solo ella la que ordene y regodeándose en como todos inclinan la cabeza respetuosa y sumisamente ante ella.

Con todo lo anterior Andrea despreció a Nersy puesto que era obvio que la chica estaría del lado en donde tocaba obedecer y obtener unas monedas que a duras penas le permitieran subsistir. La parte en que no era por gusto sino por la responsabilidad de cuidar a su hermano a Andrea no le interesó, por obligación o gusto daba lo mismo; Nersy debía ya iniciar otra vida.

— Lo siento en el alma Nersy pero ya no podremos vernos, lo mas seguro es que termines trabajando de sirvienta en una familia rica. ¡Dios que vergüenza! Me dejarías en ridículo frente a mis otras amigas si se enteran de que tengo una amiga sirvienta— le comentaba Andrea sin rodeos ni consideración alguna.

— ¡Solo espero no encontrarte en casa de alguna de mis conocidas por que si te atreves a decir que me conoces no dudaré en convencer a la familia que te eche a la calle!;

— ¡NO PUEDES HABLAR EN SERIO, TIENE QUE SER UNA BROMA, POR FAVOR YA DIME QUE ES UNA BROMA!— le decía Nersy con lágrimas en los ojos, incrédula ante la mas que dura postura adoptada por Andrea.

— ¡No Nersy! No es ninguna broma y al mal tiempo darle prisa así que chao; ¡LARGO DE MI CASA! Es mejor que vayas a vigilar al inútil de tu hermano.

— ¡Creí que éramos amigas!— exclamó Nersy muerta en llanto y con un evidente resentimiento que ya no podía ocultar.

— ¡Éramos! El destino por bien o mal se ha encargado de separarnos, tengo planes bonita y sinceramente— hizo una pausa para mirarla con lástima y añadir— En adelante tan solo me estorbarías en dichos planes;

— ¡Búscate otro paño para tus lágrimas! ¡Ándale!, Ve a preparar tu vestido de sirvienta y a mentalizarte que te espera vivir a los pies de tus nuevos amos, bien lo dice Rubí; los sirvientes viven a los pies de las personas que les matan el hambre, ya por ello los deben considerar como sus amos, los dueños de sus vidas.

— ¡NO TRABAJARÉ COMO SIRVIENTA MALDITA SEA!— gritó rabiosa Nersy, dolida en extremo ante la maldita indiferencia de la que por mucho tiempo consideró su mejor amiga.

— ¡Ja da lo mismo! ¡Qué de extraordinario tiene trabajar en un local donde no eres la dueña tan solo una miserable y puta empleadita!;

— ¡Ojalá Andrea que nunca pases por esto! No te lo deseo a pesar de lo cruel que estás siendo conmigo— le dijo Nersy acercándosele y mirándola llorosa como esperando aun algo de arrepentimiento y consideración por parte de aquella chica.

— ¡Ay cómo fastidias, ya lárgate y me saludas al inútil de tu hermano! Por cierto; ¿Ya le conseguiste silla de ruedas? O continúa arrastrándose como un gusanito jajajajajajaja; consejo gratis: puede ir por la calle arrastrándose y juntar algo de monedas que le arrojen no por lástima sino por la risa que seguro ocasiona con su patético espectáculo.

Nersy tan solo permitió a Andrea terminar aquella dolorosa frase y al instante le estampó una durísima bofetada dejándole en la blanca mejilla sus cinco dedos marcados.

— ¡ESTÚPIDA!— gritó Andrea enfurecida, tallándose la mejilla y sin dudarlo enfrentó a la muchacha con la firme intención de devolverle el golpe.

— ¡AYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY MALNACIDA SÚELTAME SÚELTAME ME HACES DAÑO ME LASTIMAS!— se quejaba Andrea. Nersy la había controlado con una facilidad asombrosa; le sujetó la mano con la que Andrea pretendió abofetearla, se la dobló por detrás de la espalda con lo cual la hizo gritar de dolor y se la pasó jalándola del cabello hasta aventarla bruscamente al piso.

Andrea estaba sola en su casa a lo que nadie intervendría en su auxilio aunque a decir verdad, el único que lo hubiese hecho era su fiel Manolo.

— ¡Consejo gratis!— tocó el turno a Nersy para burlarse y así lo hizo al hablarle con una enorme sonrisa— ¡Deja de soñar con esa vida de mimada de la cual nunca has sido parte!;

Nersy hizo una pausa para no carcajearse ante los esfuerzos de Andrea para no romper a llorar; se tallaba todavía la mejilla y se resentía de los tirones de cabello mientras observaba sentadita en el piso sus sandalias blancas que habían volado.

Ante todo; Nersy la quería, la apreciaba y decidió ante todo, otorgarle una oportunidad a la chica que les permitiera congraciarse.

— ¡Venga burra, levántate ya, aquí no ha pasado nada!— le comentó Nersy ofreciéndole la mano.

— ¡PÚDRETE PERRA!— fue la respuesta de Andrea que si algo no soportaba, era sentirse vulnerable ante alguien.

— ¡Que pena me das Andrea! En verdad que eres de lo peor. Consejo gratis— le dijo esta vez sin ánimo de burlarse, por lo contrario, de hacerla entrar en razón— ¡Madura! Ya no somos unas niñas ni nos tocó vivir en un cuento de princesas, quisimos ser parte del cuento pero el destino decidió expulsarme;

— En verdad deseo que no te suceda lo mismo pero piénsalo, es mejor cambiar por ti misma y no cuando la vida te obliga a hacerlo— dicho esto Nersy decidió marcharse pero un reflejo le indicó voltear.

Andrea se había levantado dispuesta a golpearla. Nersy tan solo se limitó a sujetarle los brazos y a empujarla para que de nueva cuenta, el piso sea el receptor de las blancas nalgas de Andrea que al verse impotente comenzó a llorar.

— ¡TE VAS ARREPENTIR LO JURO! ¡ÉSTA HUMILLACIÓN NO TE LA PERDONARÉ JAMÁS!— la amenazó Andrea ocultando su hermoso rostro entre sus manos.

— ¡Bájale Andrea!— se dio el gusto Nersy de separarle las manos y verla llorar— ¡Coño, Andrea Mendoza nunca llora ni ante la desgracia de su mejor amiga! ¡Vamos coño, unos golpecitos no van hacer llorar a Andrea Mendoza!;

— ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!— gritó histérica Andrea poniéndose en pie y dispuesta a darlo todo para responderle los golpes a Nersy pero no pudo siquiera hacerle un solo rasguño.

Lo que Nersy le hizo le dolió profundamente a Andrea en su orgullo. Nersy la sometió sujetándole con firmeza los brazos y la hizo arrodillar. Era la segunda vez que Andrea Mendoza se arrodillaba; antes por orden de su madre, ahora por verse incapaz de controlar físicamente a Nersy.

— ¡Me lastimas!— murmuró muerta en llanto arrodillada ante la jovencita.

— ¿Duele?;

— ¡Siiiiiiii!— respondió llorando Andrea.

— ¡Suerte Andrea! No te guardo rencor, con amigas como tú para qué me busco enemigas— finalizó Nersy soltándola y apreciándola caer muerta en llanto ante sus pies.

— ¡TE VAS ARREPENTIR! ¡NADIE SE BURLA DE ANDREA MENDOZA!— gritó Andrea revocándose en el piso.

Nersy tan solo sonrió y se hizo la fuerte para demostrarle a aquella odiosa muchacha que la ruptura entre ellas no le afectaba.

— ¡MADURA COÑO Y SERÁS FELÍZ!;

Tras esto al salir, Nersy rompió a llorar desconsoladamente y partió rumbo a su casa sin saber que no solo había perdido una amistad sino que se había ganado una poderosa enemiga y que la guerra con ésta apenas iniciaba pero ella no tenía tiempo para dedicarle, antes estaba su hermano, sus problemas económicos y su primer empleo.

Continuará………………………………………………………………..

2 comentarios:

  1. ya mero el proximo?

    visito a diario la pagina, y lo espero con ansias. saludos

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    1. Muchas gracias en verdad por el interés mostrado, por comentar y seguir la serie, no afirmo una fecha pero si la seguiridad de continuar y finalizar ésta serie.

      Estoy haciendo todo lo posible para lograr transcribir los siguientes capítulos e irlos publicando, en verdad que por diversas causas no lo he realizado pero lo dicho, estoy en ello.

      Un abrazo y sincero saludo.

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