sábado, 1 de mayo de 2010

RUBÍ 4

Luis se postró a los pies de Rocío para besar sus lindas sandalias rosadas de tacón mediano pero ésta lo ignoró pues se sentía muy nerviosa e inquieta y lo que deseaba era comprobar el estado en el que se encontraba Susana pues a diferencia de todas Rocío no estaba de acuerdo en tratar a Susana como a una vulgar esclava como lo hacían con el profesor producto de que la quería y la seguía admirando pero por temor a tener en contra a las demás no se oponía pero le guardaba cierto reproche y rencor a Rubí por haber tomado esa decisión y por supuesto esto había hecho que intensificara aun mas su desprecio por Luis pues para ella el había sido el causante directo de la ruptura de la relación entre Susana y Rubí.

Justo en ese momento Camelia entraba a la sala llevando a Susana de la cadena como a un perro y sin mirar a la cara a ninguna de las chicas le ofreció la cadena a Tania y se retiró. Rocío se sintió tan mal que casi grita al ver el estado tan penoso en el que se encontraba Susana pero se contuvo.

¡Ah, nuestra nueva perrita!— expresó Rubí con una sonrisa cínica y de burla al momento en que Tania cruelmente la arrastraba del cabello arrojándola a los pies de Rubí. Susana ésta vez permanecía en silencio ¡se moría de vergüenza por la situación en la que se encontraba!, sucia, inútil, siendo tratada incluso peor que a un animal y tirada a los pies de 4 jóvenes que tiempo atrás fueron sus alumnas y que la respetaban enormemente (a excepción de Rubí).

Si es nuestra esclava ¿Por qué no nos saluda como debe de hacerlo?— expresó risueña Mayra quien estaba excitadísima al comprobar la situación en la que se encontraba Susana pues tanto ella como Rocío no habían tenido oportunidad de hacerlo.

Luis que permanecía a cuatro patas ligeramente había observado a Susana y olvidando todo lo que había sucedido en el pasado no solo sintió pena por ella sino que la compadeció y si de el hubiese dependido para nada habría dudado en evitarle ese trato tan cruel que le daban; trato que apenas iniciaba, pero bien sabía que el era el menos indicado para intervenir e hizo lo que mejor le quedaba que era permanecer callado pero no descartó que mas adelante el y su buen corazón intercederían por Susana ante Rubí todo era cuestión de encontrar el momento adecuado en que la señorita Rubí estuviera de buen humor y seguro que encontraría algo de bondad en ella. En ese momento la misma Mayra que parecía la más interesada en hacerse respetar por su antigua maestra trataba de armarse con algo para castigarla.

¡Aguarden!— dijo Tania al momento que les mostraba a todas un látigo que había encontrado en el rancho y se lo ofreció a Rubí quien sonriéndole le dijo:

¡Oh, pero que maravilla!, y agitándolo al aire se pudo oír y apreciar el característico sonido de un látigo y sorpresivamente Rubí riendo maliciosamente decidió estrenarlo pero no lo hizo con Susana.

¡Ayyyyy!— gritó Luis al momento en que se acurrucaba en el piso por haber recibido un certero latigazo en su desnuda espalda.

¿Duele esclavo?— le preguntó Rubí sin dejar de sonreírle con burla— ¡pero si fue con cariño!— concluyó poniendo una cara de niña traviesa que acaba de cometer una fechoría provocando las risas de sus amigas; después Rubí mirando desafiante a Susana le ofreció el látigo a Mayra.

¡Haz los honores!— le dijo Rubí a Mayra pues su intención era infundirle aún más nerviosismo y temor a Susana de no saber en que momento explotaría con ella y Susana inteligentemente no esperó más y gateando se acerco hasta Mayra y le besó los pies pero ésta bruscamente la levantó por sus cabellos para decirle:

¡Has tardado esclava!— por ser la primera vez te perdonaré pero espero por el bien de tu linda piel que estés mas atenta y la soltó no sin antes darle una humillante bofetada que hasta las lagrimas le salieron a Susana y todo ante la sádica sonrisa de satisfacción en el rostro de Rubí al ver lo cruel que se estaban comportando sus amigas con la infeliz de Susana que era tal y como ella lo había deseado.

¡Bueno ya!— intervino Rocío que era la única que no estaba disfrutando el momento— creo que hay muchas cosas que aclarar ¿no?,

¡Sí!— contestó Rubí— ¡sentadas!, ya lo he pensado en cuanto a esta zorra— refiriéndose a Susana— pueden hacer lo que les plazca con ella no me interesa excepto matarla por que ¡carajo, acabarían con la diversión!, jajajaaja— se rió ella misma de sus palabras seguida por sus compañeras— y si tienen la mas minima queja o duda con ella ¡solo háganmelo saber!; en cuanto a Luis— expresó Rubí suspirando— nos lo dividiremos ¿Qué les parece?— cada una podrá tenerlo el día que le corresponda por completo a su servicio y será la dueña absoluta de su vida por ese día ¡bueno hasta la noche!, ya que el dormirá en mi habitación salvo casos especiales ¡oh! y también yo dispondré de el por cuatro días de la semana los que resten se lo dividirán ustedes aunque el hecho de que yo disponga de el por mas días no es motivo ni justificación para que el no las obedezca si le ordenan algo ¿Qué dicen?,

¡Excelente!— respondieron todas aunque Rocío no lo dijo en un tono muy convincente y Rubí lo notó.

¿Qué pasa Rocío, no te veo muy convencida?— la interrogó Rubí.

¡Sí, Rubí verás!— contestó ella— lo que pasa es que en este momento no me interesa Susana o sea que no pienso pasar tanto tiempo con ella esclavizándola ¡bueno no!, si voy a pasar tiempo con ella pero es quee bueno tu me conoces y ¿verdad?— concluyó Rocío nerviosa.

¡Ahh!— contestó Rubí sin entender una sola palabra de lo que Rocío le había dicho o que mejor aún le había intentado decir y ante las miradas divertidas de Mayra y Tania.
¿Y?— expresó Rubí.

¡Pues si no te importa cambio mi tiempo cuando no quiera estar con Susana con el del profe o sea que a mi me tocaría tenerlo mínimo dos días y lo que hagan con Susana no me interesa!,

¡Hecho!— respondió Rubí— aunque si esta zorra te desobedece o hay algo en ella que no te agrade solo dímelo o castígala tu misma.

¡Entiendo!— contestó Rocío.

Luis no pudo evitar sentirse tan degradado y humillado al ver como sin ningún pudor cuatro jovencitas decidían sobre la vida de el sin importarles en lo mas mínimo su presencia y sintió aún mas pena por Susana que se encontraba en la misma situación y que lloraba de rabia e impotencia pero con la diferencia de que Susana tiempo atrás había sido una de ellas arrogante y frívola pero que jugó mal sus cartas y se topó con Rubí que tratándose de competir en arrogancia y despotismo no solo la había aplastado sino que le había destrozado la vida física y mentalmente convirtiéndola en su esclava y con el tiempo domándola hasta hacer de ella un ser sin voluntad un animal de compañía que la divierta a costa de su desgracia y eso Susana lo intuía por lo cual su situación era mucho mas penosa que la de Luis pues en ella no había amor por Rubí el cual había sido el punto clave en la esclavitud del profesor, pero en Susana solo había odio y ¡eso si!, esperanzas de vengarse, aunque muy lejanas pero esperanzas en fin. Las chicas se levantaron para retirarse de la sala.

¡Bueno aún es medio día y a mi este bobo ya me fastidió!— dijo Rubí señalando despectivamente a Luis— ¿Quién se lo quiere quedar por hoy?, sin que eso se tome en cuenta con el día en que también le corresponda quedárselo.

¡Yooo!— respondió Mayra antes que nadie y que en verdad se veía entusiasmada por maltratar ya sea a Luis o a Susana.

¡Bien!— contestó Rubí y cada quien se marchó a su cuarto para aguardar la hora del almuerzo.

Mayra quedó un momento contemplando a ambos esclavos y Susana al ver que solo quedaba Mayra frente a ellos cometió el grave error de mirarla a la cara para intentar hablarle pues apenas levantó levemente el rostro Mayra le dio una tremenda cachetada.

¡Como te atreves a mirarme a la cara miserable esclava!— le gritó Mayra en verdad molesta y diciéndole las palabras cargadas de un desprecio absoluto— ¿Qué no te han enseñado a comportarte?, ¡al carajo con Tania, pero ya le diré a Rubí!,

¡Mayra!— exclamó suplicante Susana tallándose aún su mejilla y tirada en el piso.
¿Queee dijiste?— fueron las palabras de Mayra que esta vez le acomodó la suela de su sandalia en el cuello a Susana haciendo presión cada vez mas y provocándole un intenso dolor al estar pisándole también el collar de su cuello.

¡No vuelvas a llamarme por mi nombre!— creo que he sido muy tolerante contigo esclava— Mayra continuaba hablándole a Susana en una misma línea de burla y desprecio y apenas retiró el pie de su cuello Susana pudo respirar agitadamente y se soltó a llorar a los pies de la cruel joven quien solo la contemplaba con una sonrisa de burla en su rostro.

¡Éramos amigas!— alcanzó a balbucear Susana pues el llanto le impedía articular palabra alguna.

¡Éramos!— le respondió cruelmente Mayra— ¡no vivas en el pasado!,

Susana rompió aún más a llorar al oír tales palabras pero su llanto fue tapado por unas fuertes y crueles carcajadas de Mayra que lo hizo de tal manera que hubiera echo temblar a cualquiera pues al menos lo logró con Luis y con Susana. Se carcajeó cuanto quiso para después dejarle las cosas bien claras a Susana.

¡Escúchame bien Susana!, por que no lo voy a repetir— ¡no me interesa nuestra relación en el pasado!, ni me interesan las causas por las cuales estás aquí por que podríamos discutirlas si es injusto, si es inhumano pero como te digo ¡no me interesa!, el caso es que ¡eres mi esclava! y así como lo eres tu o lo es el profe o quien sea lo único que me importa es lo que Rubí me dijo ¡que puedo hacer con ustedes lo que se me antoje! y te juro que voy a sacar provecho de ello por que siempre he deseado manipular la vida de una persona a tal grado que dependa y tiemble ante mi y Rubí me da contigo y con Luis esa oportunidad así que olvídate por completo si alguna vez tuvimos una amistad para mi no eres mas que lo que eres ¡una miserable esclava con la cual daré rienda suelta a mi imaginación!;

Susana lloraba amargamente ante las palabras de la chica pues al igual que Tania le daba la espalda lo que la hizo suponer que Rocío haría lo mismo pero el que temblaba era Luis al oír y ver lo cruel y déspota como se había comportado Mayra ante Susana ¡no lo podía creer!, Mayra, la inocente Mayra como la solía llamar Rubí en la escuela en son de broma y hasta cierto punto de burla pues de las cuatro siempre había sido la mas débil emocionalmente y la que aparentaba tener un mejor carácter y un trato mas cordial lo cual le había costado muchas lágrimas pues Rubí que siempre había sido la líder de las cuatro siempre se ensañaba con ella a tal punto de hacerla llorar al reprenderla de que no debía ser tan sensible sino que lo contrario debía siempre esconder sus sentimientos y mostrarse dura e implacable ante el mundo y en especial ante personas inferiores a ellas tal y como habían catalogado al profe y ahora a Susana y las palabras de Rubí habían dado frutos pues ahora Mayra estaba irreconocible y Luis sintió hasta miedo ante ella pues bien sabía que en ocasiones el alumno supera al maestro y si bien no creía que existiera un ser que superara en belleza y crueldad a Rubí ahora no sabía que pensar ni mucho menos que rondaría por la perversa mente de Mayra pues el profesor atinaba a deducir que incluso Mayra se veía dispuesta si fuera necesario a pasar sobre sus amigas con tal de alcanzar sus objetivos pues estaba deseosa de que la reconozcan ya no como la dulce e inocente Mayra sino como a una joven bella pero cruel y sin escrúpulos ni debilidades y Rubí la había moldeado muy bien logrando hacer de ella una persona totalmente frívola y cada vez mas sin nobles sentimientos sin saber que en el futuro Mayra tomaría una decisión que le cambiaría a ella su vida por completo y que en las manos de la hermosa Mayra estaría decidir el destino de Rubí: ¡su libertad o su esclavitud!,

¡Andando estúpido!— le dijo Mayra a Luis que seguía clavado en sus pensamientos— ¡que lo que dije también va para ti. Luis la siguió temeroso y entraron al cuarto que le habían ofrecido por Tania, nada mas entrar Mayra se quitó las sandalias y se tiró sobre la cama.

¡Luis, quiero un masaje en los pies y esmérate en ello!— le dijo sonriéndole al profesor llamándolo por su nombre pues lo veía mas divertido y humillante al ordenarle cosas que sencillamente decirle esclavo.

Luis tratando de hacer las cosas lo mejor posible se acercó y a pesar de que intentaba controlar sus nervios no lo lograba pues no tenía tanta confianza con Mayra y encima tenía que luchar con una tremenda excitación que lo invadía al estar tan cerca de esa belleza y aunque Luis tenía muy claro que su Diosa absoluta era Rubí de eso no tenía la menor duda, no podía negar ni evitar sentirse atraído por las demás pues las tres eran muy hermosas aunque en ese momento sentía que lo que tenía hacia Mayra era un profundo respeto y temor al ver la manera en la que le había hablado a Susana y desde luego como le dijo también iba para el y Luis aún no se la creía que fuera la misma persona la que ahora le sonreía dulcemente recostada en la cama con esa sonrisa habitual en ella desde que la conoció en el instituto y antes de que se aliara con Rubí. Luis se puso aún más nervioso al entrar en contacto sus manos con los bellos y delicados pies de Mayra quien riendo le dijo:

¡No Luis, quiero que lo hagas con los labios tal y como lo haces con Rubí!, ¿Qué crees que no estoy enterada?— anda no me hagas enojar.

Luis carraspeó de pena y comenzó a complacer a la joven con suaves besos por sus pies pero tras un instante Mayra de nuevo lo reprendió y ésta vez le dio una patada en la cara.

¡No torpe, no siento que lo hagas con devoción creo que tendré que decirle a Rubí!— le dijo Mayra con un ligero tono de enfado.

Luis comenzó de nuevo ésta vez tratando de hacerlo mucho mejor cubriendo de besos sus pies incluso lamiéndole sus dedos y sus plantas a lo que Mayra con una bella sonrisa se burló de el.

¡Uy!— pero si nada mas mencioné Rubí y hasta temblaste.

¡Bueno, ya está bien!, ¡ve a la cocina!, Camelia me prometió unos nachos con queso para abrirme el apetito, ¡vamos rápido!— concluyó Mayra.

Luis obedeció para enseguida regresar con el plato de nachos y la dejó sobre una mesita para que Mayra los devorara mientras el permanecía de rodillas. En un momento Luis no pudo evitar alzar ligeramente el rostro y mirarla y comprobó que también Mayra lo miraba divertida, Luis inclinó enseguida la mirada.

¡Venga Luis alza la cara que quiero contemplarte!— le dijo sonriente Mayra. Este obedeció y se incomodó al ver que Mayra no le quitaba la vista de encima hasta que riendo le dijo:

¡Quiero contemplar al mas grande imbécil que existe en este mundo jajajaja!, ¡a ver imbécil!, ¿Por qué lo hiciste?;

Luis estaba sumamente avergonzado por el trato que estaba recibiendo por parte de la joven por que leía claramente en su expresión que se dirigía a el con toda la intención de humillarlo y de pisotear su dignidad si es que acaso le quedaba.

¡Discúlpeme Ma.., perdón ama Mayra!, ¿hacer que?— respondió Luis rogando al cielo que la joven no se enfadara al darse cuenta que había pretendido llamarla solo por su nombre.

¿Cómo que hacer que?— le contestó burlona Mayra— ¡pues seguir a Rubí por amor!— pronunció esto último tapándose la cara con las manos para ocultar sus carcajadas.

La cara de Luis se enrojeció por completo y su nerviosismo aumentó notablemente costándole cada vez mas trabajo para poder hablar ¡que tanto sabía de su peculiar relación con Rubí!— pensó Luis en silencio.

¡A ver Luis cuéntamelo con lujo de detalle!— le dijo Mayra muy interesada y divertida mientras se acomodaba de nuevo en la cama y continuaba devorando sus nachos— ¿Cómo es que dándote Rubí la libertad incluso hasta con dinero para rehacer tu vida elegiste seguirla y entregándote a ella por completo como su sirviente, como su esclavo?, ¿dime, la amas mucho en verdad, la amas a morir?;

Luis permanecía callado y con la mirada inclinada a lo que Mayra le alzo la cara con sus manos y sonriéndole dulcemente le dijo:

¡Venga, quiero escucharlo de tus labios, dime que la amas, anda, dilo!, cuéntamelo todo tu relación con ella cuando están a solas piensa que si me mientes le preguntaré y la misma Rubí me contará todo y entonces yo misma te castigaré.

Luis suspiró profundamente y después de unos instantes confesó abriendo sus sentimientos ante la bella Mayra.
¡Sí, la amo y la adoraré el resto de mi vida!,

¡Ohhh!, ¿y crees que ella llegará a amarte?, ¿es eso?— le dijo Mayra tratando de que la risa no le ganara— ¿por eso sigues a su lado, por que tienes la esperanza de que se fije en ti y sean felices?;

Luis con su expresión le hizo entender a Mayra que ese era su mayor anhelo y ésta se pegó una fuerte carcajada que se oyó incluso mas cruel que cuando se rió de Susana, esa carcajada llena de burla y desprecio le dolió mas a Luis que si le hubiera dado de bofetadas y no pudo evitar que una lágrima corriera por su mejilla, Mayra lo miró con lástima y le dijo:

¡Pero que imbécil eres!, no tienes ni idea de la situación en la que tu solo te has metido pero trataré de explicártelo— Mayra hizo una pausa para llevarse a la boca unos cuantos nachos mas y continuó— ¡Luis, Rubí no te quiere ni te querrá jamás!, ¿sabes por que?, ¡por que ella es así!— a ver ¡dime! y contéstame sinceramente— ¿crees que Rubí es una buena persona y que te estima?— piénsale y responde la pregunta del millón le dijo Mayra sin dejar de sonreírle burlona.

Esta vez Luis no se lo pensó tanto pues tal era su amor por Rubí que no soportaba que la atacaran ni mucho menos que hablaran mal de ella haciéndola quedar como una persona cruel y sin sentimientos aunque en el fondo algo le decía que aquello no estaba lejos de la realidad pero el la amaba y confiaba en su sueño de poder lograr en ella una persona con sentimientos nobles y un buen corazón.

¡Lo es, no se si me estime tanto como yo a ella pero por supuesto que es una buena persona!— respondió Luis tan rápido como pudo y en un tono respetuoso hacia Mayra pero firme y con mucha seguridad en sus palabras.

Mayra se rió con ganas y tan pronto como logró dejar de hacerlo le dijo:

¡Eres patético!— pues siento desilusionarte pero Rubí nunca podría fijarse en ti sencillamente por que ¡eres un pobre diablo!— le dijo lo último mirándolo con desprecio— ¿Qué no te das cuenta?— ¡tu a Rubí solo le causas risa!, eres como un trapo sucio para ella, eres, eres— Mayra de nuevo hizo una pausa y mirando fijamente a Luis que luchaba por que el llanto no lo traicionara ya que las palabras de Mayra le estaban afectando mas de lo que ella se imaginaba y sin saberlo lo destrozó moralmente al decirle:

¡Eres su perro Luis, suena degradante y puede que hasta risible pero Rubí no bromea contigo cuando te dice que eres su perrito por que de hecho si hablamos de querer pues ¡si!, si te quiere pero de la forma en que se quiere a un animal de compañía esa es su pasión denigrar a una persona y lograr que se enloquezcan por ella hasta el grado de que estén dispuestos a dar la vida por ella, se divertirá y se divertirá contigo hasta que se fastidie entonces te dará un trágico final por que Rubí no es de las que te matan y punto ¡oh, no!, ella no tiene escrúpulos a la hora de torturar y destrozar a alguien y lo hace tan lento como pueda por que lo disfruta al máximo aunque por ahora eso no debe preocuparte solo esmérate en divertirla y trata de no perder el primer lugar que tienes en su corazón ¡de mascota preferida!, pues por ese lado créeme que compadezco a Susana a ella sí que no se le ve por donde que logre agradar a Rubí.

Luis no se atrevía a mirar a Mayra pues desde que había continuado hablándole el ya estaba hecho un mar de lágrimas pero ésta de nuevo le alzó la cara para reírse aún mas de el por que aunque lo que le había dicho no había sido broma lo había hecho para divertirse porque también ella disfrutaba humillándolo y quería acabarlo moralmente y lo logró.

¡Pobre idiota!— le dijo riendo— pudiendo rehacer tu vida y tu mismo te pones la soga al cuello ¡vas a sufrir Luis, vas a sufrir mucho por amor eso te lo garantizo!, ¡oh!, pero claro debes pensar que estoy loca ¿verdad?, ¡por que Rubí te ama!, ¿no es cierto? y yo solo te digo todo esto para lastimarte ¿eso crees?, ¡responde! y le comenzó a dar suaves pero humillantes cachetadas a Luis que estaba tan sensible y dolido y lloroso le suplicó:

¡Ya no siga ama Mayra por favor, se lo ruego!;

¡Oh, por que!— si solo te digo la verdad le contestó Mayra sin dejar de cachetearlo divertida— la verdad que tu mismo vas a comprobar cuando veas que vales menos que un juguete para Rubí y que en realidad solo le sirves para lamer la suciedad de sus zapatos y que por cierto me ha dicho que lo haces muy bien, entonces te indignarás y le reclamarás, ella te hará creer que si te quiere y que cambiará y cuando menos te lo esperes ¡zas!, te destrozará lentamente hasta aniquilarte.

¡En verdad que me das nauseas, solo un pobre diablo como tu podía hacer lo que hiciste entregarle tu vida a la persona mas frívola y cruel que he conocido: Rubí!, ¡ay Luis de veras que me enfermas pero bueno ni hablar!, ya es hora del almuerzo y diciendo esto le puso la cadena al collar de Luis mirándolo muy satisfecha al ver que éste aun lloraba por sus crueles palabras y dio por concluida su diversión pues solo lo hizo para matar el tiempo antes de almorzar y había descubierto el punto débil por donde atacar al profesor cuando quisiera hacerle daño.

Mayra se dirigió al comedor llevando a Luis de la cadena y al llegar éste observó ligeramente a Rubí que estaba hermosa como siempre y Luis trató y logró contener su llanto para que ella no lo notara así como también trató de olvidar las crueles palabras de Mayra quien tomó asiento y Luis humildemente trató de echarse al piso a sus pies pues estaba aún a su servicio.

¡No Luis ve a echarte a los pies de tu amorcito Rubí!— le dijo Mayra riendo con burla y mirando a Rubí mientras le daba una patada en el trasero a Luis.

¡Mayra!— contestó Rubí con la cara enrojecida,

¿Qué no son novios?— respondió Mayra graciosamente— ¡bueno, al menos eso me ha dicho Luis que lo trate con cariño por que se aman apasionadamente y tu lo protegerás siempre!,

Todas rieron excepto Rubí que todavía tenía la cara roja de vergüenza y que se quedó callada por un momento para después también reírse recobrando su característico humor.

¡Vaya!— veo que se le soltó un poquito la lengua ya arreglaré eso— dijo Rubí mirando coqueta al profesor mientras éste apenado se echaba a sus pies. En ese momento una sirvienta que también había trabajado en la casa de Rubí y por lo tanto la conocía perfectamente igual que a su madre les servía la comida y Camelia entraba con Susana a cuatro patas ya esposada de pies y manos por expreso deseo de Rubí solo para causarle mas dolor y sufrimiento. Camelia la dejó de rodillas al otro lado de la silla de Rubí.

Todas disfrutaban de su exquisito almuerzo y enseguida Rubí maliciosamente miró a Susana que mantenía la mirada clavada en el suelo en los pies de Rubí que mantenía cruzada una pierna y se podía apreciar perfectamente su fina sandalia de color café de mediano tacón y sus uñas pintadas de rojo intenso ¡como le encantaba lucir ese tono a Rubí!,

¿Tienes hambre perra?— le dijo Rubí a Susana mirándola con burla pero ésta no contestó todas guardaron silencio esperando la reacción de Rubí que no tardó en llegar y ante ese silencio se pudo apreciar el fuerte impacto de la humillante bofetada que Rubí le dio dejando marcados sus cinco dedos en el rostro de Susana que de milagro no terminó en el piso.

¿Qué si tienes hambre perra?— le gritó ésta vez Rubí quien en verdad se excitaba al tener tal dominio sobre la pobre Susana.

¡Sí!— contestó en voz baja Susana comenzando a llorar al sentir que la cara le ardía de lo fuerte que Rubí la había golpeado y quedando humillada ante todas.

¡Zas!— otra fuerte cachetada se estrello de nuevo en el rostro de Susana aún más fuerte que la anterior.

¡Si, qué maldita perra, si qué!

¡Sí tengo hambre ama Rubí!— respondió Susana tristemente provocando una perversa sonrisa en el rostro de Rubí,

¡Pues abre la boca y te haces para atrás y alzas los brazos como la perra que eres que te voy a alimentar!— le dijo Rubí con una burla y desprecio indescriptible.

Mayra y Tania se morían de la risa mientras que Rocío hacía lo propio disimulando que también le hacía gracia el comportamiento de Rubí quien estuvo masticando por un momento un pedazo de carne para después escupirlo con la intención de que Susana lo cachara en el aire con la boca lo cual no logró y la carne cayó al piso.

¡A ver perra, no me estás entendiendo y pensar que a tu cargo estaba mi educación le diré a mama que demande al instituto por que contigo y con Luis a donde diablos íbamos a parar!— dijo Rubí entre risas seguida de las demás— ¡saca bien la lengua y trata de brincar y de babear como hacen los perros al momento en que les tiran un bocado!,

Susana obedecía cada humillante orden de Rubí muerta de llanto y no se atrevía a negarse por que no sentía nada grato el estarse llevando golpes a cada rato.

Rubí se divirtió escupiendo tres veces mas pedazos de carne ya masticados y en ninguna ocasión Susana los cachó aunque con su patética actuación dejó mas que satisfecha a Rubí que decidió en ese momento detener la diversión.

¡Pues no creo que tengas hambre!— dijo Rubí mirando con burla a Susana— ¡no te has esforzado en ganarte tu alimento y como no me gusta desperdiciar la comida te prohíbo que comas!— ¡no te mereces comer siquiera nuestras sobras!, ¿han oído chicas?, ¡esta perra tiene prohibido comer?,

¿Y piensas matarla de hambre?— dijo Rocío tratando de ocultar su indignación por el trato hacia Susana.

¡Oh, por supuesto que no!— respondió Rubí— ¡Camelia!— ésta llego presurosa al llamado de la señorita— ¡tira todas las sobras y restos de comida en el bote de basura y que ahí se queden y cuando lo considere permitiré a ésta perra comer lo que haya dentro jajaaja!— se rió mirando ésta vez con asco a Susana— a ver si así se esfuerza mas en divertirme.

¡Rubí!— dijo Mayra que casi se atraganta por comer tan de prisa— si es una perra, ¿por qué coño no ladra?, a Luis lo hiciste ladrar casi desde el momento en que lo adoptaste— concluyó para seguir devorando su almuerzo.

Rubí la miro con una sonrisa de oreja a oreja ¡le encantaba que sus mismas amigas le den aún mas argumentos para humillar a Susana! y subiendo los hombros de forma graciosa le dijo en un tono de fastidio— ¡ya aprenderá, te lo aseguro!,

En ese momento Rubí miro los asquerosos trozos de carne escupidos en el piso y maliciosamente le acarició el cabello a Luis para decirle:

¡Por cierto, mis sobras las reservo para mi perro preferido!, ¡anda puedes comerte lo que quedó en el piso!— concluyó mirando al profesor con algo de lástima pues a ella misma le entraban nauseas solo de observar tal asquerosidad.

Luis quedó rojo de vergüenza e indignación pues ya había perdido la costumbre de que lo alimentaran de tan peculiar forma pero sin contradecir a su ama como un perro con la boca comió los ya fríos y mas asquerosos aún trozos de carne masticados y escupidos por Rubí ante las burlas de las demás en especial de Rocío que cuando se trataba de humillar a Luis entonces si lo hacía gustosa. Luis las comió por completo y para colaborar mas con el espectáculo enseguida besó cariñosamente los dedos de los pies de Rubí quien riendo le dijo:

¡Muy bien, tú si sabes complacer a tu dueña!, ¡ten te la ganaste!— le dijo entre risas al momento que escogía de su almuerzo un buen pedazo de carne y se lo ofrecía al profesor que esta vez comió gustoso de la mano de su ama lamiéndole sus dedos para que después Rubí se limpie la mano en el cabello de Luis.

Así concluyó el almuerzo y esa noche en la que Luis decidió no hacer ningún comentario con su ama sobre la charla con Mayra y Rubí indiferente tampoco lo abordó con preguntas acomodándose en su amplia cama para dormir al igual que Luis trataba de hacerlo en el piso con la cara entre las sandalias de su ama y pensando ¡eso sí!, en que momento interceder por Susana pues en verdad sentía pena por ella.

Esa misma noche igual Rocío se dirigió sin que nadie la viera al corral en donde dormía Susana y ésta al identificarla ya resignada intentó besar los bonitos pies de Rocío que lucían unas sandalias negras sin tacón.

Continuará……….


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