sábado, 12 de junio de 2010

EL PRECIO DE UN AMOR 7

Norma en verdad se esforzaba en limpiar la orina y vomito tal y como Sarahi se lo había ordenado, pero le resultaba imposible a lo que Sarahi fastidiada decidió ayudarle levantándose del mueble y restregándole la cara en su propio vomito y orina de ella.

¿Lo ves normis?, ¡así de rápido y fácil!— dijo Sarahi sonriéndole de una forma burlesca a Norma para luego mirar a Pedro y decirle:

¡Ya, Pedro!, vete y llévate a esta perra, ¡me indigna su presencia apestando a orina!;

Sarahi, ¡por favor!, permite que se lave antes de irnos— imploró Pedro a Sarahi,

¡Nooo!— fue la cortante respuesta de Sarahi, pero Pedro lloroso se arrodilló a sus pies para suplicarle— ¡por piedad, no por ella, por mi, yo te lo suplico!,

¡Apúrate, antes de que me arrepienta!— respondió Sarahi cruzada de brazos algo molesta e incómoda por la petición de Pedro— ¡oh, por cierto Pedro acércate!; éste se acerco y sorpresivamente Sarahi lo recibió con un rodillazo en los huevos y sonriéndole le dijo:

¡Esto, por empujarme y tirarme al piso!, ¡nunca en tu puta vida se te ocurra volver a hacerlo!

Y tú escúchame bien estupida, es obvio que si hablas de esto a tus padres o a alguien mas mostrare las fotos a todo el mundo, incluso las divulgaré por Internet para que todos sepan y vean lo cerda que eres y si quieres demandarme ¡hazlo!, aunque para eso necesitarás testigos y ¡Jajajaja!, el único es Pedro o sea ¡que no tienes testigos!— se burló cruelmente Sarahi;

¡Bien, perra!; espero que el día de hoy te haya servido para aprender como debes comportarte ante mi porque mañana esto mismo lo repetirás en la escuela ante unas cuantas personas. Estas palabras hicieron pensar a Norma, pues una cosa era que se humille ante Sarahi en su casa, pero ¡no públicamente!, ¡no lo soportaría!, ella estaba dispuesta a someterse al cruel trato que Sarahi le daba con tal de que esta no divulgue las fotos, se sentía morir de solo pensar en que sus amistades o sus padres supieran todo lo que Sarahi le había echo pasar y sin dudarlo se arrastró a los pies de Sarahi gritando histéricamente:

¡Noooo!, ¡eso nooo!, por piedad Sarahi yo puedo seguir viniendo a tu casa y hacer lo que tu quieras, ¡te juro que no diré nada a nadie!, si quieres te puedo dar dinero, ¡si, te doy dinero a cambio de tu silencio!, pero no me humilles en público, ¡por compasión, no lo hagas!— le suplicaba Norma a Sarahi quien se reía de lo lindo al ver la cara de terror que Norma tenía desde el momento en que escuchó lo que pensaba hacerle pasar en la escuela.

Norma optó por seguir humillándose ante Sarahi besándole los pies, pero al intentar hacerlo se llevó una patada en pleno rostro,

¡Guacala!, ¡no te me acerques, ni se te ocurra tocarme!, ¡apestas a orina y vomito, eres una cerda!— fueron las palabras de Sarahi con una expresión de asco hacia Norma— y por supuesto que vas a seguir viniendo a mi casa ya te dije que apenas empezamos, ¡haré contigo lo que me de la puta gana!, mañana algunos van a ser testigos en la escuela de cómo vas a implorar mi perdón y si no lo haces ¡te irá mucho peor!, piénsalo si crees que es doloroso que unas cuantas personas vean tu penosa situación, entonces imagínate que lo sepa todo el mundo incluidos tus padres y ¡yo que se!, miles de personas que navegan en Internet, te lo dejo a tu elección— concluyó Sarahi.

Norma deseaba que nunca amaneciera pero lo inevitable llegó, muy temprano Pedro también se alistaba para la escuela Norma esperaba o mejor dicho aún soñaba con la esperanza de que Pedro la apoyara pero por mas que de nuevo intentó convencerlo, éste la evadió completamente y se salió rumbo a la escuela; ya en la escuela Sarahi miraba burlona a Norma al verla llegar muy nerviosa y llorosa y llegó la hora del receso, ese era el momento, Sarahi se dirigió hacia la parte de atrás de los salones junto con tres muchachas más que para nada eran tan amigas de ella, mas bien lo fueron de Norma pero al parecer nunca les cayó tan bien y ahora les excitaba lo que Sarahi les había adelantado que no era otra cosa que el ver a Norma humillándose ante ella y delante de sus examigas.

Las tres chicas y Sarahi se sentaron en unas bancas, Pedro observaba algo apartado; una Norma afligida se acercaba lentamente pensando en que hasta ese momento solo Sarahi era la que sabía lo de su penosa situación, pero eso estaba a punto de cambiar. Norma se detuvo justo detrás de Sarahi y de las chicas, pero éstas la ignoraron pasados unos instantes Norma algo bajo murmuró haciendo un completo ridículo:

¡Perdón, por interrumpirla señorita Sarahi, podría brindarme su amable atención por un momento!;

Sofía, una de las chicas y examiga de Norma no se aguantó más y soltó una gran carcajada, pues no se creía lo que oía ¡Norma!, llamando señorita a Sarahi y hablándole en un tono tan respetuoso, aún así Sarahi se tomó su tiempo hasta que se dignó a voltear para ver a Norma quien no se atrevía a darle la cara a Sarahi.

¿Qué quieres perra?— le dijo Sarahi a Norma mirándola con absoluto desprecio, ante las risas de las demás chicas; Norma quería que esto terminara lo más pronto posible a lo que respondió rápido y en un tono bajo:

¡Yo, quería pedirte perdón por lo mal que me he portado contigo durante mucho tiempo!,

Sarahi le dedicó una ligera sonrisa burlesca— ¡oh!, ¿en serio?, las demás chicas permanecían calladas y muy atentas a lo que ocurría,

¿Por qué habría de creerte?— le dijo Sarahi irónicamente; Norma empezaba a ponerse cada vez aún mas nerviosa,

¡En verdad Sarahi, te ruego que me perdones!; Sarahi cruzando las piernas le dijo risueña:
¡Si en verdad quieres disculparte pídemelo de rodillas!; Norma ya sabía casi todo lo que se venía así que esto no le extrañó, aunque eso no quería decir que no le doliera lo que iba a hacer, lentamente se dejó caer de rodillas ante Sarahi y sus secuaces de turno.

¡Oh, por dios!— exclamó María, otra de las chicas— ¡oh, por dios!, ¡Sarahi!, pero como has hecho esto posible ¡dime!, ¿la has hipnotizado acaso?,

¡No ha sido necesario!— contestó Sarahi, es solo que al fin esta perra acepta su realidad que no es otra que reconocer su inferioridad ante mí y no hay mejor forma de reconocer la superioridad de alguien que arrodillarse a los pies de ésta. Las tres chicas permanecían con los ojos y la boca bien abierta y hasta cierto punto incrédulas ante la situación.

¡Oh, por cierto pero que sucios que tengo los zapatos!, Norma ¡ya se!, si en verdad quieres ganarte mi perdón ¡limpia mis zapatos! y hazlo de la forma mas humilde que se pueda hacer o sea ¡con la lengua!, anda ¡venga!, que me estás haciendo perder mi receso.

Las tres chicas, Sofía, María y Alondra se llevaron las manos a la boca al oír semejante petición de Sarahi y mas se alarmaron al ver que Norma sin poner ninguna oposición se acercó hacia Sarahi y comenzó a lamerle sus bellos zapatos escolares negros de tacón mediano a lo que ésta para rematarlo le ofreció también las suelas y mientras Norma se humillaba Sarahi volteó a ver a las chicas para decirles risueña:

¡Bueno que!, ¿se animan?, no es necesario que finjan que se mueren de ganas de burlarse y humillar a esta,

¡Eh, tú estupida!— dijo Sarahi a Norma dándole una patada en la cara— ¡limpia también los zapatos de ellas!,

Norma ya lloraba y solo se limitó a gatear hacia María quien llevaba la voz cantante diciéndole:

¿Qué esperas imbecil?, ¡vaya!, no creí que fueras tan cerda y pensar que te considerábamos otra clase de persona, pero Sarahi nos ha dicho lo cerda que eres y como tal no te mereces mas que nuestro desprecio ¡lame mis zapatos perra!— gritó María excitadísima por tratar de esa forma a su examiga; Norma ya no controlaba su llanto y tristemente lamió también los zapatos de la joven y que para eso ya tenían que regresar a clases a lo que Sofía y Alondra optaron por perdonarle otro rato amargo a Norma, pero no así Sarahi.

¡Alza la cara y muestra la lengua!— dijo Sarahi apenas aguantándose las risas,

Norma obedeció y Sarahi junto con las tres chicas se carcajearon cruelmente de ella al ver lo negra y sucia que tenia la lengua la pobre Norma, a lo que Sarahi sin escrúpulos repetidas veces la escupió dejando caer su saliva directamente dentro de la boca de Norma, quien para su mayor desgracia ésta vez María, Alondra y Sofía decidieron también unirse a ese cruel trato.
A partir de ese día Norma abandonó la escuela por dos razones, la primera Sarahi se lo prohibió pues le tenia reservada otras obligaciones y la segunda, Norma por si misma no pensaba regresar jamás a esa escuela no después de que sabía de que ella andaba de boca en boca de todas en la escuela ¿y Pedro?, ¡bueno!, Pedro no decidía nada por si mismo y a Sarahi le pareció conveniente que también dejara de ir a la escuela para que por si acaso estuviera al pendiente de Norma y aprovechando que los padres de éstos estaban de viaje pues no tenían problemas en acatar las órdenes de Sarahi y sus padres no tenían ni idea en lo que se había convertido la vida de sus hijos.

El infierno de Norma apenas comenzaba tal y como Sarahi se lo había prometido, al siguiente día Norma y Pedro debían presentarse desde temprana hora en casa de Sarahi, Pedro cubría todas las labores de un sirviente como preparar y servirle el desayuno a Sarahi, se encargaba de la limpieza en general y como extra tenia satisfacer sexualmente a Sarahi lo que hacia gustosamente, esto por la confianza que Sarahi ya le tenía.

Pero no así Norma, ¡no!, la pobre Norma no corría esa suerte, por órdenes de Sarahi las cuales Pedro obedecía y supervisaba como si se le fuese la vida en ello; Norma solo se podía desplazar a cuatro patas ¡como un animal!, siempre amarrada de pies y manos esto solo por deseo de Sarahi para provocarle mas dolor y sufrimiento al tener que desplazarse de esa forma y amarrada ¿y sus ocupaciones?, ¡muy sencillas!, solo andar detrás de Sarahi siempre gateando detrás de ella, Sarahi en verdad se comportaba excesivamente cruel con Norma, desde que ésta llegaba entre ella y el mismo pedro la amarraban, enseguida Norma tenia que seguir a todos lados a Sarahi e irle besando los pies en todo momento, ya cuando se cambiaba para irse a la escuela, justo en ese momento Sarahi ante la vista de Norma y Pedro se quitaba las bragas que llevaba puestas y sin compasión se las metía en la boca a Norma y se la sellaba con cinta para que no pudiera escupirlas y sonriéndole con desprecio le daba una tremenda bofetada; Norma a pesar del humillante trato que ésta le daba le respondía con una mirada retadora y de profundo odio algo que a Sarahi le divertía mucho, le agradaba ver el rostro lleno de odio de Norma pues sabia que en verdad estaba sufriendo por el trato que ella le daba y no es que a Pedro no le doliera también el trato que le daban a su hermana era solo que no tenía ni carácter ni voluntad propia para intervenir.

Sarahi se marchaba a la escuela sabiendo que Pedro no la desobedecería, cuando se aproximaba la hora de que regrese Pedro le quitaba la cinta a Norma y le permitía escupir las bragas, Norma se soltaba a llorar; enseguida Pedro iba en busca de las sandalias de Sarahi para acomodárselas en la boca a Norma y de ésta forma tan humillante era como Norma permanecía detrás de la puerta a cuatro patas aguardando la llegada de Sarahi sujetando sus sandalias con los dientes.

No había día que al llegar Sarahi de la escuela no se carcajeara cruelmente hasta doblarse de la risa al ver a Norma.

¡Pero que patética!— expresaba Sarahi entre risas— deja que cuente esto a las chicas que por cierto ¡preguntan mucho por ti eh!, enseguida Sarahi se tiraba en su mueble preferido y sin darle importancia a Pedro y a las miradas asesinas de Norma les tronaba los dedos a ambos que ya sabían lo que tenían que hacer, Pedro se acomodaba en el piso también a cuatro patas para que Sarahi descansara los pies en su espalda, entonces llegaba otro momento vil para Norma; Sarahi indolentemente acomodaba los pies en la espalda de Pedro y Norma cuidadosamente dejaba las sandalias de ésta en el piso y procedía a descalzarla de la única forma como podía hacerlo: ¡con la boca!, lo que le costaba mucho trabajo agregando que si Sarahi consideraba que tardaba demasiado le daba de buenas cachetadas.

Como podía Norma le quitaba los zapatos y calcetines a Sarahi y entonces seguía aun lo mas cruel para Norma pues tenia que lamerle los pies a Sarahi, en especial sus plantas el tiempo que a ella le diera la gana y que no era solo un momento ¡oh, no!, Sarahi incluso perdía la noción del tiempo en lo que Norma lloraba y como siempre suplicaba en vano pues ya ni sentía la lengua de tanto pasarla por los pies de Sarahi quien al ver la cara de asco y de repulsión que ésta ponía al lamerle los pies muy divertida le restregaba los pies por toda la cara a Norma, incluso cuando veía a Pedro temblar por la postura en la que estaba lo hacia recostarse en el piso y lo mismo a Norma quien tenia que estirarse como podía en el piso y seguir lamiendo y besando los pies de Sarahi y luego lamer también sus zapatos, en cuanto Sarahi se fastidiaba le volvía a sellar la boca con cinta pero ésta vez ya no eran sus bragas lo que le metía sino sus calcetines transpirados y en ocasiones le acomodaba también un zapato en plena cara asegurándoselos también con cinta por si acaso Norma no estaba bien impregnada del aroma de sus pies; a pesar de los golpes que solía llevarse Norma si no satisfacía a Sarahi, ésta nunca le ocultaba su mirada llena de odio y rencor tratando a su pensar de demostrarle algo de orgullo y dignidad ante Sarahi si es que cabía en la situación en la que se encontraba.

Así era la rutina de Norma en casa de Sarahi que mientras la dejaba así por ratos, se metía al cuarto y permitía a Pedro darle placer y unas cuantas caricias a lo que este accedía gustoso y casi se olvidaba de la situación en la que se encontraba y junto con el su hermana; en una de esas tardes y dejando a Norma con la tarea de dejar brillantes los zapatos de Sarahi, ésta convenció a Pedro de ir a su casa aprovechando que sus padres seguían de viaje y poco a poco le fue sacando información en conversaciones a Pedro acerca de las ocupaciones de sus padres.

Sarahi quedó un tanto sorprendida de todas las comodidades en las que estos vivían y se sintió aun mas orgullosa por lo que había logrado hasta el momento en la situación tan humillante en las que los tenia, sobretodo a Norma y se las ingenió distrayendo a Pedro e investigando distintos documentos de trabajo de don Rodrigo, el padre de Pedro y sin que éste se diera cuenta extrajo todo lo que pudo y lo echó a su mochila para revisarlo sola en su casa.

Por la noche Sarahi sola en su cuarto se llevaba las manos a la boca por la sorpresa y la impresión debido a lo que acababa de descubrir al revisar los documentos de don Rodrigo, se dejó caer en la cama y comenzó a reír perversamente, pues lo que había visto y que tenia en su poder le facilitaba seguir en marcha con sus planes, era mas de lo que había podido imaginar, ¡era oro puro lo que tenía en sus manos!, y por supuesto que iba a sacar provecho pero para eso primero tenia que hundir por completo a Norma y eso era lo que pensaba hacer.

Continuara……

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