viernes, 28 de mayo de 2010

RUBÍ 15

Mayra levantó el brazo y un grito espeluznante no se hizo esperar.

¡Ayyyyyyyyyy!— solo que fue tapado por las crueles carcajadas de Mayra que nunca la golpeó pero con el rápido movimiento asustó y con razón a Rubí que pegó un grito aún mas fuerte que cuando la habían abofeteado y escondió el rostro sobre el mueble intensificando aún mas su llanto ante las burlas de la cruel Mayra que continuaba sin ninguna prisa divirtiéndose con ella.

¡Pensándolo bien!— le dijo Mayra sin dejar de sonreírle con burla— es una lástima destrozar tu lindo rostro, ¡en verdad eres hermosa!, así que te lo dejaré conservar un poco mas de tiempo— concluyó sin poder evitar el seguir riéndose de una afligida y sensible Rubí.

Pero ese grito y los anteriores se habían oído casi por toda la casa, en especial donde estaban encerrados Tania y Luis que apenas y lo podían creer pues Tania tembló ante el primer lamento de Rubí cuando ésta sufrió la primera bofetada y Tania rompió a llorar al oír el último grito de Rubí tras la amenaza con el tacón por Mayra y ese grito sacó aún mas de dudas a Tania, ¡era Rubí y estaba sufriendo y estaba llorando!, nada bueno le esperaba y por lo tanto ella correría la misma suerte a lo que Tania muerta de miedo se acercó y buscó refugio en Luis quedándose apoyada en su pecho muerta de llanto.

Luis a nada estaba también de romper a llorar pero se mantuvo a la altura como debía hacerlo dándole todo su apoyo y fortaleza a Tania, mordiéndose los labios para no gritar el también y terminar de atormentar aún mas a Tania pues Luis sentía cada grito de Rubí como si a el mismo le dieran el golpe pues se lo había dicho mas de una vez, no soportaría verla sufrir y menos de aquella espantosa manera ¡convertida en esclava!;

Caso contrario sucedió en la bodega en donde se encontraban Rocío y Susana pues a Rocío se le iluminó el rostro al oír los fuertes gritos de Rubí y deseó con toda su alma que ya amaneciera por que sabía que una nueva vida le esperaba a ella pero en especial a Susana que también parecía que poco a poco su mente iba coordinando las ideas de lo que podía significar para ella la salida de aquel infierno que había vivido ¿y por que no?, quizás el inicio de una venganza, de una terrible venganza.

Por su parte Mayra después de reírse todo lo que quiso de la reacción de Rubí continuó atormentándola— ¡ya se Rubí, no será necesario destrozar tu linda carita!— le dijo de pronto clavándole la mirada, disfrutando en verdad el momento— te la pongo mas que fácil, si no vas por mi sandalia ¡te rapo!, ¿Cómo ves?, así no te hago un daño excesivo físico pero conociéndote te haré uno peor al dejarte pelona— concluyó divertida.

Mayra reía y Rubí intentó escupirla pero Mayra atenta se percató de la mueca de Rubí y antes de que pueda escupirla Mayra le estampó una bofetada, ¡sí!, una más que la hizo de nuevo terminar en el piso.

¡Se acabó!— expresó Mayra visiblemente molesta— pensé que serías mas inteligente— y diciendo esto la levantó bruscamente por su cabello y poniéndola en pie hizo que la siguiera llevándola de la cadena.

¿A dónde me llevas?— gritó Rubí llorosa.

¡Pues a raparte!— le contestó burlonamente Mayra— solo que antes, ¡me estoy orinando!, así que vamos al baño y al entrar Mayra la empujó, no fuerte pero si lo necesario para que Rubí termine en el frío y húmedo piso del baño y a nada estuvo de llevarse un fuerte golpe en plena cara a no ser que a último momento Mayra la jaló de la cadena evitándole el golpe pero casi ahorcándola al jalarla de la cadena.

Mayra que en verdad le urgía, se bajó la falda y bragas y se dispuso a mear en el inodoro ante la mirada de asco de Rubí y tan pronto terminó se acomodó la ropa pero no jaló la cadena del inodoro sino que levantó a Rubí y la acercó frente al espejo y tomando unas tijeras le dijo mientras le acariciaba el cabello— mmmmm, ¿sabes Rubí?, me la pones difícil, creo que también sería una pena dejarte pelona— le dijo mirándola con lástima para enseguida sonreírle irónicamente y añadir— ¿ves que bondadosa soy?, ¡y tu querías escupirme!— le dijo mientras le daba otro fuerte tirón a su cabello que Rubí luchó mordiéndose los labios para no quejarse pues estaba que se la llevaban los mil diablos, sentía que no soportaría mucho tiempo mas y que terminaría explotando en insultos hacia Mayra por que mas no podía hacer al estar esposada pero eso quiera que no le infundía temor pues cada vez también se convencía mas que Mayra estaba desquiciada y que en ese momento la tenía a su merced.

¡Pero bueno!— exclamó Mayra— algo tengo que hacer también para que me obedezcas, ¡ya se!, lo siento por ti Rubí pero la tercera es la vencida— hizo una pausa mirando de nuevo con lástima a Rubí para enseguida continuar hablándole— así que escucha con atención, te perdoné el taconazo, te perdoné el cabello así que ahora tu compórtate como lo que ya eres ¡una hermosa esclava, si, hermosa pero esclava!— se burló de ella mirándola de nuevo con lástima y logrando enfurecer aún mas a Rubí— así que te diré lo que haremos, iremos a la sala y tu me levantarás mi sandalia con tu boca o de lo contrario te aseguro ¡que te hundo la cara en el inodoro o sea en mis meados!;

Tan solo Mayra dejó de hablar y a pesar de tal amenaza Rubí fue clara al responderle y escupir con desprecio en el piso— ¡no lo haré!,

¡Pero que estúpida eres Rubí!— le contestó molesta Mayra— sabes que esto es inevitable, ¿Por qué te aferras a engañarte a ti misma?, sabiendo que en el momento que se me antoje puedo hundirte la cara en mis orines y si quiero también, cortarte el cabello y hasta golpearte con el tacón— concluyó Mayra orgullosa su amenaza pero una vez mas no contaba con la reacción de Rubí.

¡ENTONCES HAZLO PUTA!— le gritó Rubí fuera de sí, en verdad ya no digamos furiosa sino verdaderamente endiablada— ¡hazlo, no lo digas, hazlo!— volvió a retarla pero inexplicablemente después de esto lo endiablada en Rubí se esfumó, quizás al ver los meados de Mayra que permanecían en el inodoro e imaginándose su bello rostro hundido ahí a lo que la pobre Rubí se desplomó tristemente a llorar de rodillas ante Mayra a lo que la cruel chica sonrió altanera hasta que Rubí logro articular palabra y decirle pero ya en un tono mucho mas tranquila:

¡Escúchame bien Mayra, no se como termine esto ni se cuanto resistiré pero te diré algo, no pienso hacer al menos por mi propia voluntad nada de lo que me digas y no me estoy contradiciendo pues puede que pronto o no tanto, no lo se, termine siendo quizás la mas triste y resignada esclava, puede que como bien dices con unos cuantos latigazos cambie de parecer y termine humillada ante ti y Rocío, pueden ser muchas cosas, no lo se!, lo único que se es que en éste momento no pienso ceder así que lo que vayas a hacer ¡hazlo de una puta vez maldita perra!— concluyó Rubí gritando lo último y retando de nuevo a Mayra.

¿Es tu última palabra?— le preguntó Mayra sin dejar de sonreírle irónica y con la amenaza latente de humillarla metiéndole la cara en el inodoro.

¡Púdrete!— fue la respuesta de Rubí que le correspondió con una despreciativa sonrisa.

Mayra la tomó del cabello y la mantuvo por segundos tan cerca del inodoro que Rubí no pudo evitar sentir el nauseabundo olor de los orines, cerró los ojos y esperó lo peor valientemente mientras trataba de mantener en su mente solo los momentos mas hermosos y placenteros de su corta vida pero tras sentir un mayor tirón en su cabello Mayra la arrojó al piso y entre fuertes carcajadas le dijo— ¡muy bien estúpida zorra, haz pasado la mayor prueba de tu puta vida!;

Rubí abrió los ojos y sin siquiera quejarse del golpe atinó a preguntarle mas que asombrada— ¿Qué, de que hablas?;

Mayra le volvió a sonreír y dulcemente le explicó— ¡lo que oíste, era una prueba y la haz pasado!, es sencillo Rubí, ¡no pienso esclavizarte, te quiero y te admiro demasiado y no soy lesbiana!, ¿eh?, que te quede claro, solo te quiero bien pero decidí que tu misma eligieras tu destino aunque sin saberlo, es sencillo, ¡mira!, te explico— tomé la decisión de que si te desesperabas y levantabas mi sandalia con la boca como un perro ¡tu misma hubieras sellado tu destino y entonces sí, te juro que te hubiera echo esclava!, pero si no lo hacías como es el caso a pesar de las bofetadas aunque ahí si me decepcionaste te creí mas fuerte y lloraste como una perra jajaja— se burló de ella y continuó— ¡pero bueno!, el caso es que no cediste con lo de la sandalia y por eso ¡te felicito!, haz pasado la prueba aunque a decir verdad nunca pensé en esclavizarte pero admite que ya era necesario que alguien te pusiera en tu lugar ¡y yo lo hice solita, sin ayuda de nadie!— concluyó Mayra muy orgullosa de si misma con una enorme sonrisa de oreja a oreja.

Rubí apenas y se lo podía creer, estaba con la boca abierta pero enseguida reaccionó y dijo a Mayra— ¡bueno eso está bien, supongo!;
¡Sí!— exclamó feliz Mayra— pero venga que hacemos hablando en el baño, hay mucho que aclarar, vamos a la sala— y sin dejar hablar a Rubí la llevó otra vez de la cadena hasta el mueble, ésta vez Mayra también estaba descalza; Mayra se sentó en el mueble al igual que sentó a Rubí y de nuevo sin darle tiempo a hablar prosiguió— ¡seré clara Rubí y quiero que respetes mi decisión pues creo que me lo merezco!— hizo una pausa, respiró profundo y añadió— ¡he decidido esclavizar a Rocío!, lo tengo todo planeado.

Rubí de nuevo quedó con la boca abierta. Mayra continuó— yo misma me ocuparé de que su familia se crea que ha muerto en un accidente o que se fugó con un novio o ¡yo que se!, el caso es que de eso me ocupo yo solita, pero eso sí ¿eh?, aunque como siempre Rocío estará obligada a obedecer a todas ¡la dueña absoluta de su vida seré yo!, tu ya tienes a Luis y a Susana y también a Tania que ¡mira!, al final ¡se muere de amor por ti! y no se quien esté mas enfermo de esa infección llamada amor si Luis o Tania y bueno el caso es que me das envidia y ya es tiempo que yo tenga mi propia esclava y lo de Rocío me vino como anillo al dedo pues ella nos traicionó y como te digo entre ella y tu ¡pues obvio que tú, jajaja!, solo que quise jugar un poco con la situación y divertirme con tu expresión, espero lo entiendas pero esto sirve también para que la puta de Rocío se confíe aún mas pues en estos momentos debe estar frotándose las manos para según ella torturarte ¡pobre imbécil, no sabe en la que se metió ni con quienes se metió!— concluyó Mayra refiriéndose con desprecio hacia Rocío.

¡Sí, bien!— expresó Rubí interrumpiendo a Mayra que en verdad estaba excitada platicándole sus planes a Rubí que le dijo melosa— ¿Mayrita?;

¿Sí?— le contestó amablemente ésta,

¡Todo me parece bien!— le expresó Rubí— ¡de veras, pero bueno si ya está todo claro!, ¿Por qué no me quitas las esposas?— concluyó Rubí dedicándole una de sus sonrisas mas tiernas y coquetas a Mayra.

¡Oh claro!— le respondió Mayra con una risita de burla— ¡ay Rubí, se me olvidó!;

¡No importa!— contestó Rubí riendo nerviosa pues de verdad le molestaban y le dolían los brazos al tenerlos esposados— ¡pero ya quítamelos!— añadió desesperada Rubí al final.

¡No Rubí!— fue la respuesta de Mayra mientras le sonreía y la miraba de nuevo con algo de pena— se me olvidó decirte, ¡serás mi esclava por ésta noche!, será hasta que amanezca que te quite las esposas y entonces le demos la sorpresa a Rocío— concluyó risueña Mayra.

¿Queeee?— fue la reacción de Rubí y lo único que atinó a decir de nuevo preocupada— ¡no Mayra, basta!— y empezó a forcejear inútilmente con los brazos.

¡Lo siento Rubí pero no es broma permanecerás así con las esposas y harás lo que yo te diga que no será gran cosa, ya te lo dije es el castigo a tu estupidez y da gracias de contar con una leal y fiel amiga como yo y ya no estés forcejeando con los brazos o solo vas a conseguir lastimarte!— fueron las fuertes palabras de Mayra de nuevo expresadas con frialdad hacia Rubí— además no es para tanto, tu dejaste a Susana por varios días amarrada de pies y manos y fuiste mas cruel al unírselos con su mechón y ya ves sigue viva y jajaja, ¡mucho mas obediente!— concluyó burlona.

Pero a Rubí no le gustó la idea y de nuevo terca expresó— ¡no Mayra, quítame las esposas!; ésta la jaló del cabello y le contestó altanera— ¡ama Mayra por ésta noche para ti, bonita!, venga Rubí es cierto que ya eres conciente que tu vida prácticamente no cambiará en nada pero ¡entiende!, necesito darte ésta lección y terminarla o de lo contrario de nada habrá servido; piensa por un momento si yo no llego a detener a Rocío solo ella sabe si en verdad solo te iba a hundir a ti o a todas, ¿te imaginas?— expresó Mayra horrorizada— y si nos esclavizaba a todas ¡que sería de nosotras en éste momento! y todo por tu estupidez de no ocuparte en asuntos de mayor importancia así que lo dicho ¡te aguantas hasta mañana!,

Rubí pareció resignarse y de pronto preguntó a Mayra— pero ¿y Tania?, ella no tiene que ver nada en esto.

¡Tania también sabrá todo hasta mañana y no le pasará nada!— afirmó Mayra.

Rubí encogió graciosa los hombros, aún se sorbía los mocos de haber llorado y Mayra la contemplaba muy divertida pero apenas habían pasado unos instantes en que Rubí volvió a insistir— ¡no Mayra, no creo resistir, porfa, quítame las esposas!;

Esta se sonrió empuñó la mano y le dio un golpe aunque no fuerte en el hombro a Rubí.

¡Ayyyy!— se quejó graciosamente Rubí pues en realidad el golpe no le dolió tanto tan solo hizo una chistosa mueca para causarle gracia a Mayra que se limitó a recordarle— ¡que soy tu ama por lo que queda de la noche!, ¿no entendiste?;

¡Solo quítame las esposas!— insistió una vez mas Rubí.

¡No!— le respondió en seco Mayra— y no seas terca. Se levantó y fue al comedor para regresar con las tortas que habían quedado.

¡Que bien!— exclamó feliz Rubí— justo cuando me ha regresado el apetito, mmmm, ¿ves?, ¡tendrás que liberarme para que pueda devorarme esas ricas tortas!,

¡Jajajaja!— se rió Mayra— ya te dije desde antes que tu cena te la ganarías ¿Cómo?, ¡llamándome ama!;

¡Maaayra!— se quejó Rubí muy indignada.

¡Está bien!— le contestó ésta— si no quieres no lo hagas pero entonces no cenarás.

¡Ahhhhgg!— expresó Rubí a modo de berrinche y pasados unos instantes Rubí ésta vez expresó algo apenada en un tono bajo y con la mirada hacia el piso— ¿ama Mayra?;

¿Sí, dime esclava?— le respondió Mayra apenas aguantándose la risa.

¡Maldita!— exclamó Rubí a lo que Mayra rompió a reír aún mas pero Rubí continuó alimentando esas risas— ¡ama Mayra!, ¿me permites cenar?,

¡Pero claro linda esclava, adelante!— le contestó risueña señalándole las tortas en la mesita.

¿Y como coño voy a tomarlas?— le respondió Rubí ofendida— ¡si no me quitas las esposas!,

¡Pues con la boca mi reina!— se burló Mayra de ella.

Rubí le lanzó una mirada furiosa y antes de que hable Mayra tranquilamente le aclaró— ¡a ver Rubí, yo te dije que te permitiría cenar si me llamabas ama mas nunca te dije que te quitaría las esposas así que bájale!;

Rubí cambió la mirada de furia por una coqueta lo que provocó en Mayra una ligera sonrisa— ¡bueno coño te ayudaré!— le dijo Mayra ante la seductora mirada de Rubí; tomó una torta y se la ofreció esperando que ésta la comiera directamente con la boca, sin usar las manos.

Rubí apartó la cara y le dijo de nuevo molesta— ¡no Mayra, eso es humillante!;

Mayra subió los hombros y le dio una mordida a la torta y ante la cara de asco de Rubí, Mayra abrió la boca mostrándole los restos de torta masticados.

¡Ahhhhggg, pero que asco!— expresó Rubí con una mirada de repulsión y volteando la cara para no verla.

¿Asco?— contestó Mayra— ¿humillante?— te diré lo que es humillante, que yo escupa trozos masticados de torta y ¡te restriegue la cara en ellos! o que deje la torta en el piso y ¡te obligue a comerla ahí como una perra!, por que créeme que ganas no me faltan de hacértelo y aunque después me mates y lo que quieras la humillación nadie te la quitará.

Rubí comprendió que Mayra no jugaba y rápidamente contestó— ¡está bien, está bien, comeré!;

¡Mas te vale!— le respondió Mayra riendo y de nuevo le ofreció la torta a lo que Rubí le dio no uno sino dos grandes mordiscos, en verdad se moría de hambre y al ser animada por Mayra pues lo hizo con mas ganas.

Rubí, ¿no se te olvida algo?— le dijo de pronto maliciosamente Mayra.

Esta la miró desafiante pero al final respondió— ¡gracias ama Mayra!— a lo que Mayra riendo le contestó altanera— ¡muy bien, de nada esclava!, ¿ves como no es tan difícil?— y diciendo esto le dejó lo que quedaba de torta en la mesa para enseguida decirle— ¡ahora termina de comértela ahí!;

¡Oye no te pases!— le reclamó Rubí.

¡No lo hago!— le contestó Mayra— te he dicho que ésta noche eres mi esclava y no te pido gran cosa así que ¡órale! o deveras que sí te estrello la cara ahí.

Rubí molesta bajó del mueble para tener que terminarse la torta pero antes Mayra la interrumpió— ¡eyeyeyey, antes bésame la mano!; Rubí la miró apenada. ¡Venga!— insistió Mayra a lo que Rubí lentamente se acercó y le besó la mano dejando unos momentos pegados sus labios.

¡Bien Rubí!— expresó feliz Mayra— ¿ves?, hasta te ves mas linda de lo que eres por que eres hermosa ¡sí, pero vaya que también eres odiosa, reconócelo!;

¡Ya cállate!— fue la respuesta de una indignada Rubí que ante las risas de Mayra se comió la torta manchando su bello rostro a lo que Mayra se rió con ganas— ¡jajajaja, pero que obediente, oye, en serio creo que no serías tan mala esclava!, ¿eh?, mira que me lo estoy pensando si cambiarte por Rocío.

Rubí de nuevo se limitó a contestarle ésta vez riendo— ¡ya cállate perra!— y se terminó la torta a lo que Mayra se dedicó a leer una revista y Rubí se quedó sentada en el piso, calladas ambas por unos momentos hasta que Rubí se dirigió a Mayra diciéndole— ¡Mayra, digo, bueno, ama!; ésta se sonrió y le contestó— ¿Qué?;

¡Oye!, ¿me puedes quitar las esposas?, es que de verdad me lastima los brazos y aún falta mucho para que amanezca— le sugirió Rubí en un tono mas que conmovedor.

Como respuesta Mayra la golpeó en su cabeza con la revista y burlonamente le dijo— ¡no, como molestas!— y siguió leyendo pero Rubí se le acercó mas y de nuevo insistió enterneciendo aún mas el tono empleado y la expresión en su rostro— ¡deveras, quítame las esposas, no siento los brazos!; Mayra la ignoró pero para sorpresa de ésta Rubí de nuevo comenzó a llorar aún así Mayra de nuevo la ignoró entonces Rubí ya no le sugirió, le gritó histérica— ¡maldita quítamelas, me duele mucho!— y al no ver respuesta por parte de Mayra, Rubí pegó el rostro en las rodillas de ésta y comenzó a golpearse la frente en las rodillas de su amiga y a morderla en las piernas con toda la intención de molestarla pues sabía muy bien como hacer enojar a la alguna vez ingenua Mayra y lo logró.

¡Basta Rubí, sabes que me sacas de quicio!— le gritó Mayra.

¡Pues quítame las malditas esposas ya!— gritó aún mas fuerte Rubí.

Mayra la miró molesta y en un movimiento rápido que Rubí jamás siquiera se imaginó— ¡zasssssss!, le estampó una fuertísima bofetada haciendo terminar de nueva cuenta a Rubí en el piso.

¡Ayyyyy!— se quejó tristemente Rubí sin siquiera poderse tallar la mejilla; en cuanto pudo intentó levantarse pero para su sorpresa Mayra que se encontraba de pie junto a ella le acomodó el pie en sus pechos y se los pisó ligeramente, nunca con la intención de hacerle daño, solo quería asustarla y ¡vaya!, que también lo logró.

¡Noooo, auuuuu!— se quejó de nuevo Rubí solo que como la mayoría de veces estaba exagerando pues a decir verdad se podría decir que Mayra tan solo descansaba la planta de su pie sobre los pechos de Rubí pero ésta gritaba como si se los estuvieran aplastando sin piedad a lo que Mayra sonriendo perversa decidió asustar por completo a Rubí para que ya la dejara en paz por lo que quedaba de la noche.

¡Rubí!— le habló Mayra burlona sin quitarle el pie de sus pechos— te juro que si no dejas de chillar ¡me orino en tu boca!— y diciendo esto apartó su pie de los pechos de Rubí a lo que ésta miró a Mayra horrorizada y se hizo para atrás todo lo que pudo.

¡Te lo juro!— le dijo Mayra confirmándole su amenaza— total, por tragarte mis orines no te vas a morir ni te dejará marcas en el cuerpo o cara y te aseguro que será nuestro secreto.

¡Nooooo!— gritó Rubí aterrorizada— ¡yaaa, me porto bien, me porto bien!— y graciosamente se hizo para atrás un poco mas— ¿ves?, ¡ya no te molestaré!;

¿Segura?— le preguntó Mayra sonriéndole altanera solo para jugar un poco mas con la situación al darse cuenta que en verdad había sembrado el pánico en Rubí.

¡Sí!— respondió rápidamente Rubí.

¡Bueno!— expresó Mayra acomodándose de nuevo en el mueble para continuar con su lectura, así transcurrió otro rato hasta que Rubí comenzó de nuevo a llorar pero tratando de no molestar a Mayra quien se le acercó y dulcemente le preguntó— ¿duele?;

¡Sí!— respondió Rubí tristemente entre lágrimas e intensificando aún mas su llanto.

¿Mucho?— preguntó ésta vez Mayra a lo que Rubí se limitó a afirmar con la cabeza y a decirle en cuanto el llanto le permitió articular palabra— ¡es que no solo lloro por los brazos!— Mayra la miró con mucha pena y Rubí continuó llorando de una manera que en verdad conmovía a cualquiera— ¡me arde y me duele mucho la cara, me golpeaste muy fuerte!— concluyó Rubí perdiéndose de nuevo en un llanto interminable.

¡Pues sí!— le contestó Mayra empleando un tono que no mostraba ya esa frialdad con la que le había hablado anteriormente pero para infortunio de Rubí tampoco le mostraba tanta comprensión como la que ella esperaba— ¡si no como me ibas a creer, tenía que golpearte fuerte!, a ver, ¡acércate!— le dijo de pronto suavizando el tono de su voz; Rubí se acercó y Mayra la abrazó y cariñosamente comenzó a acariciarle con sus suaves manos las mejillas a Rubí una y otra vez mientras la consolaba tiernamente— ¡ya, ya, ya se te pasará y tendrás tiempo de sobra, bueno, tendremos tiempo de sobra para hacer lo que se nos antoje con nuestra nueva esclava!;

Rubí trató de contener su llanto y en cuanto lo hizo insistió de nuevo con Mayra aunque de la manera en que la miró se podría decir que mas bien le imploró— ¿Peque, no me las vas a quitar?;

Mayra le sonrió a Rubí al darse cuenta que tan desesperada estaba ésta que había ya recurrido a adularla al llamarla “Peque”, como solía llamarla tiempo atrás cuando rondaban en los quince años, Peque, era una forma de consentir a Mayra y a ella le encantaba pues fue la misma Rubí quien le había puesto ese sobrenombre y cada vez que peleaban por algo la mayoría de veces por culpa de Rubí ésta astutamente la endulzaba abrazándola y repitiéndole muchas veces ¡ya Peque, olvídalo, anda dí que me perdonas, venga Peque, no mas discusiones!; sí, Peque significaba muchas cosas para Rubí y para Mayra, Peque, significaba para Mayra que Rubí doblaba las manos ante ella cada vez que la llamaba así, de esa manera era como Rubí le indicaba que reconocía sus errores y que se disculpaba ante ella; en este momento Rubí al llamar Peque a Mayra no significaba otra cosa que hacerle ver que en verdad estaba sufriendo esposada y que no le importaba que la humillara o que se burlara de ella, lo que quería era que le quitara las malditas esposas. Mayra respiró profundo y lejos de tener la intención de burlarse de su amiga a la que ella mas admiraba y hasta cierto punto envidiaba decidió hablarle con franqueza para convencerla de que no iba a ceder aún viéndola sufrir.

¡A ver Rubí!— se expresó muy seria Mayra— te preguntaré algo y quiero que me respondas sinceramente, si por coincidencia o lo que sea se diera la remota situación de que yo estuviera en tu lugar y tu en el mío ¿dime, acaso me las quitarías?, ¡responde!, ¿me las quitarías o me dejarías sufrir solo por placer y diversión?;

Esa pregunta mató a Rubí que se limitó a inclinar la mirada ante Mayra que le levantó la cara obligándola a verla y de nuevo le exigió— ¡responde!; Rubí no lo pensó mas y muy a su pesar respondió— ¡no, no te las quitaría!— y dicho esto rompió a llorar de nuevo.

¡Bueno!— le contestó Mayra— entonces ¡deja de molestarme!, que aunque no soy como tu ¡pero sabes que quiero serlo! y tu me has moldeado muy bien o sea ¡que no te las voy a quitar!— concluyó indicándole a Rubí con su expresión que la charla había terminado.

Rubí apoyó sus mejillas en las piernas de Mayra y estando sentada en el piso continuó llorando y frotándose sus mejillas en las piernas de ésta para aliviarse el ardor hasta que el sueño la dominó y quedándose dormida su cuerpo se deslizó hasta que inconscientemente ¡terminó dormida a los pies de la bella Mayra, con la cara pegada sobre esos lindos pies!;

Mayra la contempló y se expresó para sí misma— ¡perdóname Rubí, pero era necesario darte ésta lección, pues para verte sufrir ante cualquier otra persona primero prefiero hacerte sufrir yo!; además ¡que carajo!, no diario se ve ésta escena, Rubí, ¡tú, durmiendo a mis pies, jajajaja, no creo que después de mi haya alguien mas que se de el gusto de haberte tratado como yo lo hice y viva para contarlo!— y diciendo esto Mayra también se recostó en el mueble hasta quedar igual dormida así hasta que muy temprano Mayra se despertó al sentir que de nuevo Rubí le golpeaba las piernas con su frente.

¡Oye!— se quejó Mayra asoñada— ¡es muy temprano, deja dormir!;

¡Ya Mayra, no seas cruel!— se expresó Rubí suplicante que tenía los ojos hinchados pues se había despertado antes y de nuevo se la había pasado llorando— ¡ya amaneció, quítame las esposas por favor, ese fue el trato!— concluyo Rubí sin dejar de mirar suplicante a su amiga.

¡Bueno ya!— le contestó Mayra al mismo tiempo que bostezaba— ¡como molestas, Luis y Tania están estúpidos al decir que te aman!; Mayra la acomodó en el mueble y bromeó al buscar la llave entre su ropa— ¡uy Rubí, creo que perdí la llave!, bueno, ¿no te molesta quedarte otro día así?;

¡Quítame las malditas esposas!— gritó furiosa Rubí.

¡Bueno ya, está bien, que humorcito!— le respondió Mayra dedicándole una risita burlona— pero antes prométeme algo— Rubí ahora sí la fulminó con su mirada.

¡Tranquila, solo quiero que prometas que al quitártelas no te me irás encima a golpearme, ya te expliqué que todo esto era necesario aún así te pido perdón!, ¿Qué dices?— fueron las palabras de Mayra ahora expresadas con un semblante serio pues sabía que al liberar a Rubí todo volvería a la normalidad y la verdad es que ¡sí!, temía por su integridad pues una cosa era controlar a Rubí teniéndola esposada y otra muy pero muy distinta era enfrentarla de frente y mas después de la grandiosa e inolvidable noche que le había echo pasar.

Rubí no le contestó solo se volteó para darle la espalda a lo que Mayra le quitó por fin las malditas esposas; Rubí respiró profundamente y volvió a llorar al ir moviendo con esfuerzo los brazos y dolerles por el movimiento hasta lograr dejarlos a la normalidad entonces miró seria a Mayra, alzó los brazos y se fue sobre ella.

¡Ayyyyyy!— gritó Mayra cerrando los ojos, ahora resignada a recibir una golpiza por parte de Rubí pero se extrañó al sentir un fuerte abrazo y besos en las mejillas— ¡Rubí!, ¿no vas a matarme?— le preguntó Mayra todavía un tanto angustiada.

¡No bruta!— le respondió Rubí sonriéndole— al contrario, ¡gracias por ésta valiosa lección, nunca la olvidaré!, pero eso sí, nunca vuelvas a hacerme algo así, ¿entendido Peque?— concluyó Rubí mirándola tiernamente.

¡Te lo prometo amiga!— fue la respuesta de Mayra.para enseguida añadir ilusionada— ¿vamos por Rocío?;

¡No!— contestó Rubí— ¡vamos por Tania, pobrecilla y por Luis oh y Camelia!;

Mayra le sonrió y ambas se abrazaron mientras que Rubí también se quitó la cadena del cuello para ir en busca de Tania. Enseguida llegaron a donde ésta se encontraba con Luis y desde antes de entrar se pudieron oír perfectamente los llantos y lamentos de Tania; Mayra sonrió burlona y Rubí en un principio no lo hizo pero no pudo evitar después también una leve sonrisa— ¡que distinto era hacer sufrir a pasar a ser la victima!— pensó Rubí para sí misma y sin perder mas tiempo abrió la puerta. Tania estaba apoyada en Luis llorando tan triste pero al ver a Rubí se le iluminó el rostro y fue gateando hacia ella para abrazarla; Rubí se agachó y la abrazó tiernamente consolándola— ¡tranquila Tania querida, ya todo pasó amor, no llores!;

¿Qué no llore?— explotó Tania indignada y llorando aún mas fuerte para continuar gritando tan pronto el llanto se lo permitió— ¡por todos los diablos Rubí, las tripas me chillan pues no he probado alimento desde anoche, estoy atada como un animal y encima estoy prisionera en mi propia casa!, ¿y me dices que no llore?;

¡Sí amor!— se expresó coqueta Rubí para calmarla— pero ya todo pasó.

¿En serio, me juras que todo está bien?— le preguntó Tania aún llorando.

¡No podría estar mejor!— le contestó Rubí sin ocultar una perversa sonrisa en su rostro teniendo en cuenta la esclavitud de Rocío y mirando a Mayra le dijo— ¡Mayra, las llaves!;

¡Uy Rubí, ahora si va en serio, creo que las perdí!— le dijo con una cínica sonrisa en especial con toda la intención de burlarse de Tania.

¡Maaaayra!— gritó Rubí haciendo que ésta se carcajeara de lo lindo y se divirtiera aún más al ver y oír a Tania gritarle con furia— ¡maldita, eres una perra Mayra!;

¡Oye Rubí, si tu amorcito no se calma, te aseguro que no le quito las esposas o mejor aún, exijo que se disculpe!— expresó Mayra cruzándose de brazos y aparentando estar muy ofendida, haciendo un gran esfuerzo por no carcajearse de nuevo.

¡Ya basta las dos!— intervino Rubí— ¡Tania, cálmate y te aseguro que cuando lo hagas entenderás muchas cosas que yo misma te explicaré pues te aseguro que le debemos y mucho a Mayra!— enseguida se dirigió a Mayra— ¡y tu Mayra ya, quítale las esposas a Luis y a Tania!;

¡Bien!— contestó Mayra riéndose y lo hizo. Luis y Tania al igual que Rubí lo hizo, también se quejaron horrores por haber permanecido toda la noche esposados, tan pronto se recuperaron Rubí hizo lo propio explicándole a Tania la nueva vida de Rocío pero antes mandó a Luis a liberar a Camelia y a que le dijera que todo estaba bajo control.

Tania por su parte en principio titubeó un poco sobre la decisión que habían tomado sobre Rocío pero rápido reconoció que en realidad la sola idea le daba morbo y además se lo merecía; Mayra quien para esto era quien llevaba las riendas les explicó la última parte de su pequeño y perverso plan para darle la desagradable sorpresa a Rocío pues quería que hasta el último instante que se pudiera Rocío pensara que las esclavas serían Tania y Rubí y quedando de acuerdo Mayra se dirigió a abrir la bodega en donde se encontraban Rocío y Susana seguida de Rubí y Tania que se ocultaron un tanto atrás para que Rocío no se percatara de la presencia de ellas.

Apenas Mayra abrió la puerta se encontró con una bella sonrisa en el rostro de Rocío que enseguida le dio un beso en la mejilla a Mayra y le dijo feliz— ¡por fin, oye me muero de hambre!;

¡Ah sí, perdón!— le contestó risueña Mayra— se me pasó traerles algo de cenar anoche es que andaba muy ocupada con quien ya te imaginas— concluyó sin dejar de sonreír.

¡Sí, claro no importa!— le respondió Rocío que nisiquiera el hambre que sentía lograba que ocultara su felicidad— bueno, pues llévame hacia ella, ¿no?— dijo refiriéndose a Rubí.

¡Claro!— exclamó Mayra— veo que te urge iniciar una nueva fase en tu vida ¿no?;

¡Pues sí!— contestó Rocío sin prestarle mucha atención a las palabras de Mayra.

¡Bueno!— continuó Mayra— ¡sí, es cierto, comienzas a partir de este momento una nueva fase al igual que yo!, ¿no te da gusto?— Mayra en verdad estaba disfrutando como una loca burlándose de Rocío mientras que la pobre chica no captaba para nada el sarcasmo en las palabras de Mayra y ni que decir de Rubí y Tania que se partían de la risa al poder escuchar perfectamente la conversación desde donde estaban ocultas y frotándose las manos para ya intervenir.

¡Por supuesto!— contestó Rocío muy ilusionada— pero ya no la hagas de emoción, ¡me muero por ver a la perra de Rubí arrastrándose ante mi, ante mis pies!;

¡Sí, que mas, ya veremos quien se arrastra ante quien!— expresó Rubí con una sonrisa maliciosa desde donde se encontraba para enseguida mirar a Tania y plantarle un beso en los labios; Tania también quiso dar su punto de vista pero el beso de Rubí le cortó el habla y por un segundo hasta la respiración.

¡Sí!— le contestó Mayra a Rocío ignorando sus palabras— ¡a mi también me da mucho gusto iniciar en éste momento de nuevo como ama solo que de una nueva persona a la que reduciré hasta hacerla sentir en verdad miserable y a la que trataré y maltrataré sin piedad alguna hasta hacer añicos su dignidad y su voluntad!;

¡Sí!— le contestó feliz Rocío pensando que Mayra se refería a Rubí que era quien mas le interesaba pues para ella Tania pasaba a segundo plano.

¿Lo que no entiendo?— continuó Mayra aumentando esa sonrisa cínica en su rostro— ¡es que a ti también te de gusto siendo tú la nueva esclava!;

¿Cómo?— apenas atinó a decir Rocío para enseguida soltar un tremendo grito— ¡ayyyyyyyy!— al no saber que había sido y que se trataba de un tremendo latigazo que se estrelló en su espalda rasgándole incluso la blusa y que había sido cortesía de Rubí quien enseguida con una cruel sonrisa le dio otro latigazo en la espalda a Rocío quien sin entender que diablos pasaba cayó al piso y se acurrucó aullando de dolor pues al igual que Rubí hasta ese momento no sabía lo que la palabra dolor significaba al menos el dolor que producía el látigo.

Rocío dio vueltas por el piso gritando pues Rubí la estaba surtiendo con más latigazos. Susana estaba temblando y penosamente se estaba orinando encima producto del miedo hacia Rubí pues al presenciar tal escena no necesitaba que alguien le explicara lo que estaba a punto de suceder.

Rocío levantó la cara tan pronto Rubí la dejó de azotar y si su rostro estaba preocupado mas lo estuvo en verdad perplejo al ver que había sido Rubí quien con una cruel sonrisa era la que le dio los salvajes latigazos entonces miró a Mayra y antes de que pudiera hablar ésta le explicó lo que ya era inevitable.

¡Sí querida, cambié de opinión!— le dijo Mayra a Rocío mirándola con desprecio y a continuación acercarse a Rubí y como burla mayor hacia Rocío, Mayra se arrodilló ante Rubí y le besó la mano riendo para enseguida levantarse y decirle burlonamente a Rocío— ¡mi pacto está sellado, siempre estuve de lado de Rubí y por lo tanto!— hizo una pausa y añadió dirigiéndose de nuevo a Rocío con un desprecio absoluto— ¡tú serás la esclava!;
Rocío intentó reaccionar, intentó hacer muchas cosas pero no lo logró, en solo unos instantes de nuevo le cayeron encima una lluvia de latigazos de nuevo cortesía de Rubí al mismo tiempo Tania y Mayra lo aprovecharon para que rápidamente la inmovilicen dejándola esposada de pies y manos. Rocío al verse inutilizada gritó y suplicó en especial a Mayra— ¡no Maaayra, por favor, ten piedad, ten piedad de mi, esto no puede ser cierto, Mayra tu me lo prometiste!— imploraba tristemente Rocío a Mayra que se compadeciera de ella.

¿Ves Rubí, te dije que no me creería?— le dijo riendo Mayra a Rubí ignorando por completo las súplicas de Rocío que casi se arrastraba a sus pies.

Rubí le hizo una seña a Tania diciéndole— ¡ocúpate de la nueva perra!— entonces Tania se acercó a Rocío con una cadena y collar para perros; Rocío trató inútilmente de echarse para atrás pero Tania le dio de bofetadas sin consideración alguna y Rubí prácticamente se le sentó en la espalda y sujetándola fuertemente del cabello la dejó mas que quieta para que Tania le acomodara el collar en el cuello; entonces Rubí expresó mientras miraba con desprecio y burla a Rocío— ¡listo Mayra, tu nueva perra está lista para usarse!— de nueva cuenta miró a Rocío que no se atrevía a darle la cara a Rubí y le dijo— ¡por que vete enterando, yo no tengo nada que ver en esto o sea tu dueña y ama absoluta será Mayra aunque claro, nos divertiremos contigo, eso te lo garantizo!— concluyó Rubí con una sádica sonrisa de esas que la caracterizaban cuando en realidad traía en mente hacerle daño a alguien.

Mayra se dirigió a Camelia que hasta ese momento había llegado y permanecido con las manos cubriéndose la boca sin creer todavía lo que había visto y lo que éstas chicas le estaban haciendo a la señorita Rocío— ¡Camelia!— le gritó Mayra— vuelve a encerrarla por mientras aquí mismo en la bodega junto a Susana, ya nos ocuparemos luego.

Rubí al ver que Camelia no reaccionaba ni daba crédito a lo que veía al igual que Luis le gritó aún mas fuerte— ¡obedece idiota!, ¿Qué no oíste a la señorita Mayra?; Camelia nisiquiera contestó tan solo se limitó a obedecer, Luis prefirió quedarse un tanto atrás para pasar desapercibido ante las chicas y solo se limitó a oír y observar.

Entonces Mayra se dirigió a Rubí y a Tania— ¡bueno, como saben yo tengo que ocuparme de hacer creer a la familia de Rocío que ésta por motivos diversos, el caso es que ha desaparecido de la faz de la tierra y también tengo que convencer a mis padres de que no me vayan a descubrir que no estamos asistiendo al Instituto no vaya a ser que me jodan y no pueda disfrutar de mi nueva adquisición y bueno para eso necesito ausentarme máximo dos semanas!; por lo tanto Rubí, dejo en tus manos en ese tiempo la educación de mi esclava Rocío, ya que me muero de ganas por hacerme servir por ella pero la verdad me aburre pensar en adiestrarla ya que es obvio que se revelará y yo no quiero lidiar con eso y bueno para eso tu te pintas sola así que la pregunta es— ¿podrás?— le dijo Mayra a Rubí maliciosamente— ¿dime?, aceptas el reto de que en tan solo dos semanas logres domarla al grado que cuando regrese ¡me encuentre con Rocío convertida en la perra mas sumisa que me pueda imaginar dispuesta absolutamente a lamer el suelo que yo pise y a adorarme tal como lo hacen contigo Luis por amor y Susana por terror que sería el mismo caso que Rocío!;

Rubí tan solo se limitó a sonreírle perversamente a Mayra aceptando la propuesta a lo que Mayra le comentó burlesca— ¡eso sí, no quiero que me la entregues muerta por que para que diantres quiero una esclava muerta, es el único límite que te pongo!;

¡Descuida Mayrita!— le respondió Rubí risueña mientras le pellizcaba juguetonamente sus mejillas— puedes marcharte tranquila ¡y que cada quien se dedique a lo suyo en esas dos semanas!;

¡Perfecto!— exclamó Mayra fundiéndose en un largo y fuerte abrazo con Rubí y Tania.

Continuará……………………

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