miércoles, 9 de junio de 2010

EL PRECIO DE UN AMOR 2

Pasó un año, un duro año para Sarahi quién se dedicó a trabajar muy duro y a guardar su dinero y con lo que ahorró volvió a ingresar a la escuela. Un buen día se presentó y se inscribió observando las miradas burlonas de algunas excompañeras, pero Sarahi nunca mostró una mirada de derrota ni mucho menos humilde o de pena, al contrario se mostraba muy segura de sí misma y muy orgullosa.

Y se incorporó de nuevo a la escuela solo que evidentemente había perdido un año y por lo tanto ingresó en un grado menos y ¡oh! sorpresas de la vida le tocó en el mismo grupo de Pedro, Norma estaba furiosa al enterarse de todo esto y Pedro feliz solo que no podía demostrarlo y menos ante su hermana pero dentro de el sabia que esta vez estaba decidido a hacer todo para conquistar a Sarahi, sentía que al estar en el mismo grupo se le facilitaría acercarse a ella y ganarse su confianza solo tenia que controlar sus nervios y es que este temblaba con tan solo estar cerca de ella, se sentía aplastado por la belleza de Sarahi, pero Pedro estaba dispuesto incluso a hacer a un lado su timidez y aun conciente de la rivalidad que existía entre esta y su hermana se lanzaría con todo para conquistar al amor de su vida, un amor hasta ahora imposible.

Y empezó la rutina diaria de clases, Pedro se esmeraba en ir presentable y llamar la atención de Sarahi y no era nada feo el muchacho, pero Sarahi se mostraba indiferente como que si nunca lo hubiese visto, no le demostraba odio por lo que había pasado con su hermana ni mucho menos afecto por que después de todo el la había rescatado de las manos de su hermana. En unos de esos días Pedro no perdió tiempo y se le acercó al estar Sarahi sola que era como mayormente permanecía y todo un galán le ofreció apoyo incondicional, de nuevo volvió a disculparse por lo sucedido con su hermana, le hizo notar que el nada había tenido que ver, en fin Pedro estaba inspirado hasta que Sarahi le repitió la dosis cortándole esa inspiración y se marchó dejando a Pedro solo con la mejilla ardiendo y marcada con los cinco dedos de Sarahi de la tremenda cachetada que le dio.

Pero Pedro no se daba por vencido y a escondidas de su hermana aprovechaba cualquier momento que viera sola a Sarahi para acercarse a ella y esta vez fue en el salón todos estaban fuera excepto Sarahi quien desayunaba dentro, Pedro se le acercó y de nuevo empezaba con su discurso pero Sarahi se levantó, lo miró fijamente sin dejar de morder su hamburguesa, masticó por un momento y sorprendiendo a Pedro ¡le escupió en la cara los restos de su hamburguesa! Y esta vez fue clara al hablarle:

¡Déjame en paz!, ¡te odio al igual que a tu hermana! y te juro que algún día ¡tú y ella se arrastrarán ante mí implorando mi perdón! y se fue de ahí furiosa.

Pedro apenas y reaccionó para limpiarse la cara. Los días pasaban y la mente de Pedro era un caos con su vida y con sus clases en especial con matemáticas, siempre había sido una pesadilla para el, todo lo contrario para Sarahi quién solo tenia excelentes calificaciones y matemáticas era un juego para ella; Pedro sufría con los ejercicios pero lo que mas le dolía era observar apenado como una y otra vez Sarahi sonreía burlesca cada vez que lo veía en aprietos.

Hasta que un día sin mas para gran sorpresa de Pedro ésta le ofreció su libreta para copiar los ejercicios dedicándole una ligera sonrisa; Pedro no se lo explicaba pero no había tiempo que perder, rápido copió la tarea y al devolverle la libreta se deshizo en halagos y agradecimientos hacia Sarahi quien solo aguardó indiferente hacia el hasta que terminara de hablar para entonces decirle:

¡Yo podría ayudarte en matemáticas!, al igual que en las otras materias; en la tarde jugamos basquetbol contra otra escuela ¿Por qué no vas? y después del partido lo platicamos y se apartó de Pedro para no darle tiempo a responder, éste quedo muy intrigado durante el resto del día pensando ¿a que se debía ese cambio tan inesperado en Sarahi?, no lo comprendía pero ¡por supuesto que iría al juego!, era su oportunidad que había soñado durante mucho tiempo, tan pronto salió de la escuela se apresuró a llegar a su casa para apenas almorzar y alistarse cuando recordó algo importante ¡su hermana Norma!, ¡también era seleccionada del equipo de la escuela!, y por lo tanto también iría al juego aún molesta al saber que habían aceptado a Sarahi en el equipo.

¡Diablos!— pensó Pedro la situación se podría complicar, pero no le importó el intuía que su hermana sospechaba sobre el amor que éste le tenia a Sarahi pero nunca le había reclamado, pero sabia que reaccionaria furiosa si los llegara a ver juntos.

Pedro llegó solo a las canchas mucho antes del partido y que su hermana; las chicas entrenaban y apenas Sarahi lo vio le hizo una seña con su mano hablándole:

¡Pedro!, ¡acércate!; éste acudió nerviosisimo al llamado de Sarahi y apenas podía mantenerse de pie ante ella, estaba muerto de nervios y la miraba embelesado; Sarahi muy sonriente con su traje de juego, playera sin mangas, bermudas y tenis negros y calcetas;

“Y Pedro pronto descubriría el cambio en Sarahi, la razón de ese cambio: ésta con una perfecta intuición femenina sabia desde hace tiempo que Pedro estaba perdidamente enamorado de ella, no era muy difícil de descubrirlo si desde años atrás Pedro siempre la miraba como un verdadero tonto solo al verla caminar y pasar junto a el; Sarahi siempre lo ignoró, pero ahora era el momento de hacer uso de esa situación que no era otra cosa que usar a Pedro para su venganza en contra de Norma, Pedro era el instrumento perfecto de venganza para Sarahi lo usaría solo para burlarse de el y en especial para molestar a Norma ¡quién iba a morirse de rabia cada vez que vea a Sarahi humillando y burlándose de su adorado hermanito!.”

Y ésta no estaba dispuesta a perder un solo instante más así que sonriéndole a Pedro lo saludó diciéndole:

¡Hola, Pedro!, me da gusto que hayas venido; ¡oye!, hazme un favor;

¡Lo que se te ofrezca!— contestó Pedro dispuesto a complacerla, pero su cara cambió de asombro cuando oyó decir a Sarahi:

¡Amárrame los cordones de mis tenis!, se me desataron de tanto correr.

Pedro trató de actuar inteligentemente para no meterse en aprietos y al mismo tiempo de complacer a la joven no exponerse a que alguien lo viera en especial su hermana.

¡Claro!— dijo Pedro, por que no vamos a esas bancas y con gusto te las sujetaré; pero Pedro era muy ingenuo si creía que iba a poder controlar la situación con Sarahi quien con una mueca de fastidio le contestó:

¡Claro que no!, ¡así que chiste!, para caminar hasta la banca me los amarro yo misma, ¡yo quiero que me las amarres aquí!, nada te cuesta arrodillarte por unos segundos y sujetármelas y así me demuestras tu caballerosidad— concluyó Sarahi muy sonriente.

Pedro estaba aún mas nervioso si por el fuera le hubiese amarrado los cordones con sus dientes si ese fuera el deseo de Sarahi; pero el problema era que no estaban solos y por mas que éste adorara a Sarahi también tenia su pizca de orgullo y sabia que al hacerlo iba a ser motivo de burla de las demás chicas y por ello no quería ceder ¡y lo peor!, que su hermana lo viera y el asunto se complicara mas. Pero Sarahi lo tenía todo planeado y sin darle mucho tiempo a Pedro para seguir pensando le solucionó el problema diciéndole dulcemente:

¡Pedro!, si me las amarras aquí mismo como te he pedido te prometo que al terminar el partido ¡te permito que me beses!; Sarahi no había terminado de hablar cuando Pedro ya estaba rodilla en el piso amarrándole los cordones sin importarle que por esos segundos haya sido el centro de atracción de todas las chicas quienes se rieron burlonamente de el, ¡suerte! que su hermana no había llegado aunque era seguro que iba a enterarse.

El partido transcurrió rutinario sin nada especial para comentar con Pedro algo apenado sentado en las gradas sintiendo algunas miradas sobre el en especial la de su hermana quien ya estaba enterada de lo que había sucedido, pero se reconfortaba al ver que también Sarahi volteaba de vez en cuando para verlo y le sonreía. El partido terminó con empate entre ambos equipos y cada chica se fue con su grupito Norma estaba furiosa descansaba agitada en unas bancas con algunas de sus compañeras de juego, mientras Sarahi lo hacia justo enfrente de ellas también con algunas compañeras quienes le habían ofrecido su apoyo en caso de que Norma la molestara.

Poco a poco las chicas se fueron marchando quedando solo ambos grupitos el de Norma y el de Sarahi, esta pidió a sus compañeras que la dejaran un momento sola y llamó a Pedro, éste se acercó con una enorme sonrisa dispuesto a recibir su premio; Sarahi muy tranquila se quitó los tenis y calcetas y Pedro pudo apreciar los bellos pies de la chica algo sudados por el juego y con las uñas pintadas de rojo intenso, Sarahi de nuevo le ofreció su ayuda para estudiar matemáticas en casa de ella incondicionalmente a lo que Pedro aceptó encantado.

Al creer Pedro que ésta había olvidado lo que le prometió y ver que estaba a punto de levantarse para irse algo pícaro decidió recordárselo:

¡Eh, Sarahi!, a lo que ésta lo miró muy sonriente respondiéndole:

¡No, Pedro!, no olvidé lo que te dije ¡te permito que me beses! y volteando por un instante a ver a donde estaba Norma concluyó de nuevo mirando a Pedro:

¡En los pies!, mientras apoyaba sus bellos pies en sus sandalias de piso cafés como sus lindos ojos.

La cara de Pedro al escuchar eso no se puede expresar pero hasta el habla perdió por unos instantes, de nuevo Sarahi lo ponía entre la espada y la pared y de nuevo el pensaba que si por el fuera no le importaba humillarse ante esa chica si de esa manera conseguía agradarle y en verdad Pedro hasta el momento no veía nada de lo que Sarahi le pidiera por muy degradante que fuera como una humillación sino como una oportunidad de poder demostrarle cuanto la quería, pero las cosas no salían como el deseaba e intuía que ésta se comportaba de esta manera no tanto para molestarlo a el sino a su hermana a la que el también quería mucho y por último presentía que si cedía esta vez después las cosas se podrían salir de su control y además quería salvar su reducido orgullo que aun consideraba que lo tenia así que riendo nerviosamente dijo la primera tontería que se le ocurrió:

¡A eso le llamo una buena broma!; pero Sarahi lo miró mas seria;

¡No, Pedro!, no es ninguna broma, ¡quiero que me beses los pies aquí mismo!— le exigió Sarahi a Pedro.

¡Peeppero, Sarahi!— balbuceó Pedro;

¡Pero nada!— lo cortó Sarahi, no es ningún secreto ¡que te mueres por mi!, le grito muy orgullosa y segura de si misma y mirando a Pedro despectivamente a lo que este humilló la mirada sabia que Sarahi lo tenia en sus manos.

¡Bien!— continuó Sarahi, pues te ofrezco la única oportunidad que vas a tener en tu vida para conocerme y tratarme, ¡claro!— expresó Sarahi para después hacer una ligera pausa, sonreír cínicamente mirando hacia donde estaba Norma y después a Pedro para sentenciar diciendo: ¡si me besas los pies aquí mismo!, además te ayudaré a estudiar, pasaremos tiempo juntos y podremos conocernos mejor; pero si no lo haces ¡vete olvidando de mi! por que te juro que jamás te volveré a dirigir la palabra, ¡es tu decisión! y quiero tu respuesta inmediatamente— concluyó Sarahi.

¡Sarahi, por favor!— exclamó Pedro suplicante;
¡Sarahi, nada!— respondió ésta a Pedro excitada al ver que éste casi cedía a sus caprichos— he sido muy clara, ¡haz lo que te he dicho! o márchate y olvídate por completo de mi.

Pedro a pesar del gran amor que le tenia intentó marcharse de ahí pues a pesar de todo no pudo evitar por un momento sentirse humillado pero sobretodo pensaba en su hermana, sabia que a esta iba a dolerle aun mas que a el su propia humillación y sabia que precisamente ese era el objetivo de Sarahi; pero estaba listo también para entender que en el corazón y en la mente no se manda y en ambas partes tenia clavada profundamente a Sarahi, así que sin comprender bien lo que hacia se dejó caer de rodillas ante una hermosa y sonriente Sarahi y sin virar a ver a sus lados para no cruzarse con la mirada de su hermana y de algunas chicas y arrepentirse de lo que estaba a punto de hacer ¡se postró a los pies de Sarahi para comenzar a besárselos!.

Sarahi enseguida se levantó orgullosa para contemplar a Pedro totalmente postrado a sus pies cubriéndolos de besos y dirigió su mirada hacia donde estaba Norma y cínicamente le sonrió expresándole con esa sonrisa de triunfo que esto ¡apenas empezaba!;

Norma se levantó histérica, ¡no podía creer lo que veía!, solamente por que lo dicho ¡lo estaba viendo!, nadie se lo estaba contando, quiso ir hacia Sarahi para detener a su hermanito pero esta vez no encontró apoyo en sus compañeras y al ver en cambio que las compañeras de Sarahi sí observaban de lejos atentas a lo que sucediera Norma no tuvo mas remedio que marcharse de ahí furiosa.

Pedro quiso apartar la cara e intentar levantarse, pero Sarahi le pisó la cabeza impidiéndoselo y hundiéndole el rostro en el piso mientras le decía de una forma tan melosa a la que nadie se le podría resistir:

¡Pedro te dije que me los podías besar!, ¡anda, continúa hasta que yo te diga lo contrario!;

Pedro poco pudo o quiso hacer para resistirse y continuó besándole los pies por un momento mas a Sarahi mientras se dejó llevar por sus sentimientos y se entregó fielmente a la chica, a su gran amor, tan grande era el amor que le tenia que esto le hizo pensar en que no se estaba humillando sino al contrario estaba aprovechando la gran oportunidad que siempre había deseado y que seria un tonto si no la aprovechaba, ¡que importaba si el beso era en los labios, en las manos o en los pies! lo que en verdad le importaba es que eran los pies de Sarahi y no de otra persona, eran los pies de su amor hasta hace unas horas imposible pero que ahora como bien le había dicho le ofrecía una oportunidad para conocerla y muy a su pensar de Pedro se atrevió a creer que era el quien tenia que agradecerle a Sarahi que se dignara a darle esa oportunidad y en ese momento no buscó otra forma de agradecerle que entregarse con toda su alma a seguir cubriendo de besos los pies de su amor, los besó con una absoluta devoción que hasta casi restregaba su cara en los pies de Sarahi buscando empaparse de su olor que para el era una divina fragancia.
Lo que no pudo apreciar Pedro al estar entregado adorando los pies de Sarahi fue la expresión y muecas de burla y asco que se dibujaban en el rostro de Sarahi quien luchaba por contenerse de la risa y no estallar a carcajadas, ella misma estaba sorprendida observando como Pedro sin pudor alguno se humillaba feliz de la vida ante ella y en el fondo Sarahi no pudo evitar sentir pena y lástima por este chico pues odiaba a su hermana, no a el aunque eso no significaba que le tuviera el mas mínimo afecto, así que maliciosamente dejo que Pedro se humillara todavía por un buen rato mas hasta que con una bella sonrisa le acaricio las mejillas con la planta de su pie y le autorizó que se levantara y que se marchara.

Por el momento Sarahi estaba completamente satisfecha con el comportamiento de Pedro y se dio cuenta que controlarlo y usarlo iba a ser mucho mas fácil de lo que pensaba, quizás por ser un año menor que ella, quizás por que en verdad la amaba con locura ¿pero cuanto la amaba en realidad?, ¿o que tanto estaba dispuesto Pedro a soportar incluso a sufrir por ese amor?; Sarahi se encargaría de darse respuestas ella misma a esas interrogantes pues se ocuparía de explotar a Pedro al máximo y descubrir hasta que punto Pedro la obedecería y se humillaría ante ella y por supuesto todo con el fin de irse acercando poco a poco hacia quien en realidad quería vengarse y humillar: ¡Norma!

Continuara……………………….


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