miércoles, 21 de abril de 2010

DE PROFESOR A PERRO 5

Solo faltaba un día para que acabara el terrible tormento del profesor y el bien lo sabía, Rubí no se apareció durante el día y fue hasta la tarde en que el profesor acudió a su llamado, tocó la puerta de su cuarto y oyó a esta contestar: ¡pasa perro!; el profesor entró a 4 patas y quedó una vez mas boquiabierto ante Rubí que tenia una blusa roja de mangas largas, pantalones cortos de mezclilla azules y unas preciosas zapatillas negras de finos y altos tacones.

¡Debes estar feliz!, ya casi acaba tu calvario— dijo Rubí al profesor, mañana serás un hombre libre te echare de menos.

¡Ese era el trato!, espero que cumplas tu palabra— contestó Luis.

Rubí se molestó por la forma en que este le había contestado y levantándolo por el cabello le dio 2 fuertes cachetadas gritándole:

¡Imbecil!, ¿como te atreves a tutearme?, te recuerdo que el trato acaba hasta mañana. ¡Discúlpate!— le ordenó.

Luis nerviosamente obedeció, ¡perdón!, ¡perdón! señorita solo le ruego que recuerde su palabra es todo no quise molestarla— concluyó Luis.

Justamente a eso voy en este momento— dijo Rubí al instituto a interceder por tu futuro.

A Luis se le iluminó la cara de felicidad al oír esas palabras, Rubí mirándolo con una de esas sonrisas angelicales a las que el profesor caía rendido le dijo:

¿No me lo agradeces?; Luis sintió que en ese momento adoraba a esa joven que en verdad parecía un ángel y no aquel demonio que tanto daño le había hecho y sabía que lo que iba a hacer agradaría a Rubí así que acercándose hacia ella beso sus finos zapatos y no solo eso, empezó a lamerlos mientras decía: ¡gracias señorita!;

Rubí comenzó a reírse, pues le hacia gracia el comportamiento del profesor y como disfrutaba de lo lindo sometiéndolo, levantó las suelas de sus zapatos diciéndole: ¡ya que te gusta tanto!, a Luis no le importaba humillarse, así que besó también las suelas de los zapatos de Rubí pensando en que pronto iniciaría una nueva vida, Rubí contemplo al profesor por unos momentos y dejándolo en su habitación se marcho hacia el instituto.

A altas horas de la noche en que el profesor dormía plácidamente en el piso del cuarto de Rubí fue despertado por unas voces y carcajadas tremendas de mujeres que sin duda se dirigían hacia el cuarto y se puso muy nervioso al notar que abrían la puerta y al prenderse las luces logró ver que era rubí, pero tras ella entraban Tania, Rocío y Mayra y por su semblante de las chicas pudo entender sus carcajadas que venían dando: ¡las cuatro estaban borrachas!, y sus miradas perversas no presagiaban nada bueno en especial la de Rubí que estaba muy lejos de la mirada que tenia antes de salir y prometerle que lo ayudaría, el profesor sintió latir agitadamente su corazón y presentía que algo había pasado y que Rubí ya no tenia los mismos planes con el .

Rocío se acercó al profesor, lo jaló de la soga y cruelmente le empezó a dar de bofetadas con ambas manos haciendo una pausa para enseguida asestarle otra bofetada la cara de Luis iba de un lado a otro mientras empezaba a sentir una hinchazón en sus mejillas y Rocío le decía riendo:

¡Hola asqueroso perro!, me echaste de menos ¿verdad?, por eso vine a verte ¿quién es la más linda de tus dueñas?, ¿quién?, se burlaba de el sin dejar de darle bofetadas, Mayra se le acercó por detrás y lo jaló del cabello tan fuerte que Luis casi siente que se le safa el cuello y le dijo:

¡Oye estupido!, mi amiga te hizo una pregunta, respóndele y no se te ocurra ladrar. Mientras Mayra lo tenía agarrado del cabello Rocío le asestó otra bofetada reclamando su respuesta.

¡Usted señorita Rocío!— respondió Luis usted es la mas linda.

Lo ves Mayra ¡soy mas linda que tu!— le dijo maliciosamente Rocío a esta, Mayra riendo obligó a Luis a verla a la cara y le dijo: ¿ah si?, entonces ¿yo no soy linda para usted? Y sorprendió a Luis con un rodillazo en el estomago que lo hizo revolcarse de dolor a los pies de Mayra que lucia unas sandalias rosadas de tacón alto.

¿Se te olvido cuando te mate el hambre con unas deliciosas galletas?— le reprochó Mayra para humillarlo y te atreves a opinar que no soy linda y le dio un terrible pisotón en la cara y empezó a aplastarle la cara con el tacón de su zapato, ¿quién es mas guapa?— lo amenazó, Luis gritaba de dolor sentía que ese tacón le traspasaría la cara.

¡Responde!— le dijo Mayra o te lo clavo por completo. ¡Usted señorita Mayra!, usted es la mas guapa— respondió Luis, Mayra retiró el tacón de su cara Luis intentó llevarse las manos a la cara para tallarse cuando Rocío le dio una patada en sus huevos haciéndolo gritar y revolcarse de dolor.

¡Entonces a mi me has mentido!— contesto Rocío riendo mientras le pisaba la espalda al profesor con una de sus botas mientras que ella y Mayra se partían de risa sin importarles que un pobre infeliz se retorcía de dolor ante sus pies.

Entre su dolor el profesor buscó la mirada de Rubí que solo observaba seria el triste espectáculo que el profesor estaba ofreciendo a sus amigas, con su mirada suplicante el profesor esperaba que Rubí intercediera por el pero esta adelantándose se plantó frente a el diciéndole:

¡A mi no me veas!, al aceptar el trato sabias que tarde o temprano ibas a obedecer también a mis amigas así que te aguantas y dicho esto Rubí se dirigió a sus amigas para decirles:

¡Bueno!, bajemos a la bodega o el hielo se va a deshacer, todas rieron excepto Luis esas risas no presagiaban nada bueno, entre las tres llevaron a Luis jalándolo de la soga y voltearon a ver a Tania que casi dormía en el sofá la levantaron y apenas reaccionó, evidentemente estaba mas pasada de copas que las otras, Tania se levantó aun algo mareada y se montó sobre el profesor ¡vamos basura! a la bodega— le dijo Tania y entre risas avanzaban pero al bajar las escaleras Tania empezó a moverse y Luis no calculó bien hizo esfuerzos pero Tania se movió bruscamente y ambos cayeron toas rieron al ver que Tania todavía estaba lago pasada, el profesor se levantó y quedó de nuevo a 4 patas Tania hizo lo mismo pero al levantarse se agarró el estomago, Rubí le dijo:

¡Tania no! ¡que asco!, Tania rió burlonamente Rocío y Mayra comprendieron y sujetaron al profesor levantándole la cara y dejándolo de rodillas Tania avanzó hacia el y le vomitó encima dejándole la cara y el pecho repleto de sus vómitos, Rubí se adelantó a la bodega y entre las otras tres llevaron al profesor Mayra lo miraba con asco y varias veces le escupió en la cara.

¡No vayan tan rápido!— les dijo Tania puede que repita y veo que al profe le gustó, las tres rieron con ganas mirando al profesor que deseaba que la tierra lo tragara con la cara cubierta de los asquerosos vómitos de Tania y uno que otro salivazo.

Por fin entraron a la dichosa bodega y para sorpresa del profesor vio que habían en el piso aproximadamente unas 10 o 15 barras de hielo acomodadas una tras otra entre Tania y Rubí le quitaron los calzoncillos dejándolo completamente desnudo y entre las cuatro lo llevaron hacia las barras de hielo, Luis quiso oponerse pero unos cuantos cintarazos dados con la hebilla cortesía de Mayra lo dejaron molido lo levantaron y lo acomodaron sobre las barras de hielo y sacando mas sogas lo amarraron fuertemente, Luis gritó del dolor y el ardor al sentir el contacto de su piel desnuda con el hielo ¡le quemaba terriblemente! Y le ardía por los golpes que recién le habían dado con el cinturón.

Luis gritó y lloró amargamente suplicando a las cuatro chicas que lo desataran pero esto solo hacia que las crueles chicas se rieran cada vez más fuerte.

¡Perfecto!— exclamó Rocío así es como lo quería ver retorciéndose como un insecto le dio la vuelta y acercándose a el le escupió en plena cara ¡sufre infeliz— concluyó Rocío.

¿Tanto lo odias?— pregunto Rubí a Rocío,

¡No mas que tu!— contesto Rocío o que ahora ¿lo amas?;
¡Claro que no!— respondió Rubí molesta, pero esto fue idea tuya;

¡Si!— dijo Rocío pero no es por que lo odie es por diversión me gusta ver como se retuerce — concluyo Rocío sonriente.

Mayra con sumo cuidado se trepó en las barras y se sentó sobre el pecho del profesor contemplando su sufrimiento, Luis bramaba de dolor y Mayra dulcemente le dijo:

¿Quieres que te desate?, suplícame y lo haré; Luis imploro, se humillo llorando ante la cruel sonrisa de Mayra suplicándole que lo desate pero esta tranquilamente le contestó:

¡No se me da la gana! Y le dio una cachetada. Entre el dolor y el ardor Luis no pudo mas y se desmayó aun así esto no conmovió a las chicas y no lo desataron hasta que el hielo se deshizo por completo y esto fue ya casi al amanecer.

Cuando Luis despertó se encontraba tirado en el piso de la bodega y sorpresivamente se dio cuenta que estaba esposado de pies y manos y notó que en su cuello ya no tenia la soga sino la cadena que un día Rubí le había mostrado, Rubí lo observaba ya lista para irse a la escuela con un semblante preocupado.

¿Cómo te encuentras?— le pregunto Rubí al profesor,

¿Por qué estoy esposado?— contestó Luis ¿qué significa esta cadena?, ya es de día ¡desátame!;

¡Tranquilo profe!— le respondió Rubí, ha habido algunos cambios mencionó con una ligera sonrisa mis amigas no están de acuerdo en que ya te deje libre y quieren pasar unos días contigo y bueno muy en especial la que te ha reclamado es la maestra Susana.

Luis estaba desesperado y nervioso tratando de safarse las esposas lo cual era imposible, Rubí continúo solo será una semana mas profe estará al servicio de mis amigas y de la maestra Susana. Luis explotó gritándole a Rubí:

¡Eres una maldita!, desátame, desátame te digo;

¡No hagas esto mas difícil!— le contestó Rubí y deja de moverte solo vas a conseguir lastimarte mas, ¿entonces profe? listo para su presentación.

Luis estaba furioso y le reprochó e insultó a Rubí por su comportamiento.

¡Desátame!, no ire contigo a ningún lado— contestó Luis muy molesto, entonces Rubí se le acercó y le dio dos tremendas bofetadas que hicieron que al profe le saltaran las lágrimas.

¡Mira imbecil!, no te estoy pidiendo tu opinión o tu permiso solo te estoy comunicando lo que voy a hacer contigo— sentenció Rubí así que escucha con atención y no me hagas enojar.

Luis una vez más se resignó y humillando la mirada de se limitó a escuchar a Rubí, esta continúo hablando:

Ha habido cambios en el instituto Susana es ahora la directora. Luis se sorprendió al oír esto y Rubí continúo hablando: ¿crees que te odio?, deberías ver la expresión de Susana al hablar sobre ti ¡créeme! ella si que te desprecia estarás una semana en el instituto al servicio de Susana y de mis amigas no se que planes tengan sobre ti así que te aconsejo que las obedezcas en todo y no lo eches a perder te doy mi palabra que al terminar esta semana esta vez si te ayudaré.

¡No te creo!— respondió Luis;

No importa que no me creas al final me darás la razón— le respondió Rubí.

¿Quiénes mas saben de mi situación en el instituto?— preguntó Luis;

¡Casi todas las estudiantes!, Susana y mis amigas se han ocupado de contar todo y la mayoría están excitadas con verte y saber que vas a estar a su servicio— mencionó Rubí.

Luis miró a Rubí para decirle: ¡has sido muy cruel conmigo!, ¿Por qué? Mi única culpa es lo que una vez me dijiste ¡mi presencia te repugna! Y me has arruinado la vida.

Rubí le acaricio la cara y le contestó sonriente:

Si eso crees no puedo hacer nada para hacerte cambiar de opinión pero si te sirve de algo ya no me repugnas solo me diviertes y ya poniendo una expresión seria continúo: entiendo que en el instituto has perdido todo pero ya te dije que te doy mi palabra en una semana te daré una fuerte suma de dinero y podrás rehacer tu vida en donde tu quieras.

Luis permaneció callado y Rubí lo dejo un momento y al regresar le trajo un plato de comida y se lo ofreció dejándole libre una mano para que pudiera comerlo.

¡Anda!, come te ayudará a recuperar fuerzas— le dijo Rubí;

Luis no se lo creía esperaba a que Rubí le hiciera una nueva burla con la comida, Rubí conciente de eso le sonrió y le dijo:

¡Apúrate!, no tenemos todo el día esta vez no voy a humillarte por eso te dejé libre una mano aunque debería si no te la terminas rápido creo que escupiré en ella por que como has dicho ¡soy muy cruel contigo! Lo amenazo bromeando. Luis devoró en minutos toda la comida y Rubí de nuevo le esposó las manos.

¡Bien!, antes de irnos te daré una ultima recomendación— le dijo Rubí obedece en todo a Susana, no se por que razón pero se bien que te detesta enormemente y que va a gozar mucho humillándote y haciéndote daño, bueno al menos ya te has alimentado por que me imagino que tu pan de cada día serán las sobras que te tiren Susana y las demás estudiantes— dijo Rubí con una expresión de asco.

¡Eso es repugnante!— contestó Luis humillado,

Rubí se rió diciendo: ¡es igual!, ya has comido las mías,

¡Tu lo has dicho!, las tuyas— respondió el profesor. Rubí se quedó viendo divertida al profesor y le pregunto:

¿Y que tiene de espectacular comerte mis sobras o la de otras personas? si es la misma repulsión que debes de sentir.

¡Pero al menos tu me gustas!— respondió Luis sorprendido el mismo por lo que acababa de decir pero ya estaba lo había dicho. Rubí quedó muda por unos instantes hasta que le levanto la cara al profesor obligándolo a mirarla a la cara ¿qué has dicho?— le preguntó. Luis estaba muerto de nervios y tartamudeaba tratando de explicarle a Rubí.

¡Perdón!, yo, yo no quise, Rubí le dijo: ¡solo repite lo que has dicho!, no voy a golpearte pero repite lo que has dicho.

¡Tu me gustas!— atinó Luis a decir.

Rubí tenia una mirada seria que pronto cambió al soltar una fuerte carcajada y decirle apenas conteniendo su risa: ¡pero que imbecil eres!, tu mismo has dicho que te arruinado la vida y ahora me sales con esta estupidez ¡eres patético!, Rubí no paraba de reír y jalándolo de la cadena salieron hacia su auto para ir al instituto.

Rubí hizo que Luis se acomodara en el asiento trasero y se dispuso a conducir pero en todo el camino Rubí no paraba de reír y esto incomodó al profesor era tanto las risas de Rubí que a la mitad del camino se estacionó solo para seguir burlándose del profesor y volteándolo a ver le pregunto muy divertida:

¿Y te gusto mucho?, Luis no contestaba permanecía inclinado Rubí lo jaló del cabello y le alzo la cara para decirle: ¡responde perro!, ¿qué tanto te gusta tu dueña?;

Luis apenado contestó: muchísimo, ¡me gustas mucho!, Rubí lo jalo por una oreja clavándole las uñas y sonriente y con una expresión tan seductora que hasta el más apuesto de lo galanes hubiese caído rendido a los pies de esta joven le pregunto:
¿Quién te gusta mucho?,

Luis estaba muy nervioso pero sentía en la expresión de Rubí que el odio hacia el había disminuido ¡claro que lo seguía humillando! Y sobre todo burlándose de el pero a pesar de eso si se notaba un pequeño cambio en su comportamiento y respondió:

¡Usted es mi dueña y me gusta mucho!,

Rubí se sintió poderosa, una diosa, sentía que podía ordenarle cualquier cosa al profesor y este lo haría ya no por miedo o temor sino por que inexplicablemente se había enamorado perdidamente de ella, aun así ocultó lo confundida que estaba y burlescamente le dijo:

¡Bien dicho!, soy tu dueña, lastima que no comparta los mismos sentimientos pero creo que eres sincero y en recompensa esto será nuestro secreto y de nuevo emprendieron el viaje y en unos instantes estaban ya en el estacionamiento del instituto Luis estaba temblando de nervios.

Rubí se dio cuenta y le acaricio la cara diciéndole:

Solo obedece, si por mi fuera te dejaría libre en este momento pero entiende que debo algunos favores a Susana y no pude negarme a lo que ella me pidió, aun así te prometo que estaré al pendiente no puedo dejar completamente indefenso a un pobre perrillo que se muere por mi— le dijo burlona y llevándose los dedos de su mano a la boca se los relamió y se los ofreció al profesor quien lamió y besó con devoción esa mano.

Ya no le importaba humillarse ante ella, Rubí lo había absorbido por completo sabia que ante ella había perdido todo y estaba conciente que el mismo se consideraba un objeto mas de la propiedad de esta joven y lo que viniera de ella el estaba dispuesto a recibirlo pero sentía miedo por lo que le pudieran hacer en el instituto en especial por Susana. Bajaron del auto Luis solo en calzoncillos a 4 patas llevado de la cadena por Rubí que iba vestida con su uniforme.

Continuara…………………….

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