sábado, 12 de junio de 2010

EL PRECIO DE UN AMOR 5

Apenas unos días bastaron para echar andar el plan; Pedro convenció a Norma de que había acabado la relación con Sarahi y se disculpó con ella de mil maneras para recobrar su confianza y ésta al ver que en la escuela tanto Sarahi como Pedro ya no andaban juntos terminó creyéndole, fue en una de esas tardes en que al terminar de practicar deporte Pedro se llevó con engaños a Norma por un parque cerca de la casa de Sarahi y le dio de tomar una bebida previamente alterada tal y como Sarahi le había ordenado, en un rato la bebida surtió efecto y Norma se encontraba algo mareada y con sueño a lo que Pedro aprovechó y la llevó hacia la casa de Sarahi sin saber lo que acababa de hacer.

Sarahi esperaba impaciente a Pedro y no pudo ocultar una perversa sonrisa al verlo llegar junto con Norma, dejaron a Norma en un mueble y enseguida Sarahi se lanzo sobre Pedro dándole un fuerte abrazo y besándolo tiernamente en sus labios, éste sintió que tocaba el cielo y deseó que el tiempo se detuviera para poder permanecer para siempre fundido en ese beso con Sarahi, hasta que ésta se separó fue cuando pedro regresó a la realidad y entonces suplicó impaciente a Sarahi que le explicara que era lo que realmente pensaba hacer con su hermana.

¡Tranquilo!— le respondió Sarahi a pedro, estas muy nervioso, ¡ten!, tómate esto y le ofreció una bebida a lo que éste muy ingenuo obedeció y ya tarde se dio cuenta que dicha bebida también estaba alterada aunque en menor dosis y al sentirse mareado quedó recostado en el piso a lo que Sarahi aprovechó para amarrar de pies y manos a Norma dejándola arrodillada y pegada a la pared, esperando impaciente a que reaccione; poco a poco Norma fue recobrando el sentido, veía todo nublosamente, hasta que reaccionó por completo pegando un grito al ver frente a ella de pie a Sarahi, al mismo tiempo que sentía un escalofrío y miedo recorrer su cuerpo al sentir que estaba inmóvil amarrada de pies y manos.

¡Hola, puta!— fue lo que escuchó Norma de labios de Sarahi que la veía sonriendo burlescamente y que sin resistirse mas le asestó una fuertisima cachetada a Norma, quien no daba crédito a lo que empezaba a vivir, aún así resistió el golpe con dignidad a pesar que casi la tumba al suelo.

¡Que diablos!— dijo Norma después de recibir la cachetada y sentir arder su mejilla, pero mas se sorprendió al ver a su hermanito Pedro tirado en el piso.

¡Si, es una larga historia!— expresó Sarahi excitada;

¡Pedro, Pedro!— gritaba Norma desesperada por tratar inútilmente de desatarse y hacer reaccionar a su hermano;

¡Oh, no!, de Pedro nada— dijo Sarahi al momento que le daba una patada en el estomago a Norma, ésta se dobló ahogando el grito, enseguida Sarahi la levantó jalándola por su cabello, mientras que le gritaba:

¿Te acuerdas perra?, ¡ahora me toca a mi disfrutar! Y sin soltarla del cabello Sarahi empezó a darle de cachetadas, ¡humillantes y dolorosas cachetadas!, era lo que Norma estaba recibiendo, su cara giraba de lado a lado y Sarahi no se detenía a pesar de que enseguida a Norma le saltaron las lágrimas; hasta que Sarahi se contuvo pero solo después de haber perdido la cuenta de cuantas cachetadas ya le había dado.

Ésta vez fue Norma la que se derrumbó a los pies de Sarahi quien lucía unas hermosas sandalias color rosa de vestir, de mediano tacón; Norma lloraba por el dolor de tantos golpes, pero mas aún por la humillación que estaba sintiendo, la rabia y el terror y miedo que la había invadido al no saber absolutamente nada de cómo había llegado a ésta situación. Sarahi contemplaba a Norma en el suelo llorando a sus pies muerta de miedo y se sintió poderosa sabiendo que en ese momento podía hacer con ella lo que quisiera y que nadie intervendría pues estaba en su casa sola a excepción de Pedro, quien para Sarahi no representaba mayor problema y nadie más sabia del paradero de Norma.

Sarahi tenia en mente miles de cosas para hacer sufrir a Norma, hacerla sufrir y humillarla en extremo, que ya ni sabia por donde empezar y en ese momento le plantó la suela de su zapato en plena cara a Norma y comenzó a restregársela limpiándosela con las propias lágrimas de ésta.

¿Qué pasa puta?, ¿no tienes nada que decir?; Norma sentía que no podía ni hablar, Sarahi le acomodó el tacón de su sandalia justo en la mejilla y empezó a hacer presión a lo que Norma se quejó fuertemente;

¡Ayyyyy!, maldita me haces daño. Sarahi soltó una fuerte carcajada diciéndole irónicamente:

¡Oh, en serio!, perdona ¡no era mi intención!; por cierto ¿quieres saber que se siente recibir un pisotón en plena cara?, pues te complaceré y Sarahi no tuvo piedad, levantó el pie y sin dudarlo un solo segundo le asentó un terrible pisotón en la cara a Norma con la suela de su sandalia haciéndola sangrar en sus labios, Norma aullaba de dolor y de impotencia, se arrastró por el piso llorando amargamente pues no podía ni siquiera tallarse la cara, ¡nunca había recibido un trato así de cruel!, toda su vida había sido la consentida y la reina de su casa sin recibir siquiera un solo rasguño por parte de Pedro o de sus padres y esto fue producto de que en esos momento Norma sentía que moriría del dolor y por un instante flaqueó sin importarle que le iba a rogar a su peor enemiga.

¡Por favor!, ¡ya no me pegues más!— suplicó débilmente a Sarahi quien solo le sonrió con desprecio; pero de pronto Norma Recordó a Pedro y sintió y creyó que en el estaba su salvación solo faltaba hacerlo reaccionar y toda histérica empezó a gritarle:

¡Pedro, por el amor de dios despierta!, ¿Qué nos quieres hacer maldita?, ¡te vas a arrepentir!— eran sus palabras de Norma quien no paraba de llorar. Sarahi no disimulaba su sonrisa.

¡Tengo respuestas para todas tus preguntas!— comentó Sarahi muy segura de si misma— para empezar olvídate de Pedro ¡el ya no es tu hermano!, ahora ocupa el lugar de mi juguete personal, ¡ya sabes!, algo así como un trapo sucio que me sirve de vez en cuando;

¡Estas enferma, maldita loca!— gritaba Norma quien no le creía una sola palabra a Sarahi e insistía en hablar a Pedro;

¡Pedro, Pedro!— en cuanto mi hermano reaccione me las vas a pagar todas juntas.

Por su parte Sarahi solo miraba divertida las amenazas de Norma y continuó muy tranquila hablándole:

¡En cuanto a ti!— veamos que tanto resistes, por que hasta el momento me estás decepcionando, Sarahi se agachó junto a Norma acercando su bello rostro al de ella y le dijo lentamente:

Sabes dentro de ti que no vas a salir de ésta ¿verdad?, y con un absoluto desprecio le escupió en la cara— ¡te detesto Norma! y no te imaginas cuanto te desprecio por todas tus burlas y humillaciones que me has hecho pasar siempre restregándome en la cara tu mejor posición social y burlándote de mi y de mi padre, ¡pero eso esta a punto de cambiar!, ¡te juro que no te van a dar los días para arrastrarte ante mis pies a implorar mi perdón!; aunque a decir verdad nunca se me había pasado por la mente hacerte tanto daño, ¡pero tu diste el primer paso!, me diste motivos para hacerlo.

¡Nunca debiste meterte conmigo ni humillado como lo hiciste!, ¿creíste que lo olvidaría?, ¿Qué me iba a quedar cruzada de brazos?;

¡Eres una perra!— grito Norma furiosa, te juro quee….,

¡Cállate!— contestó gritando Sarahi en el momento en que le daba un puñetazo con todas sus fuerzas en la cara a Norma haciéndole daño en la nariz— por lo visto no has entendido, ¡no tienes ni idea de la situación en la que te encuentras!, pero eso me gusta voy a disfrutar doblegándote y venciendo tu voluntad, ¡hasta que seas tan sumisa como un perro!, incluso mas que pedro,

¿Por donde íbamos?, ¡ah, si!— para que te lo hago mas largo, yo no hago las cosas a medias ¡las hago bien!, es decir no me conformo con unos cuantos golpes y un momento de placer y diversión como tú; ahora por estupida y creída estás en donde te mereces te voy a enseñar como se hacen las cosas y el resultado final:

¡Jajajajaja!— la cruel carcajada que se pegó Sarahi hizo temblar a Norma quien a pesar de que no pensaba bajar la guardia ni mucho menos someterse ante ella no pudo negar que en la expresión de Sarahi se veía claramente que no jugaba con lo que decía;

¡Te voy a convertir en mi esclava!— pensaba en que fueras mi sirvienta, pero pensándolo me di cuenta que hasta las sirvientas tienen ciertas libertades, las cuales tu no tendrás, así que para ti ¡la esclavitud te vendrá como anillo al dedo!, ¡además así será mucho mas humillante para ti!, ¿te imaginas valer menos que una sirvienta?, ¡ese será el castigo perfecto para tu orgullo y vanidad!, serás mi esclava el tiempo que se me de la gana, al igual que tu hermano aunque su función de el si es la de un sirviente— concluyó sarahi expresándose con pena al referirse a Pedro.

Sarahi volvió a carcajearse fuertemente para decirle a Norma:

¡En fin!— terminarás por besar el suelo que yo pise. Norma quería creer que todo esto era tan solo una terrible pesadilla y no asimilaba aún su cruel realidad, Sarahi la volvió a levantar por su cabello y repetidas veces disfrutó escupiéndole en la cara mientras le gritaba:

¡Puta!, ¿admites que eres una puta?; Norma con asco por los salivazos que estaba recibiendo aún se resistía;

¡Maldita!, ¡la única puta eres tú, te vas arrepentir Sarahi te lo juro!— gritaba Norma terriblemente humillada;

¡Oh, no lo creo!— se burlaba Sarahi— ¡eres puta y eres fea! y al decirle eso le sembró sus largas uñas en las mejillas a Norma sin dejar de hacer presión;

¡Noooo!— gritó Norma al sentir el daño que Sarahi le hacia con sus uñas— ¡detente!, ¡si, si soy una puta si eso quieres escuchar si lo soy!, Norma estaba muerta de miedo de tan solo pensar en que le quedara marcada la cara.

¡Vamos mejorando!— respondió Sarahi riendo, pero aún te falta, ¿sabes que me excitaría?— ¡verte gritar de dolor hasta que me supliques que me detenga!, ¡veamos quien tiene mejores pechos!, y al decirlo Sarahi le quitó, mejor dicho le rompió prácticamente la blusa a Norma, mientras que a ésta se le caía la cara de vergüenza y de humillación, enseguida Sarahi se quitó el cinturón que llevaba puesto, un cinturón negro de piel y de hebilla gruesa; Norma adivinó lo que se venia pero ni siquiera tuvo tiempo de hablar, Sarahi sin parar de reír le dio un tremendo cintarazo en la espalda a Norma a lo que ésta pegó un grito terrible acurrucándose para llorar, Sarahi ya preparaba de nuevo el cruel castigo cuando Pedro reaccionó gritando furioso:

¡Nooo!, ¡Sarahi!— ¡pero que has hecho!, ¿Qué le has hecho a mi hermana;

¡Ah, Pedro!— dijo Sarahi muy quitada de la pena, no me interrumpas y ve por mi cámara, ¡quiero que grabes todo!;

¡Pero por dios Sarahi!, ¡tú estás loca!— le dijo Pedro y se abalanzó sobre Norma abrazándola y ésta rompió aún mas a llorar;

¡Pedro, Pedro!, ¡gracias al cielo hermanito querido, desátame por favor!, ¿Qué ha pasado hermanito?, ¿Qué está pasando?; Pedro estaba a punto de comenzar a desatar a Norma cuando Sarahi gritó:

¡Alto, Pedro!— te digo que te detengas y dicho esto intentó jalarlo pero para sorpresa de Sarahi Pedro estaba fuera de si y muy nervioso y se atrevió a darle un empujón a Sarahi quien terminó en el suelo.

¡Me has engañado Sarahi!, ¡me has engañado y mira como has dejado a mi hermana!— contestó Pedro a Sarahi lloroso y molesto; ¿Cómo pudiste hacer algo así?;

¡Si, bueno te mentí!— dijo Sarahi molesta que aún permanecía en el piso, ¿y que?, ¡tu hermana no es mas que una perra que se merece esto y mas!;

¡Basta Sarahi!— respondió Pedro fuertemente como nunca en su vida lo había echo, estaba muy alterado y dolido por ver a su hermana golpeada y llorando y permaneció mirando fijamente a Sarahi, quien también le devolvió la mirada.

Sin levantarse del piso Sarahi estaba pensativa, sabía que tenia que actuar con mucha inteligencia y cuidado o la situación se le saldría de control ¿o ya se le había salido?, al menos eso reflejaba ahora la expresión de Norma quien estaba muy segura de que Pedro intervendría a su favor, pero Sarahi no demostró el nerviosismo que sentía al ver a Pedro tan molesto y alterado como nunca lo había visto.

Continuara……

No hay comentarios:

Publicar un comentario