sábado, 15 de mayo de 2010

RUBÍ 10

Rubí tenía moviendo en sus manos una hermosa soguilla de oro que evidentemente debió costarle una fortuna pues tenía hasta incrustados como unos diamantes— ¡es tuya esclavo, tómala ya!— le dijo de pronto a Luis y al ver que éste permanecía inmóvil con la boca abierta continuó hablándole en plan de broma— ¡puedes tomarla con las manos o con los dientes, como te sientas mas cómodo!— concluyó sonriente.

Luis la tomó con las manos temblorosas y admiró la prenda con un corazón al igual de oro que se dividía en dos partes.

¡Abre el corazón Luis!— le dijo Rubí sonriendo y muy emocionada al ver el asombro y la alegría en el rostro del profesor; éste lo hizo y ¡oh, sorpresa!, dentro había una foto miniatura de el y su amada abrazados con las caras pegadas y recordó esa foto se la habían tomado en la hacienda al llegar, cualquiera que viera esa imagen podría jurar que eran la pareja mas feliz del mundo y envidiar a Luis por estar junto a una Diosa como lo representaba la belleza de Rubí y aunque la realidad era otra demasiado distinta la imagen era lo que expresaba.

Y Rubí tomó la soguilla y le dijo al momento que partía el corazón en dos y le mostraba otra soguilla— ¡son dos, yo conservaré una con la parte del corazón que tiene tu foto y tu harás lo propio con la mía!, ¡sí se que es cursi pero no me interesa quise hacerlo y punto!, ¿no dices nada?— Rubí se sonrió al ver que Luis no podía articular palabra estaba alucinado, anonadado ante tal acto y gesto de Rubí hacia el y se postró a sus pies a besárselos lleno de felicidad.

¡Venga, levántate!— le dijo Rubí; éste lo hizo aún temblando mas de emoción al ver a Rubí hacerse a un lado su cabello y decirle— ¡anda acomódame la mía!— Luis sin dejar de temblar le puso la soguilla a Rubí tocando su suave piel y respirando su exquisita fragancia, después Rubí le puso la de el. Quizás demasiado cursi como bien Rubí había dicho ¡pero así era ella!, imprevisible y abrazó a Luis diciéndole:

¡Y eso no es todo esclavo!— al momento que se quitaba la pijama quedando completamente desnuda ante la boca y ojos bien abiertos de Luis.

¡Conserva la soguilla por hoy!— le dijo Rubí sin que logre tener toda la atención del profesor pues éste estaba mas interesado en admirar embelesadamente el cuerpo de su Diosa que en oírla— pues aunque es tuya yo la guardaré, no me gustaría que la perdieras o mas bien que alguien de esas locas te la quite te haga pasar un mal rato y me haga enojar y en consecuencia te vaya mucho peor, ¿entendido?,

¡Sí ama!— contestó Luis ilusionado ante tal panorama.

¡Bueno pues ya lo sabes!, podrás pedírmela cuando quieras y ahora Luisito ¡ya sabes que hacer, si me dejas satisfecha como sueles hacerlo por ser tu cumpleaños te prometo ésta vez que después yo misma te daré placer a ti, así que esmérate!,

Apenas Rubí terminaba de hablar Luis se abalanzó sobre ella terminando ambos en la cama y como un poseído se entregó a darle a su Diosa todo el placer del cual fue capaz con la diferencia que ésta vez sabía que tenía una gran recompensa y cumplió como siempre. Después de un poderoso orgasmo Rubí estaba exhausta y Luis a su lado poniéndose cómodo.

¿Satisfecha ama?— le preguntó Luis una vez que consideró que Rubí había logrado calmar su pasión y excitación.

¡Claro esclavo!— fue la respuesta de Rubí cuyo rostro no podía ocultar una hermosa sonrisa de satisfacción— ¡estuviste genial, ahora déjame dormir!,

¡Ama!— expresó Luis entre afligido e indignado y para colmo excitado.

¡Oh sí!— le respondió Rubí burlona— ¡tu pequeño amigo reclama algo!, ¿verdad?, ¡no, no lo olvidé Luisin, a ver!— Rubí graciosamente le acarició con sus delicadas manos el pene a Luis que estaba en pie de guerra y tras mirar a Luis burlona regresó su mirada hacia su pene y con algo de asco y fastidio le dijo— ¿sabes Luis?, ya es muy noche y tengo sueño pero te lo prometí y ésta vez no puedo dejarte así con las ganas.

Luis se ilusionó pero Rubí tomó el teléfono, se puso de nuevo la pijama y se salió tantito de la habitación para que éste no la escuhara hablar— ¡aguarda!— le dijo al momento que entraba de nuevo a su habitación, pasados unos segundos Rubí no pudo disimular una perversa sonrisa y de nuevo le dijo al profesor— ¡aguarda Luis pronto podrás acabar tu también!,

¿No entiendo?— le dijo Luis intrigado ante tal actitud y sobre todo la sonrisita burlesca de Rubí.

¡Bueno!— le contestó Rubí sin dejar de sonreír— ¡es que yo prometí darte placer solo que con un cambio!— hizo una pausa y añadió luego de soltarse una buena carcajada— ¡te lo dará Susana!,

¡Noooo, Rubí, por Dios!— exclamó Luis al momento que a esas altas horas de la noche Camelia entraba al cuarto con Susana gateando y llevándola de la cadena asombrada y con sueño.

¡Es sencillo!— expresó Rubí bostezando al momento que miraba con desprecio a Susana— ¡chúpale la polla a Luis hasta que quede satisfecho!; tanto Susana como Luis sintieron un escalofrío por todo su cuerpo.

¡Oh y puedes correrte en su boca!— le dijo sonriente a Luis para después mirar a Susana y decirle al igual que le dedicaba una sonrisa cargada de burla— ¡y tu Susanita te lo comes toditito, buenas noches!,

Rubí que ya se había puesto de nuevo su pijama se tiró a su cama y se cubrió con las sábanas ocultando su risa; Camelia se marchó a la orden de Rubí y ésta al ver que ambos permanecían inmóviles se destapó y dijo aparentando estar molesta cuando en realidad solo comenzaba a divertirse a costa de sus esclavos:

¡Bueno por que diablos no hacen nada, mmmm, esto va a ser divertido y ya no tengo sueño!— concluyó al momento que se levantaba de la cama.

¡Ama por piedad!— expreso Luis suplicante y en verdad muy preocupado.

¡Cállate!— le respondió Rubí cortándolo por completo— y disfruta mas te vale que disfrutes— para enseguida dirigirse a Susana— ¡y tu acércate perra!,

¡Ama!— le imploró llorando Susana.

Rubí le estampó una fuertísima y humillante bofetada al momento que le decía— ¡calla, para chupar pollas se hace de todo menos hablar!, dicho esto por su cabello de una manera cruel y humillante la jaló y le acercó la cara a la polla de Luis— ¡mámasela!— le ordenó riendo a Susana.

Susana intensificó su llanto y Luis no buscaba en donde meter la cara pero Rubí con dos latigazos le hizo entender a Susana que no tenía de otra y con todo el odio y el asco que sentía por ambos comenzó lentamente a meterse en la boca el miembro de Luis y éste poco a poco aún en contra de su voluntad no pudo evitar excitarse ante el trabajo de Susana y ante la mirada divertida de Rubí.

¡Primero dale suaves besos y unas cuantas lamidas para estimularlo!— le dijo riendo con asco Rubí a una Susana que se encontraba muerta de llanto y vergüenza pero que obedeció la humillante orden mientras Rubí le acariciaba el cabello a Luis.

¿A que estás gozando verdad Luis?,

¡Ama te lo imploro que se detenga por favor!— le suplicó a Rubí— ¡esto es lo peor y lo mas degradante de todo lo que mas hecho pasar, por lo que mas quieras no nos humilles de ésta forma!,

¡Oh eso no es cierto!— le respondió burlona Rubí— ¡siempre me supero y siempre habrá algo peor!, además tu expresión me indica que lo estás disfrutando y era verdad, el miembro de Luis respondía por completo a las caricias de Susana y Rubí los grabó con su cámara para después decirles:

¡Acelera el ritmo y tu Luis no te corras aún, lo harás cuando yo quiera por que si lo haces antes te juro que te corto el pene!,

Rubí estaba excitadísima ante tal escena, no así Luis y Susana aunque el primero en cierta parte si lo estaba disfrutando pero era muy ajeno a su voluntad si de el hubiera dependido hubiese preferido un balde de agua fría para calmar sus instintos y evitar a Susana ese acto tan aberrante, en realidad la única que estaba gozando como loca con todo esto era Rubí quien así los mantuvo hasta que quiso y dijo a Susana— ¡hazlo acabar!— y con la mirada indicó a Luis que se corriera y éste sin resistirse mas explotó con una descarga considerable de semen en la boca y cara de la desdichada Susana.

Enseguida Rubí sujetó a Susana por el cabello al momento que le decía— ¡ni se te ocurra tragártelo, abre la boca que quiero verlo!; Susana obedeció y Rubí poniendo una expresión de asco expresó— ¡Guacala pero que cerda!— y dejó caer un salivazo que se mezcló con el semen dentro de la boca de Susana— ¡trágatelo ya!— le ordenó en cuanto se dio por satisfecha y Susana lo hizo a duras penas evitando vomitar.

¿Satisfecho esclavo?— le preguntó solo con la intención de burlarse de Luis; éste no contestó, con la mirada buscó disculparse con Susana pues para nada fue su intención haberla humillado de esa forma pues si de eso se trataba el se sentía aún mas humillado por lo cruel que Rubí se había comportado con el, con ambos en la manera en que los había forzado pero Susana lo miró con odio y rencor.

Rubí le arrojó agua en la cara a Susana para limpiársela y sonriente le dijo:

¡Ahora lámeme el culo que esto me ha puesto de muy buen humor!,

Susana sintió que se desmayaba y hubiera sido lo mejor solo que no sucedió; Luis miró a Rubí y le suplicó como nunca lo había echo empleando un tono en verdad conmovedor que hubiese inspirado lástima y compasión a cualquier persona pero no así a la cruel y altanera Rubí.

¡Ya no mas ama, por piedad!— le dijo Luis llorando.

¡Cállate!— fue la respuesta de Rubí mirándolo y sonriéndole despectivamente.

¡Susi, rápido, pega tu cara a mi lindo y fino trasero!— enseguida Rubí soltó una fuerte carcajada producto de sus propias palabras y al ver que ésta no reaccionaba ordenó al profesor— ¡Luis acércala hacia mi trasero ya!,

El profesor comprendió que era inútil hacerla entrar en razón y sin mirar a Susana obedeció y por orden de Rubí muy a su pesar por que en verdad le dolía que Rubí le ordenara tales cosas, ¡le restregó la cara a Susana en el culo de Rubí y la dejó pegada unos instantes justo lo suficiente para que Rubí se echara un pedo en plena cara de la pobre infeliz de Susana riéndose como una loca y dejándola con la cara pegada ahí para que lo respirara totalmente!,

Susana quedó rota moralmente llorando amargamente y Rubí mandó a llamar a Camelia para que se la llevara, entonces vio que Luis estaba desilusionado y cruelmente se dirigió a el diciéndole:

¡Luis sígueme lamiendo el culo, veo que envidias el trato que le doy a Susana así que no te haré sufrir sino que te trataré igual!,
Luis la miró lloroso y se acercó triste pues lo que había comenzado como una tierna velada estaba terminando mal como siempre solía pasar. Y Rubí se restregó también la cara de Luis en su culo y también de nuevo cometió la travesura de echarse otro pedo para que respirara el profesor pero ésta vez no se conformó con eso sino que al momento en que hacía fuerza para obsequiarle el oloroso pedo con sus manos sujetó aún mas fuerte la cara de Luis por detrás y haciendo mas fuerza quedándole la cara roja por completo logró lo que quería: ¡cagarse en la cara de Luis!, Rubí en verdad esa noche se portó de lo peor con Luis pues lo mantuvo así restregándole la cara en sus heces manchando el piso obligándolo a que se lo comiera todo por completo incluyendo que la limpiara con la lengua al igual que el piso mientras ella lo miraba arrogante, altanera y con desprecio al verlo llorando y tan humillado ante ella y al final se marchó de su cuarto pues el fétido olor no se escabullía tan fácilmente ordenando a Luis dormir ahí desnudo por lo que quedaba de la noche sin permitirle asearse y con la orden de que al otro día dejara como nuevo el piso y el colmo de todo, lo que hizo que Luis se la pasara totalmente desconsolado por lo que quedaba de la noche; una indignada Rubí lo culpó de que el había sido el causante de arruinar la tierna velada por sus patéticos sentimientos de pena hacia Susana o sea encima de todo Rubí fue una pobre victima y la única que podía sentirse con el derecho de estar afligida mas no así el profesor ni mucho menos Susana.

En una tarde lluviosa en que Rubí había salido a montar a caballo tuvo que aguardar en los establos a que la lluvia pasara para regresar a la casa, mientras Tania y Rocío descansaban en sus respectivos cuartos Mayra estaba sola en la sala algo fastidiada pero sobre todo nerviosa pues le temía desde pequeña a los truenos y descargas y se hizo acompañar por Luis al que le pidió que se abrazara a sus pies para que se sintiera mas segura. Luis se sonreía en su interior pues cada vez comprobaba más que aquellas jóvenes a pesar de lo cruel y sádicas que se comportaban con el no dejaban de comportarse como unas niñas mimadas que eran y mostraban en cierta parte la inocencia de su juventud y Luis se sonreía al ver la cara de terror de Mayra cada vez que tronaba que poco a poco se fue calmando con las palabras de aliento de el profesor.

Y pensando en silencio la señorita Mayra recordó entonces que tendría serios problemas cuando regresara a la escuela pues estaba reprobada en varias materias y sus padres no sabían nada y seguro la castigarían entonces después de mucho tiempo volvió a mirar a Luis como a un ser humano y no como a un animal y cayó en cuenta que en el tenía a la mejor herramienta de trabajo para resolver sus problemas.

¿Luis, oye?— le preguntó de pronto interesada en oír su respuesta— ¿tu sabes algebra?,

Luis se sorprendió por la pregunta y enseguida le respondió— ¡claro ama!,

Mayra le sonrió ésta vez cariñosamente diciéndole— a ver acomódate en el piso y puedes mirarme a la cara. Luis obedeció y escuchó con atención lo que la joven tenía que decirle.
¡Mira Luis, tengo serios problemas con algebra y si no paso mis exámenes al regresar al Instituto la pasaré fatal!— Mayra mostraba una expresión afligida— ¿y tu no quieres que la pase fatal, verdad?,

¡Por supuesto que no ama!— le respondió Luis.

¿Tu me puedes ayudar?— le dijo Mayra como una niña pequeña pidiendo un dulce. Luis se conmovió ante el modo de ésta y sobre todo que en verdad se veía afligida.

¡Lo haría con mucho gusto ama!,

¡Perfecto!— le contestó ésta— aprovechemos ésta tarde y enseguida se fue a su cuarto para regresar con sus libros, ¡tal era su preocupación que había cargado con ellos cuando partió para el rancho!; se acomodó en el sofá diciéndole a Luis— ¡ven siéntate junto a mi para que estés cómodo y puedas concentrarte mas al enseñarme, ah y puedes llamarme por mi nombre!,

El profesor obedeció maravillado ¡por fin lo volvían a tratar con respeto!, pero sobretodo lo hacían sentirse útil e importante y comenzó las asesorías y comenzó a comprobar que Mayra no estaba mal en algebra ¡estaba perdida totalmente!, al punto que hasta Luis se estaba hartando de repetirle los pasos de un problema solo que por temor no le decía nada para no hacerla enfadar.

La escena no podía ser mas graciosa, Luis sudaba y se esmeraba y pedía al cielo paciencia para no gritarle a esa frívola jovencita que era una niña tonta de remate y Mayra veía a Luis en verdad con una cara de boba mordiendo su lápiz incapaz de resolver el problema y como no pudo prefirió dedicarse a otra cosa; cerró su libreta y expresó— ¡mmmm, vamos a dedicarnos a física dejemos algebra!,

¡En mi humilde opinión creo que primero deberíamos concluir con algebra!— le contestó sonriente Luis.

¡No Luis, vamos a física conozco mejor esos terrenos!— le respondió una orgullosa Mayra.

¡Que remedio!— pensó Luis y pasó lo mismo Mayra no podía con los ejercicios y Luis le volvía a explicar las cosas con mucha paciencia hasta que Mayra le dijo después de resolver mal el problema y entercarse en que lo había hecho bien:

¡Listo Luis, no se puede hacer mas por que es difícil en realidad!,

Luis insistió en continuar pero ésta de nuevo le dijo— ¡que no, ya está bien, lo he terminado y en verdad que estaba difícil!,

¡Vaya!— pensó Luis— es mucho mas fácil y rápido golpear a una persona y humillarla como hacían con el y Susana que resolver un pequeño problema de física.
¿Verdad que es difícil?— le dijo Mayra con una expresión graciosa en su rostro pues necesitaba escuchar del propio Luis que en verdad no se podía hacer mas nada por ese problema.

¡De hecho es un problema sin mucha dificultad que se puede resolver en 15 minutos!— Luis se arrepintió al instante después de haber dicho lo que dijo pero como siempre ya estaba dicho esto al caer en cuenta que llevaban dos benditas horas con ese problema ¡y el le sale con que el problema era de 15 minutos! y mas se arrepintió al ver la expresión de rabia e indignación en el rostro de Mayra.

¡Mira Mayra no malinterpretes las cosas lo que pasa en estos casos es que….!— intentó disculparse el profesor para no encolerizar a la caprichosa jovencita pero ésta no lo dejó terminar.

¡De rodillas!— lo cortó Mayra.

¿Perdón?— expresó confundido Luis.

¡Vas a seguir dándome la asesoría de rodillas!— concluyó sonriéndole con burla.

Luis sabía que no podía confrontarla y se sintió patético al estar de rodillas frente a la joven con sus piernas cruzadas tratándole de enseñar y mas se indignó al ver que Mayra lo ignoraba y solo lo tenía de rodillas para humillarlo y divertirse un rato con el. A Luis le comenzaban a doler sus rodillas y veía afligido que Mayra solo lo quería humillar y de pronto acercándole su bello pie a la cara le dijo— ¡tomemos un descanso!,

Luis intentó levantarse provocando que ella se riera cruelmente de el al decirle— ¡no Luis, no dije que te levantes en tu descanso te permito que me beses los pies y para eso necesitas quedarte así, de rodillas!— concluyó burlona. Luis se humilló continuando de rodillas cada vez más adolorido y encima besando los pies de la cruel chica.

¿Soy linda Luis?— le preguntó de pronto Mayra.

¡Sí ama!— le respondió pues Mayra también le había vuelto a prohibir que la llamara por su nombre.

¿Mas que Rubí?,

Esta vez Luis se lo pensó intuía peligro en las palabras de Mayra y lo que menos quería era llevarse un castigo.

¡Usted es muy bella ama Mayra!,

¡Mi pregunta fue si soy mas linda que Rubí, torpe!— le dijo mientras le pegaba los dedos de su pie en sus labios a Luis y se los abría introduciéndoselos en la boca para que éste se los chupara, al sacárselos Luis aún continuaba callado.
¿No me vas a responder?— le dijo Mayra con una sonrisa perversa para enseguida amenazarlo— ¡le diré a Rubí que me faltaste al respeto!,

Luis titubeó y al final le respondió— ¡sí ama usted es mas bella que mi ama Rubí!,

¡Oh que lindo de tu parte!— verás siempre se lo he dicho pero no me cree pero ahora que tu lo confirmas no habrá problema para que tu se lo digas en su cara enfrente de ambas ¡que yo soy mas linda!, ¿verdad?,

Luis ésta vez si se sintió morir Mayra lo estaba metiendo en un callejón sin salida, si lo hacía Rubí lo mataba ¡seguro! y si no lo hacía se iba a llevar mínimo unos cuantos cintarazos por parte de Mayra.

¿Lo harás?— le dijo muy divertida Mayra sabiendo de sobra que lo estaba atormentado sin piedad.

Luis no contestaba tan solo se ponía cada vez mas nervioso.

¡Sí no lo haces pensaré que eres un mentiroso!, o peor aún— ¡crees que yo soy fea!— le dijo a punto de llorar sorprendiendo al profesor ante esa reacción.

Luis ya no sabía que pensar de esas chicas si en verdad estaba a punto de llorar o si solo fingía perfectamente y al final le dijo:

¡No ama yo no he dicho eso al contrario usted es bellísima!, y en verdad lo era y ella lo sabía pero estaba decidida a jugar con el pobre de Luis.

¡No no soy fea Rubí me lo dice siempre y tu también lo piensas!— y actuando perfectamente se echó a llorar sobre el hombro de Luis que temía que Rubí llegara en ese momento y entonces sí la cosa empeorara y rogaba al cielo por que la lluvia no pasara cuando de pronto Mayra se arrodilló junto a el y le metió las manos dentro de sus calzoncillos buscando y encontrando el miembro de Luis comenzando a acariciárselo con sus bellas y cuidadas manos.

¡Ama!— expresó exaltado Luis.

¡Venga Luis!— le contestó ella mientras lo miraba con lujuria— ¡yo puedo darte el placer que Rubí no te da y así creerás que soy mas linda que ella!,

¡No ama por favor!,

¡Claro!— insistió Mayra— ¡no me importa, estoy resignada a tomar las sobras de Rubí y si ella no te da placer te demostraré que soy mas complaciente que ella solo déjate hacer y disfrutar!— y diciendo esto Mayra le bajó los calzoncillos y lo comenzó a masturbar con sus manos, el profe no lo podía creer estaba calientísimo y excitadísimo, tener a esa belleza tan cerca de su polla y a punto de chupársela simplemente ¡no se la creía!, con Susana no lo disfrutó por la forma en que se dieron las cosas pero con Mayra era distinto nadie la estaba obligando y estaba radiante con su cabello suelto.
Luis se dejó llevar por la excitación y el dolor al sentir un fuerte tirón pues Mayra cruelmente le apretó su miembro hasta hacerlo gritar y casi llorar de dolor en el piso.

¡Hasta crees idiota!— le dijo entre risas al momento que lo veía retorcerse a sus pies— ¿yo chupándote la polla?, ¡jajajaja, ni que estuviera drogada!— ¡bueno Luis continuemos con los putos ejercicios así que basta de juegos que los exámenes no serán ningún juego!— y diciendo esto se volvió a sentar en el mueble riendo mientras Luis se dolía todavía indignado, volvió a arrodillarse y continuaron sin llegar a ningún resultado hasta que Mayra de nuevo se entercó en que ella tenía la razón y Luis trataba de sacarla de su error.

¡Quizás en verdad sea imposible de resolver como haz dicho!— le dijo de pronto Luis ya harto de ver que era imposible lidiar con la joven.

Mayra leyó el sarcasmo en las palabras del profesor y se dirigió a el de nuevo ofendida— ¿o sea que soy una burra?,

¡No ama, yo no….!— intentó justificarse Luis.

¡Oh sí, eso haz dicho que soy una burra, bueno pues!— dicho esto se mantuvo callada por unos segundos al momento que cerraba bruscamente sus libros y se dirigía de nuevo a Luis sintiéndose aún mas ofendida— ¡de rodillas así como estás extiende los brazos a los lados como en posición de cruz con las palmas hacia arriba!,

Luis dudoso obedeció y Mayra le puso en cada palma dos libros y lo dejó así, se retiró por un momento para enseguida regresar con un bote de helado y se sentó a disfrutarlo frente a Luis.

¿Y bien Luis?— le dijo con su sonrisita burlona— ¿Quién es el burro ahora?,

Luis no contestó se sentía muy mal por el trato tan déspota que recibía de Mayra y ésta no contenta le dijo— ¡te quedarás así hasta que supliques mi perdón o no, mejor veamos cuanto resistes, si tiras un solo libro te castigaré muy cruel a menos que admitas que resolví perfectamente el ejercicio quizás te perdone!,

¡Ama con todo respeto!— le dijo Luis— si lo admito cuando presente su examen reprobará y entonces me irá peor sin que sea culpa mía.

Mayra actuando con soberbia ésta vez se molestó aún mas y como respuesta le dijo— ¡ya veo que tu lengua no te ayuda mucho al hablar, Rubí te la debería de cortar, a ver abre la puta boca todo lo que puedas!,

Luis lo hizo y Mayra riendo le acomodó sus sandalias para que éste se las sosteniera con los dientes y le puso otro libro mas sobre la cabeza para enseguida comenzar a carcajearse.

¿Y bien Luis, quien es el burro?— y se deleitó disfrutando su helado viendo sufrir y temblar a Luis con los libros en sus manos y cabeza y sus sandalias colgando de su boca, ¡en verdad que se veía patético! y Luis tiraría todo en cualquier momento y entonces vendría un castigo aún peor; Luis lo sabía y comenzó a llorar pues intuía que no iba a resistir mucho. Mayra se rió de el cuanto quiso hasta terminarse su helado.

¡Mmmmm, delicioso!— comentó relamiéndose los labios para después decirle al profesor un tanto mas relajada— Luis si te disculpas te perdonaré, ¡oh no puedes hablar que digo hablar ni siquiera puedes ladrar, jajajaja!— se burló sin consideración alguna de el y cuando presintió que no resistiría mas le dijo— parpadea dos veces los ojos y entenderé que estás arrepentido.

Luis lo hizo y ella se paró frente a el con los brazos en su cintura diciéndole:

¡Está bien imbécil pero mide tus palabras de hoy en adelante!— y le dio una patada no tan fuerte en sus huevos pero si lo suficiente para hacerlo quedar de nuevo en el piso a sus pies retorciéndose de dolor aunque acabó con el castigo y logró soltar los libros y las sandalias y Mayra aún se divirtió parándose encima sobre la espalda de Luis riendo.

A eso que la lluvia calmaba y Rubí regresaba a la casa y entraba justo en el momento en que Mayra brincaba sobre la espalda de Luis.

¿Qué le haces a mi esclavo zorra?— se expresó una sonriente Rubí empleando ese tono que era habitual entre ella y Mayra que le devolvió la sonrisa.

¡Matando el tiempo!— fue la respuesta de Mayra para después añadir— ¡Rubí tus botas están un asco!,

¡Lo se!— le contestó Rubí subiendo los hombros y expresando un gesto gracioso en su rostro y quien al dirigirse desde la puerta hasta el mueble había dejado un lodazal en el piso pues en verdad sus botas lucían mucho peor— ¡lo hice a propósito!— concluyó cínicamente.

¡Uy Luis creo que tendrás trabajo!— se burló Mayra del profesor que sintió nauseas de solo ver las manchas de lodo por el piso.

¡Pues si!— continuó altanera Rubí— ¡por que creo que pisé hasta estiércol, ah pero te juro que no me di cuenta!— dijo poniendo su mejor carita de niña tierna e inocente. Mayra rompió a reírse.

¡Camelia!— gritó Rubí; ésta apareció y enseguida Rubí se dirigió a ella de la manera más amable de la que era capaz de tratarla.

¡Oye imbécil!, ¿Por qué no estás aquí con mi otra perra?,

¡Perdón señorita!— le respondió humildemente Camelia— precisamente ella se encuentra limpiando sus zapatos como a usted le gusta.
¡Pues tráela inmediatamente!; Camelia corrió presurosa para volver enseguida con Susana quien ante la risa hipócrita de Mayra hacia ella se enteró del próximo caprichito de su odiosa ama Rubí que en ese momento se dirigió a ella con un tono imposible de describir pero profundamente cargado de una burla y desprecio absoluto.

¡Oh Susi, rápido estoy en aprietos y solo tu y tu lindo cabello me pueden ayudar!,

Susana se sintió morir cuando oyó concluir a Rubí su deseo del momento con una despectiva sonrisa en su rostro.

¡Limpia con tu cabello mis botas y el piso hasta que queden impecables!,

Susana pensó— ¿Qué podía hacer para negarse ante tan infame orden? y con su expresión de tristeza lo decía todo.

¡Ay que fastidio con esa puta cara!— le dijo Rubí solo para atormentarla mas.

¡Yo la ayudo!— intervino mas que divertida Mayra y ante las risas de Rubí arrastró del cabello a Susana llevándola hasta dejarla en el piso ante los pies de Rubí entonces Mayra le pisó la espalda y Rubí carcajeándose le restregó las suelas de sus botas en su cabello humillándola, haciéndole creer que en verdad había pisado estiércol algo que ni siquiera ella misma sabía y que no le preocupaba en lo mas mínimo. Susana lloró como nunca ante esa impotencia de no poder hacer absolutamente nada para negarse a los crueles caprichos de Rubí que encima después Mayra que cada vez se comportaba mas cruel la obligó a limpiar las manchas del piso restregándole la cara en ellas.

Susana quedó hecha un asco y Rubí le prohibió que se lavara la cara y mucho menos el cabello y ya como que no quiere la cosa concluyó su diversión escupiéndole en plena cara a Susana al igual que Mayra.

Luis se marchó con la excusa de seguir limpiando los otros zapatos de Rubí y ésta ni caso le hizo al estar tan entretenida con Susana. Luis no soportaba el trato cada vez mas ruin y miserable que Rubí le daba a Susana y se marchó muy afectado.

Susana lloraba amargamente en su corral encadenada y con el cabello cubriéndole la cara lleno de lodo, asqueroso igual que su cara y como Rocío supo lo ocurrido acudió a verla. Susana se desplomó a sus pies a llorar, Rocío los apartó y se tapó la nariz pues en realidad Susana daba asco y ésta le imploró a Rocío que por favor la rapara ¡ya no podía seguir manteniendo así su cabello, era demasiada humillación!, pues inclusive Rubí varias veces se orinaba en su cara y en su cabello al igual que hacía con Luis por el puro placer de humillarlos.

Rocío le prometió interceder a su favor pues le hizo ver que ella directamente no podía raparla sin el consentimiento de Rubí pues no quería un mayor problema con ella, dicho esto Rocío se marchó del corral y mientras se alejaba casi se le salen las lágrimas al no poder quitarse de su mente la imagen del penoso estado en el que se encontraba Susana, ella misma se tocó su cabello sintiendo aún mas lástima de su antigua maestra pues sabía cuanto adoraba su cabello al igual que Rubí lo sabía y por eso le daba a Susana donde mas le dolía.

Rocío pensó muy bien las cosas y al hablar con Rubí esa misma noche le dejó muy en claro que quería a Susana rapada pues le daba mucho asco esto se lo dijo pues presintió que si le decía la verdad a Rubí, que Susana le daba lástima, ésta podía tomar venganza por la vez en que ella intercedió por Luis para que no le de mas latigazos y terminó besándole la mano a Rocío, algo que Rubí ya había olvidado pero Rocío lo tenía muy en cuenta.

Rubí riendo con malicia al momento que se acariciaba su largo y hermoso cabello le dijo a Rocío después de escucharla:

¡Pero no puedo raparla!— ¡se lo prometí y mira que la pobrecita me lloró a mis pies para que no la rapara!— concluyó entre risas.

¡Por Dios Rubí!— le contestó molesta Rocío— ¡está asquerosa, rápala o lo haré yo misma!,

¡Nooo!— le respondió tajantemente Rubí— ¿ella está de acuerdo en que la rapes?,

¡Pues claro y si no, me importa poco el caso aquí es que me da asco!— contestó Rocío.

¡Bien!— dijo orgullosa Rubí— si quiere que la rape que me lo pida ella— de ésta manera le dejó claro a Rocío que antes de cortarle el cabello primero la volvería a humillar. Rocío se marchó viendo que era inútil convencer o hacer cambiar de parecer a Rubí y se lo comunicó a Susana que lloró aún más.

¡Solo quiere humillarme!— gritó Susana— ¿Qué acaso no ha tenido suficiente esa maldita mocosa?,

¡Lo siento Susi!— se disculpó apenada Rocío al entender la frustración y la vergüenza por la cual debía estar pasando su amiga y antigua profesora y para no perder mas tiempo la llevó de la cadena a la habitación de Rubí pero cuando ésta la vio le gritó furiosa a Rocío:

¡Que asco!, ¿Cómo la traes a mi habitación?, ¡cuanta urgencia carajo, llévala al corral, yo bajaré a verla en un rato pero apártala de mi vista ya que infecta mi habitación y su presencia me repugna!,

Rocío se marchó con Susana deshecha. Rubí después de un relajante baño y un masaje en los pies por Luis acudió feliz a ver a Susana y en el corral afuera se plantó frente a ella.

¡A ver perra que sea rápido!, ¿quieres que te rape?— eso me dijo Rocío.
¡Sí ama!— respondió humillada Susana.

¿Y tu te crees que soy tu burla?— le dijo Rubí riendo— ayer me dices que no te rape y hoy me sales con que siempre sí, ¿Qué diablos te crees?,

¡Perdóname ama!— le contestó Susana en voz baja y de nueva cuenta comenzando a llorar— ¡te suplico que me rapes!,

¡Bien lo haremos mañana temprano!— le dijo Rubí sin ocultar una maliciosa sonrisa en su rostro.

¡Gracias ama!— respondió Susana desconsolada.

¡Harás algo por mi!— le dijo de pronto Rubí con esa maldita risita burlona que humillaba profundamente a Susana cada vez que Rubí se la dedicaba— ¡nada es gratis!— y como Susana estaba prácticamente inmóvil sujeta de su cadena a una esquina del corral, Rubí se subió sobre el corral y tras acomodarse con mucho cuidado para no caerse Susana sintió morir al ver lo que pretendía hacer y que hizo. Rubí se hizo a un lado su ropa y sus bragas y riendo cruelmente ¡se orinó en la cara y en el cabello de Susana! y sin parar de reír la humillaba aún mas.

¡Ya que te raparé no puedo privarme de éste placer!, ¿no crees Susi?— le decía mientras miraba fascinada como el chorro de orina bañaba por completo el rostro y el cabello de Susana sin que ésta pudiera hacer absolutamente nada— ¡aunque me queda la opción de seguir orinándome en tu patética cara siempre que quiera!— concluyo carcajeándose y así se quedó Susana por toda la noche respirando la orina de Rubí hasta que amaneció y para sorpresa de Susana, Camelia acudió por ella y la llevó para asearle el cabello tan cuidadosamente que al terminar de hacerlo con shampoo se lo había dejado impecable.

Susana no se lo podía creer su cabello lucía bien y olía bien ¡ya para que se lo cortaban!; enseguida Camelia la llevó a la sala donde estaban las cuatro chicas y la arrojó a los pies de Rubí. Susana suplicó con la mirada a Rocío y ésta la entendió.

¿Para que la rapas?— le dijo Rocío a Rubí tratando de no mostrarse tan preocupada por Susana— pobrecilla, el problema era lo sucio, ¡deja que lo conserve!,

¡Por un carajo!— respondió Rubí— ¡A ver Susi!, ¿quieres conservarlo?— le preguntó divertida e interesada en oír su respuesta.

Susana asintió desesperadamente con la cabeza y Rubí maliciosamente le dijo— ¡suplícanos a la cuatro y a ver que pasa!,

Susana se postró y besó y lamió los pies de las cuatro implorando su compasión humillándose tan miserablemente y haciéndose sorda a las burlas y fuertes carcajadas de todas excepto como siempre Rocío que se sintió mal cuando Susana restregó su cara como un perro sobre sus pies implorándole aunque fingiendo su compasión pues sabía que con ella si contaba pero Rubí ya había tomado su decisión y cómplicemente Tania y Mayra dijeron que no estaban satisfechas con la humillación de Susana, Rocío prefirió no votar no tenía caso al ser la única que mostraba y sentía aún afecto y respeto por Susana.

¡Oh que pena Susi!— le dijo Rubí conteniendo su risa y mirándola con burla— ¡ya ves, no depende de mi pues tengo que seguir el ejemplo de ellas, conste que me he portado muy linda contigo querías conservar tu cabello y te lo permití, querías que te rape y accedí ahora de nuevo quieres conservarlo pero lo dicho no dependió de mí!,

¡Camelia, tijeras y una maquinita o la mierda que haga falta para tener muy pronto a una perrita pelona!— dijo una mas que excitada Rubí.

Rocío se marchó de ahí algo que las demás no le dieron importancia y entre llantos amargos de Susana Rubí se encargo de cortarle su cabello mientras Tania agarraba los mechones cortados y riendo se los tiraba a la cara a Susana apoyada por Mayra pero Rubí como les había dicho mas de una vez a Susana: “siempre puede ser peor cuando creas que no hay nada mas malo y ruin yo te haré algo nuevo y peor” y a Luis: “no llores por que yo si te puedo dar motivos reales para hacerlo”. Estas amenazas siempre estaban latentes para ambos y Rubí gentilmente siempre se las cumplía y ésta vez no fue la excepción con Susana y comportándose mucho mas cruel con ella como si no le bastara el hecho de que le estuviera destrozando su tan preciado cabello le dejó un par de mechones largos para que conservara a modo de colas que ahora sí hacían lucir muy mal y patética a Susana tanto que quizás el payaso mas modesto se hubiera sentido ofendido de que lo compararan con ella.

¡Oh mira que marca mas hermosa llevas en tu cara!— le dijo Rubí pellizcándole las mejillas a Susana burlándose y humillándola por completo— ¡ahora si que se aprecia, llévala con respeto, eh!; Tania y Mayra se fueron de ahí también carcajeándose y dejando solas a Rubí y a Susana.

¿Y bien Susi?— le dijo Rubí caminando elegante alrededor de una arrodillada y aniquilada Susana— ¿ahora sí me temes, ahora te das cuenta de lo peligrosa que soy y de la estupidez de tu parte al querer doblegarme?,

¡Te odio!— le respondió Susana con todo el rencor posible que salió de lo mas profundo de su ser y Rubí le mostró el uso y el daño que le hacía y para lo cual le dejó conservar los mechones pues le dio un tirón tremendo que hizo gritar horriblemente a Susana que se veía fatal rapada totalmente y solo con esos dos ridículos mechones.

¡Lo se!— le contestó Rubí riendo satisfecha como si desde un principio hubiese sabido la respuesta de Susana— ¡y me encanta y me excita por que no puedes hacer nada en mi contra!, al contrario, me odias y ¿Qué haces?, jajajaja— se rió tan cruel que Susana no supo si odiarla o temerle mas— ¡comerte mis heces, tragarte mis orines, vómitos y sobre todo lamer el sudor de mis pies y la suciedad de mis zapatos, debe ser lindo hacerlo teniendo en cuenta que me odias!, ¿no?— ¡te imaginas si me amaras, seguro y te pusieras de alfombra para que mis pies no toquen el piso!, ¡oye que buena idea soy genial!— se rió Rubí de su propia ocurrencia— ¡creo que le diré a Luis para que lo practiquemos!,

Susana lloraba y de pronto sin buscarle otra salida mas digna a su situación miró a Rubí suplicante diciéndole— ¿Rubí, por que no me matas?, ¡te lo imploro!— y se derrumbó llorando a sus pies mientras continuaba gritándole— ¡mátame, te lo suplico, acaba conmigo ya por piedad! Y Rubí……….

Continuará…………….

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