sábado, 4 de diciembre de 2010

CAMBIANDO EL DESTINO 15

ENCUENTRO Y MUERTE.

Unos días después, Julio logró encontrarse con la fortuna de que Rubí contaba con un excelente humor y le puso fin al suplicio extra de andar con el maldito cinturón de castidad, dándole su autorización para dejar de usarlo y quitándoselo ella misma ante las risitas burlonas de Sari, Peque y su propia hermana Rebeca que se encontraban presentes, reunidas en la sala pues ese día, por fin Sarahi se dignó a aclararle un poco la mente a Norma y a su madre que continuaba prisionera junto con Dolores.

Sarahi sonreía cruelmente y a su señal, Vetzaida que al igual se encontraba apoyando se fue con otra empleada personal en busca de las prisioneras.

Norma, la pobre Norma no comprendía ni veía nada; pronto comprendería un poco mas y vería tan pronto Sari se lo permitiera pues la tenía extendida en el piso bocarriba y Sarahi cómodamente descansaba las plantas de los pies sobre la cara de su esclava que sí, cada día lucía aún mas miserable a causa de que Sari la seguía manteniendo mas bien con solo agua que con panes.

Ese día, para mayor desgracia de Norma, daría un salto ejemplar, excesivo, descabellado; en su menú alimenticio. Sarahi pasaría de la A a la Z en la manera de alimentarla; quizás no siempre, no diario o quien sabe; solo Sarahi y su cada vez mas retorcida mente lo sabían, lo cierto era que cada vez tenía ideas mas depravadas y caprichosas.

Sarahi se sonrió aun mas al ver el aspecto que lucían Rosa y Dolores; desnudas, demacradas, las traían a punta de latigazos por Vetzaida y Flor, que era el nombre de la otra empleada; obligándolas a desplazarse a cuatro patas, esposadas de pies y manos, con los ojos vendados, no hablaban, tal era el miedo que sentían que estaban obedeciendo al pie de la letra todas las indicaciones, tan solo gemían y gateaban presurosas con tal de no llevarse mas latigazos.

Vetzaida las hizo detener justo frente a los pies de Sarahi; la bella Sarahi alzó ligeramente los pies y graciosamente les acercó los dedos de un pie a Dolores y del otro a Rosa y morbosamente los dejó junto a sus narices; ambas mujeres al instante se sintieron ofendidas al percatarse de que tenían frente a sus narices un pie y al sentirse desairadas ante el olor que destilaba aquel pie, intentaron apartar los rostros pero un impresionante grito por parte de Vetzaida las hizo cambiar de opinión.

¡QUIETAS!— gritó Vetzaida al momento que le propinaba un certero latigazo, uno mas, en la desnuda piel de Rosa mientras que Flor hacía lo propio con Dolores quien tenía mas carne que ofrecer al látigo.

Con ambas mujeres quietas, muertas de miedo; Sarahi se dedicó a emplear el tiempo que quiso a jugar humillantemente con ellas introduciéndoles los dedos de sus pies, haciendo que éstas se los chuparan mientras se divertía de lo lindo observando las claras muecas de desagrado y asco que se reflejaban en sus rostros y fue justo en ese preciso momento en el que Rosa y Dolores chupaban sin saber los dedos de los pies de Sarahi en cuanto ésta sonriendo le hizo la señal a Vetzaida de que les quitara la venda de los ojos y Vetzaida así lo hizo.

Y ¡oh sorpresa amarga de la vida!; la cara, la expresión que se dibujó en los rostros de Rosa y Dolores es algo indescriptible, en especial humillante para Rosa que sintió una puñalada en el corazón al recobrar la visión poco a poco y percatarse al principio de una imagen borrosa producto de haber tenido la venda en los ojos para que al final pudiera observar perfectamente la figura y la cara sonriente de Sarahi mientras ella aun tenía dentro de su boca los dedos de los pies de la muchacha.

Rosa y Dolores de nueva cuenta se hicieron para atrás totalmente horrorizadas.

¡Tuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!— gritó Rosa— ¡noooooooooooooooooo, tú, nooooooooooooo!;

¡Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!— se oyó un grito aun mayor y angustioso; mientras que Rosa no despegaba la vista de Sarahi; Dolores había mirado tantito a su alrededor y observó, reconoció claramente el cuerpo de Norma que hasta ese momento había permanecido en silencio, inmóvil, pero que ante todo lo sucedido se movió y claro, pudo observar a su madre y a su fiel sirvienta.

¡Maaaaaaaaamaaaaaaaaaaaá!;

¡Hiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiija!;

Dos gritos en verdad conmovedores, tristes, angustiosos que se vieron cortados al instante pues Sarahi sujetó por la cadena a Norma que deseó con toda su fuerza y alma fundirse en un abrazo con su madre.

¡Mi mamá Sari, es mi mamá ama Sarahi!— gritó Norma llorando desesperadamente.

¿Ama Sarahi?— pensaron en silencio Rosa y Dolores pero no pudieron profundizar mas al sentir que el látigo de nueva cuenta castigaba sus carnes.

¡Besen los pies de su ama, bésenlos!— les apuraba Vetzaida a Rosa y a Dolores que no entendían absolutamente nada de lo que iba todo esto.

¡Uy mejor obedezcan!— bromeó Sarahi descaradamente.

Por un momento todo fue silencio. Rosa quiso gritar, insultar y maldecir a Sarahi pero algo en su mente le impidió hacerlo y mas al ver que su hija ponía el ejemplo.

Norma, su orgullosa y altiva Norma se echó en ese momento ante la presencia de su madre, como un cachorro detrás de los pies de Sarahi y ahí se ahogó en llanto, presa de la impotencia de no poder siquiera besar a su madre y de la incertidumbre que la invadía al no saber qué sería de su madre y que seguramente no le esperaba nada bueno.

Un par de latigazos más convencieron a Rosa y a Dolores de humillarse ante Sarahi. Con asco y repulsión se humillaron besándole los pies. Rosa, acto después levantó ligeramente el rostro y preguntó— ¿Qué harás con nosotras?; al instante probó parte de lo que le esperaba.

¡Puta, continúa humillándote a mis pies!— le gritó Sarahi con absoluto desprecio y una determinación tremenda que dejó a Rosa sin habla, sin reacción; tanto que a duras penas se recuperó de la patada que Sarahi le propinó en la cara, patada con la cual acompañó sus amables palabras y optó por volver a pegar sus labios y cara sobre los bellos pies de Sarahi. Entonces Sari les ofreció una pequeñísima explicación mientras las mantuvo todo ese tiempo postradas en el piso besándoles las plantas de sus pies.

¡Escúchenme bien perras!— les hablaba excitada y con desprecio— prohibido hablar si no se los permito, prohibido mirarme a la cara si no se los permito; ahora, ¿Qué están haciendo aquí?, ¿Por qué me llaman ama? Y ¿Por qué Norma está como una perra echada a mis pies?;

¡Bien, fácil, soy otra, eso es claro!— continuaba Sarahi— y como que soy otra al igual que ahora son ustedes quienes están a mi merced, han sido secuestradas y de verdad, les juro que de verdad están jodidas; las personas que se encuentran a mi lado son justamente mis nuevas aliadas y quienes me ayudaron a cambiar y mirar el otro lado de la moneda.

¡Pero vamos!, no las pienso aburrir con lo bien que me va y todo ello, el punto aquí es que como podrán ver en Norma y ya habrán comprobado por ustedes mismas, es que me pienso cobrar todas las que me hicieron y como que no me gusta andarme con rodeos, espero que les quede mas que claro que lo que pretendo hacer y que ya estoy haciendo— hizo una pausa, sonrió y continuó— ¡es esclavizar a Norma!, ese será el precio a pagar por haberme jodido tanto, su libertad será el precio a pagar.

¡Ahora es mi esclava, sí, mí esclava!— les reafirmó Sarahi excitada clavando la mirada primero en Norma que seguía acurrucada en el piso y luego en Rosa que a esas alturas lloraba y continuaba besando los pies de Sarahi mientras escuchaba las crueles palabras de la muchacha y era animada a continuar besándole los pies de vez en cuando por Vetzaida con un latigazo. Dolores no importaba, era la más miserable de todas.

¡Y lo será!— continuó Sarahi— por el resto de su vida, por el tiempo que a mí me plazca dejarla vivir; ¡por que Yo soy la dueña de su vida!; Yo le estoy enseñando como se hacen las cosas, ¡Yo le voy a enseñar lo que es hacer daño física y moralmente y provocar dolor y sufrimiento en extremo y no las niñerías y demás burradas que hizo conmigo!;

¡Bien, en cuanto a ti, Rosa!— le dijo apartando su pie de la boca de ésta y aplastándole la cabeza— el odio que me tienes está mas que correspondido por mi parte y la verdad, mmmm, no voy a negar que me produce cierto morbo el tenerte igual como mi perra, como una mas de mis perras; pero he pensado algo mejor para ti, por qué créeme que será lo mejor para ti y eso será, ¡tu muerte!;

¡VOY A MATARTE!— le dijo con una expresión sádica en su rostro.

Rosa intentó moverse pero Sarahi le aplastó aun más con firmeza la cabeza y Norma al igual intentó ablandar a su ama, pero en ese momento, Peque la custodiaba para que no importunara a Sarahi que continuó haciendo mención de su macabro plan.

Ahora, se que te preguntarás al igual que todas, ¿Por qué matarte?, en cuanto puedo disfrutar con tu desgracia manteniéndote viva; ¡muy fácil!;

Sarahi sonrió haciendo una ligera pausa y enseguida habló despiadadamente.

¡Por qué con tú muerte provocaré el mayor sufrimiento al que pueda someter a tu hija jajajajajajajajajajajaja!— se rió sin un solo indicio de piedad, manteniendo a esas alturas a todos los presentes con la boca abierta, incluida Rubí.

¡Sí, Rosa, por ello créeme que acepto gustosa privarme de ti y de tenerte como mi perra!; valdrá la pena, ¿no crees?, ver desgarrarse a la perrita de tu hija mientras tú abandonas éste puto mundo y la dejas a su suerte, bajo mi poder; pero antes, antes de eso, te voy a dar una muestra, tan solo una muestra de lo que le espera a tu hija a mi lado, algo que ya no podrás ver pero sí presenciar ahorita mismo lo que soy capaz de hacer con tu hija, te voy a mostrar lo que ahora vale tu hija ante mí, ante la alguna vez miserable Sarahi que era como solían llamarme.

Enseguida hizo una seña a Julio y el muchacho salió presuroso retirándose de la sala por unos momentos, momentos en que todos permanecieron en la expectativa de lo que iba a suceder; Sarahi los aprovechó para comunicarle a Dolores su destino que no era otro que el mismo que su patrona, ¡la muerte!;

¡Ahhhhhggggghhhhh!— expresaron con disgusto y tapándose las narices Rubí y compañía al regresar de nuevo Julio y hacerlo con dos platones de esos para perros.

Sarahi amablemente con una sonrisa indicó a Rosa y a Dolores que podían mirarla a la cara y observar todo, absolutamente todo lo que iba a acontecer. Sarahi indicó a Julio depositar los platones en el piso y éste así lo hizo; todas pudieron observar el porqué de ese olor nauseabundo y desagradable.

Un platón contenía las heces de Sarahi y el otro sus orines de aquella mañana. Sarahi en especial los dos últimos días anteriores a ese había mantenido a Norma padeciendo hambre, precisamente para humillarla frente a su madre y Dolores de una forma tan aberrante y monstruosa como solo su mente retorcida podía idear, ¡obligándola a comer sus heces sí quería saciar su hambre acompañándolas con sus orines!; ¡que vil, que horroroso! Y así al mismo tiempo le mostraría el dolor que provocaba el látigo que hasta el momento no había usado con Norma pero que ahora lo haría al saber de antemano que por muy temerosa y sumisa que Norma andara no iba a acceder a la primera así como sí nada a comerse las heces y tragarse los apestosos y concentrados orines de Sarahi.

¿A qué esperas perra?— le gritó Sarahi a Norma— ¡vamos, sobran las palabras!, además— le habló con una cínica sonrisa— ¡te estás muriendo de hambre y sed así que ándale, ahora sí que tienes con que saciarte!;

¡NO ESO NO ESO NOOOOOOOOOOOOO!— gritó Rosa con toda la furia que sentía por dentro.

Dolores simplemente no podía hablar, tan solo se perdía con su llanto al igual que Norma que miraba con una auténtica expresión de perra asustada a su ama, buscaba su compasión; ¡pobre Norma!, en verdad que inspiraba pena.

¡Anímala Flor!— ordenó Sarahi al ver que la muchacha permanecía inmóvil.

¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!— se quejó Norma al sentir lo que significaba recibir un latigazo en la piel desnuda.

¡Los pechos, azótala en los pechos para que ceda pronto!— ordenó Sarahi con esa sonrisa malévola en su rostro.

¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!— gritó ésta vez Rosa— ¡maldita maldita aquí estoy yo, azótame a mí pero a mi princesa déjala en paz!;

¡Jajajajajajajajajajajajaja!, ¿tú princesa?; bueno, a ver sí sigue siendo una princesa después de esto— se burló descaradamente Sarahi.

¡Será la princesa comemierda, jajajajajajajajajajajaja!— intervino de pronto Rubí provocando las risas de todas.

¡Sí, buena puntada!— comentó Sarahi— y sí Rosa, ¿Por qué no?, acompañarás a tu hija en su sufrimiento sí tanto lo deseas.

¡Vetzaida, la misma dosis!— dicho esto, por unos instantes Vetzaida azotó a Rosa en los pechos al igual que Flor lo hizo con Norma que tan solo resistió unos cuantos latigazos.

Enseguida Norma se echó a los pies de su ama Sarahi y le suplicó que detuviera el castigo, que estaba dispuesta a someterse a tal acto miserable pero que ya dejaran de golpearla. Sarahi sonrió cruelmente y mas sonreiría en cuanto Norma culminara tal acto.

Detuvieron el castigo y a pesar de que Rosa continuaba gritando no tanto por los latigazos sino por evitar que su hija accediera; Norma ya estaba frente a los platones y a su nariz podía claramente llegar el nauseabundo olor y que la desgraciada muchacha de solo ver el contenido estaba por vomitar, pero ese era el principio del precio a pagar por haberse cruzado en la vida de Sarahi y lo peor, por haber jugado a esclavizarla, ahora ella era la verdadera esclava, la esclava de la bella señorita Sarahi.

Norma respiraba agitadamente, temblaba y se sentía incapaz de acceder por sí sola a acercar el rostro y probar bocado de su menú a lo que Sarahi indicó a Flor que le propinara un nuevo latigazo y así fue y otro y otro más. Fueron cuatro crueles latigazos más los que Norma recibió en su desnuda y ya maltratada piel.

Al final, ¡lo hizo!; accedió a tan triste y desoladora situación. Norma pegó un grito angustioso de pena, impotencia, rabia; con ese grito liberó todo aquello que acaso le quedara de libertad y se entregó en cuerpo y alma en esclavitud a Sarahi.

La pobre muchacha hundió el rostro en el platón repleto de heces manchándose rostro y cabello y masticó un tremendo sorete. La pobre estaba destrozada y se esmeró pero por mas esmero, su paladar y su organismo no fueron compatibles con dicho sorete y al instante vomitó, lo que provocó las crueles carcajadas en todas y una mayor angustia y dolor en la propia Norma, su madre y Dolores.

¡Jajajajajaja, coño, no te atores, ahí tienes los orines para que pase mejor jajajajajajajaja!— comentó despiadadamente Rubí que estaba feliz ante el show montado por Sarahi a costa de Norma.

La misma historia; a una señal de Sarahi y Flor descargó el látigo sobre Norma, el tiempo transcurrió, no se sabe cuanto, era lo que menos le importaba a Sarahi quien ya tan solo se dedicaba al ocio y a idear no precisamente travesuras ni juegos inocentes.

Sarahi fue paciente como pocas veces en su vida y toleró hasta verse satisfecha al contemplar cómo Norma vomitada tras vomitada, serie de latigazos tras serie de latigazos, risas tras risas de las chicas; al final, Norma acabó con el contenido de ambos platones quedando en el piso sobre sus propios vómitos, retorciéndose de dolor físico y moral.

Sarahi otorgó un pequeño receso a su concurrencia, lo justo para que asearan el lugar, el piso y a Norma y en cuanto esto ocurrió, seguido se dirigió a Rosa que continuaba de rodillas en el piso con la mirada penetrante y profunda de odio hacia Sarahi.

Ya no le hablaba para insultarla ni maldecirla, bien sabía que todo había acabado y que ella y su hija habían perdido, pero la señora se aferraba a morir dignamente sin suplicar ni humillarse por salvar su vida ni la de su hija pues bien asimilaba que no la llevaría a nada mas que a aumentar la malvada y macabra diversión de Sarahi y compañía.

¡Ya Rosa, ya es tu turno!— le dijo Sarahi con ese brillo de malicia en sus ojos que comenzaba a ser habitual en ella. Sin previo aviso, Sarahi le propinó una fuertísima patada en el estómago a Rosa que la dejó tendida en el piso.

¡Nooooooooooooo a mí mamá nooooooooo!— gritó angustiada Norma.

Sarahi la ignoró y continuó maltratando a Rosa cuanto quiso; pasados unos instantes preguntó maliciosamente a Norma— ¿quieres que ya no sufra?;

Norma asintió desesperadamente.

¡Bien!— continuó Sarahi y dando indicaciones acomodaron a Rosa dejándola completamente estirada en el piso; Flor le sujetaba por un costado vigilando que no moviera los brazos y Vetzaida sus piernas al igual para que no las moviera.

Todas se encontraban de nuevo con la intriga de qué iba a suceder al ver que Sarahi muy quitada de la pena se desprendía su falda y bragas quedando desnuda de cintura para abajo, mostrando así sin más su preciado sexo.

¿Qué vas a hacer?— preguntó Rebeca roja de la cara al presenciar a Sarahi en tal estado.

¡Lo que prometí!— contestó muy tranquila Sarahi— ¡voy a matarla!, pero solo que no lo haré con un tiro a la cabeza y zas se acabó, lo estuve pensando y tras darle vueltas lo he decidido; ¡Rosita!— exclamó mirando a la señora con burla y desprecio— ¡tendrá el honor de morir dignamente después de comprobar, respirar y disfrutar cómo me huele el culo jajajajajajajaja!;

Nadie la entendió a la perfección a lo que Sarahi les terminó de explicar actuando y para ello se acercó lentamente hasta situarse frente a Rosa a la altura de su cara, con las piernas a cada lado; entonces mirando con burla a la infeliz de Norma y luego a Rosa fue descendiendo muy lentamente, se fue agachando hasta que un impotente y horrorizado rostro de Rosa fue presenciando cómo quedaba cubierto por el trasero de Sarahi, debajo del trasero de Sarahi.

¡Sarahi se había sentado en la cara de Rosa!, impidiéndole respirar, ¡pretendía ahogarla!, la pobre señora, pobre en verdad había quedado con la nariz y boca atrapadas justo bajo el ano de Sarahi.

¡Wow!— expresaron las chicas al darse cuenta de la muerte que Sarahi pensaba darle a Rosa al igual que no se hicieron esperar los gritos y súplicas desgarradores por parte de Norma.

¡Nooooooooooooooo ama piedad, ama, piedad!;

Norma estaba echa un caos y era sujetada por Vetzaida. Dolores se había desmayado de la impresión y Norma no estaba lejos de lo mismo, tan solo reunía fuerzas rezando por que Sarahi se compadeciera de su madre y a la vez de ella, algo realmente imposible.

Todas reían a causa del triste espectáculo que estaba ofreciendo Sarahi con la participación forzada de Rosa.

¿Esclava quieres suplicarme?— le propuso Sarahi a Norma solo para joderla mas pero la pobre desesperadamente contestó— ¡sí ama, te lo imploro, por lo qué mas quieras ama, déjala vivir, seré tú perra Sarahi, seré lo que tú quieras pero déjala vivir!— suplicaba llorando Norma.

¡Bueno!— comentó Sarahi sonriente— déjala acercarse Vetzaida— ordenó Sarahi al momento que estiraba los pies.

Norma comprendió y Vetzaida le fue soltando la cadena cómo a la perra que era y Norma se postró en el piso y enterró su cara entre las plantas de Sarahi cubriéndolas de besos y lágrimas, abandonándose a la suerte y destino que Sarahi decidiera darle.

Fueron terribles momentos eternos de angustia, un duro golpe para Norma del cual nunca se repondría y ello no quería decir que de nuevo recobrara el odio hacia Sarahi, por el contrario, le temió más y le temería cada día más.

¡Fue horrible, lamentable!; Rosa se convulsionaba lentamente, el cuerpo y su alma se resistían a claudicar pero fue imposible y el fin llegó. Norma dejó de oír jadeos, lamentos y alzó el rostro; gritó, suplicó, se despedazó en llanto; ¡nada!, Sarahi continuó sentada sobre la cara de Rosa.

La despiadada muchacha aún se dio el gusto de despedir a Rosa con un tremendo pedo y tras ese pedo sobre la cara de Rosa, fue el final. Segundos después ante las carcajadas de Sarahi y compañía y el sufrimiento de Norma y Dolores que ya había recobrado el conocimiento, Rosa murió.

La desgraciada Rosa murió de aquella manera tan espantosa e inhumana, murió ahogada debajo del culo de Sarahi, llevándose con ella cómo último recuerdo amargo de su vida el haber respirado el culo de Sarahi, fue el último acto que ejecutó, olerle el culo a Sarahi y el pedo que ésta le obsequió a modo de despedida.

Peque fue la única que desentonó el macabro ambiente que se había formado pues Rebeca y Rubí silbaron y aplaudieron felicitando a Sarahi.

¡Bien Sari, muy bien, mira que lo último que ésta perra vio y gozó fue respirar y olerte el culo jajajajajajajajajajaja qué feo feo feo jajajajajajajajajajaja!— comentó Rubí muerta de la risa.

Sarahi se levantó orgullosa al verse más que respaldada por sus amigas; miró el cuerpo inerte de Rosa y desde lo alto dejó caer un enorme salivazo al rostro de la ya fallecida señora.

Y el colmo de los colmos de la crueldad y la maldad; Sarahi comunicó a Norma qué en ese momento se llevaban el cuerpo de su madre para dar inicio a todo un verdadero arte de disecar animales, mejor conocida como Taxidermia. Para Sarahi entre Rosa y una bestia no había diferencia a lo que se emocionó aún mas cuando la malvada Rubí le confirmó que su gente de confianza había dado luz verde a llevar a cabo dicho proceso cómo si se tratara de un animal, lo dicho, puesto que Rosa era para Sarahi un animal al igual que Norma, pues no vio mayor inconveniencia para no llevar a cabo el practicar la Taxidermia.

Sí, la pensaba y la iba a disecar; había decidido conservar lo que pudiera de Rosa y mantenerla cómo alfombra en su habitación para que descansara los pies y Norma pudiera echarse sobre la alfombra que alguna vez fue su madre para adorar los pies de Sarahi.

¡Para que no la extrañes!— le comentó cruelmente Sarahi a Norma que no reaccionó, había caído en un ataque de nervios, de pánico; pensando en lo descerebrada que Sarahi estaba y la peor parte la llevaría ella que continuaba viva y bajo el poder de Sarahi, pues su madre ya no era parte de éste mundo, bien podían descuartizar el cuerpo, ella ya no sentiría dolor alguno, no así Norma que se sentía y estaba destrozada mental, emocionalmente y cada vez mas igual lo estaría físicamente. Sarahi sin pudor alguno terminó de dar las indicaciones y todo el personal de confianza se dispuso a trabajar llevándose el cuerpo de Rosa y a Norma de momento la regresaron casi inconsciente a su celda.

El experimento fue todo un verdadero éxito. En Rosa se llevó a cabo el arte de disecar animales como sí se tratara de un venado u otro ejemplar, en éste caso las chicas concluyeron en que se trataba de un animal exótico.

El trabajo de disecado tardó alrededor de un mes, para las chicas fue toda una aventura y experiencia en su vida, para Peque no fue así aunque poco contaba su opinión. Despiadadamente Sarahi obligó a Norma a presenciar todo el tardado proceso, ¡pobre Norma!, estaba hecha una piltrafa, vomitó, lloró, se desmayó varias veces al igual que varias veces se arrastró miserablemente ante los pies de Sarahi para que no la obligara a seguir presenciando tal acto tan aberrante para ella, no hubo piedad para la desgraciada muchacha a lo que con todo el dolor que sentía tuvo que soportar la salvaje tortura mental que representaba para ella el observar lo que hacían con su difunta madre. Así las cosas, mientras que Sarahi, Rubí y Rebeca admiraron con la boca abierta todo el proceso presas de la emoción y del interés de no perder detalle alguno; Peque prefirió ausentarse pues la pobre terminó vomitando y siendo objeto de burlas por parte de las otras chicas y Norma sufrió amargamente llorando ante los pies de su ama Sarahi que en ningún momento se compadeció de ella a lo que junto con Rubí y Rebeca festejaron la desgracia de Norma.

El largo proceso para Rosa sin saberlo había iniciado desde el momento en que fue secuestrada lo que equivalió a ser cazada, ahora muerta se le realizó la técnica de desollamiento o quitado de la piel donde se le voltearon las orejas, labios y ojos, cuando la piel fue retirada se deshidrató con sal y se dejó reposar 48 horas en un lugar lejos de humedad y a la sombra ya que sí no corría el riesgo de apolillarse y que ocurriera una pérdida total de la piel.

Posteriormente la piel fue colocada en una base de pouretanol, cómo la que se coloca en los cuartos fríos y ahí se le dio forma al animal, en éste caso, Rosa; se creó la escenografía y se moldeó la posición sugerida por sus cazadoras, mejor dicho, sus amas, mas exacto, se hizo lo que dictó la retorcida mente de Sarahi.

Cómo último paso llegó la fase de curtido en donde se suavizó la piel y se descarnaron ojos, nariz y boca para finalmente lavarla y dejarla secar. Se ultimaron detalles y ¡éxito total!; Rosa estaba de vuelta gracias a la sádica mentalidad de Sarahi y el poder con el que contaba la señorita Panty que fue quien costeó todos los gastos del proceso y felicitó a Sarahi por habérsele ocurrido tan genial idea con la que se la pasaron de maravilla y continuaron los festejos con cerveza y carne asada mientras Norma como una muerta en vida lamía las plantas de los pies de su ama y dueña de su vida, la bella Sarahi.

Ahora le llegaba el turno a Dolores a quien Sarahi le comunicó desde el día de la muerte de Rosa que la regresarían a su celda y qué ahí la dejarían morir de hambre; ¡así de simple!, la abandonaron en la celda ni a pan ni agua, la matarían de esa forma no menos aberrante que el final de Rosa.

Y así fue. Dolores pasó un tiempo corto para las chicas, eterno para ella en el cual permaneció en la celda cada día mas demacrada, pálida, rugiéndole miserablemente las tripas a causa del hambre; entonces llegó la misericordia y la piedad para desgracia de Dolores, dicha piedad y misericordia llegaron por parte de Rubí quien tan solo se sirvió de Dolores para experimentar cuanto tiempo podía conservarla viva alimentándola con sus heces y orines y el tiempo fue muy corto para gloria de Dolores.

Rubí se decepcionó ante las risas de Rebeca y Sarahi al llegar un día a la celda a cagar gustosa en la boca de Dolores y percatarse que la desgraciada estaba muerta.

Fue un tiempo corto pero como se dijo antes, eterno infierno el que vivió Dolores padeciendo hambre y después verse obligada a sobrevivir, más bien a alargar su agonía comiendo, suplicando a Rubí para que se dignara a cagar y orinar en su boca. El final fue el mismo: enfermedad, dolor y muerte.

Durante éste tiempo Rubí en verdad se encaprichó en hacer uso de su inodoro humano pues desde hacía tiempo que para ello le servía Julio quien se vio en verdad beneficiado con la desgracia de Dolores, pues Rubí se orinaba y cagaba en él aunque no tan seguido pues sentía algo aunque mínimo pero algo de amor y compasión hacia su ex novio a lo que al tener a Dolores disponible para ese uso dejó en paz a Julio en ese sentido.

Continuará………………………………………….

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