viernes, 28 de mayo de 2010

RUBÍ 16

Mayra se marchó a lo suyo y Rubí se tomó su tiempo para dar inicio al adiestramiento de Rocío aunque ya la mantenía desde ese día en la bodega tan solo a pan y agua y a Susana la había vuelto a encerrar en el corral junto con dos ratones que se veían deseosos de ser sus compañeros de juego y su única compañía en aquel lugar. Ya en su habitación en donde se encontraba en ese momento con Luis, Rubí se echó sobre los brazos del profesor y comenzó a sollozar melosa.

¡Oh Luis fue horrible, todo lo que Mayra me hizo sufrir, no te lo imaginas, se comportó tan cruel conmigo!— se desahogaba Rubí hasta que en un momento miró a Luis y se sonrió al ver que éste la miraba serio y hasta cierto punto indignado— ¡bueno, si te lo imaginas!— le dijo ya riendo y teniendo en cuenta que todo lo que ella había pasado con Mayra no era nada comparado con lo que ella le había echo a Susana y sobretodo a Luis y prosiguió melosa para conmover mas a Luis— ¡el caso es que sufrí y aprendí mi lección!;

¿En verdad?— le preguntó ilusionado Luis.

¡Sí!— le contestó Rubí con una bella sonrisa que hizo feliz al profesor pues el al igual que todos pensaron en que ya nunca volverían a ver a Rubí sonreír feliz al creer que en verdad Mayra la haría su esclava.

¡Entonces!— prosiguió Luis como era su costumbre guiándose por su buen corazón y sus nobles sentimientos— si has aprendido la lección tal vez deberías considerar lo de esclavizar a Rocío y perdonarla ¿no crees?;

¡Oh Luis, eso no está en mis manos, eso es cosa de Mayra!— le respondió Rubí comenzando a emplear ese tonito burlón que tanto incomodaba al profesor.

¡Vamos Rubí!— le dijo Luis mirándola fijamente y con mucha seguridad en sus palabras— ¡ambos sabemos que la que tiene el control en todo esto y absolutamente en todos los que habitamos ésta casa eres tú!, además ¿no que has aprendido tu lección?;

Como respuesta Rubí se carcajeó de Luis todo lo que quiso logrando que éste se volviera a sentir de nuevo humillado ante el trato que ella le daba algo que ya extrañaba el pobre Luis; se rió de el hasta que se le dio la gana y entonces con un semblante mas serio le dijo— ¡sí, la aprendí y a eso iba Luis, la lección es que no debo ceder en nada y últimamente andaba muy suave y bondadosa contigo quizás me afectó al igual que mi relación con Tania por lo cual he tomado la determinación de que no me sucederá mas por lo tanto trataré de recuperar mi verdadero carácter o sea solo amor para mi y nada mas para mi y crueldad y desprecios para los demás en especial para aquellos que se han puesto en mi contra!;

Enseguida miró con lástima y algo de ternura a Luis y prosiguió— ¡lo siento por ti pues a pesar de todo no puedo negar que seas toda lindura conmigo pero ahora te exigiré mas así que grábate dos palabras que serán la esencia de tu vida de aquí en adelante: adoración y entrega, mientras me muestres ambas cosas no creo que tengas mayor problema aunque ya deberías saber que si se me da la gana te castigo solo por capricho o sea que no te confíes! y tras aviso no hay engaño así que esmérate en servirme y no meterte en donde no debes por que la pasarás muy mal pues casi casi estamos regresando a los días en que te tuve en mi casa— concluyó Rubí haciéndole ver al profesor que en verdad pensaba cumplir cada una de sus palabras; Luis quiso profundizar mas el tema pero Rubí no se lo permitió— ¡basta Luis!— lo cortó en seco— se acabó la plática, voy a ver a Rocío porque solo tengo dos semanas para domarla, por cierto no te metas en esa relación, no es lo tuyo— concluyó dejando como siempre afectado y confundido al profesor aunque cabe mencionar que a pesar de todo lo que Rubí le dijo en sus momentos de intimidad ésta se olvidaba de todo y se entregaba apasionadamente a su querido profesor haciendo sentir a Luis el ser mas dichoso del planeta cada vez que gozaba al poseerla diciéndole siempre al final de hacer el amor y de haber gozado como un loco de pasión— ¡ya por esto vale la pena soportar el trato que me das, ya por éste gozo en verdad que vale la pena ser tu perro mi hermosa Diosa Rubí!;

¡Jajajaja!— Rubí se carcajeaba de lo lindo sin ocultar lo feliz y orgullosa que la hacían sentir las palabras de halago y adoración de Luis— ¿verdad que si, a que soy genial?— es lo único que atinaba a comentar Rubí en esos momentos de placer respirando aún agitada en la cama mientras disfrutaba de un cigarrillo.

Enseguida Rubí abrió la puerta de la bodega para encontrarse con la mirada furiosa de Rocío aunque incapaz de representarle peligro alguno por estar esposada y pasando hambre. Rubí la jaló de la cadena y como a un perro se la llevó hasta la sala ahí la dejó en el piso mientras ella se acomodó en el mueble cruzando una pierna y moviendo su preciosa sandalia café de fino tacón— ¿tienes algo que decir?— le preguntó Rubí con el semblante serio— ya que de aquí en adelante solo me limitaré a ordenarte cosas y a castigarte si no me obedeces.

¡Solo que te odio al igual que tu me odias!— fue la respuesta de Rocío mirando retadora a Rubí.

Rubí negó con la cabeza y le contestó— ¡error, yo no te odio, te lo juro, ni a éstas alturas sabiendo lo que pretendías hacer, te aseguro que no te odio lo cual tampoco quiere decir que esté dispuesta a perdonarte ya que de nada serviría pues te repito todo esto de tu esclavitud ha sido idea de Mayra!;

Rocío la miraba incrédula y en su penosa y triste situación mas que nada arrepentida atinó a decir— ¡Rubí, es que tú me sacaste de mis casillas por la maldita relación que tienes con Luis!;

Rubí elevó el tono de voz al contestarle— ¿Por qué diablos nunca me lo dijiste?, te aseguro que si una sola vez me hubieses hablado de frente con lo que te gustaba y lo que te desagradaba sobre Luis y Susana hubiésemos llegado a un arreglo, te lo juro, a Luis nunca le hice caso sobre el trato cruel que le doy a Susana por que a el lo considero también como a un esclavo y es lo que es pero contigo hubiera sido distinto pues eras igual que yo y creía que éramos buenas amigas ¡nos faltó comunicación!— concluyó Rubí.

Rocío la miró de nuevo arrepentida a punto de llorar pero antes de que pudiera articular palabra fue Rubí la que continuó hablando— ¡ahora ya es tarde Rocío, todo está perdido para ti, tú tenías en mente muchas cosas y al final te ha salido todo mal así que si no quieres que te vaya peor haz lo único que te queda por hacer, humillarte ante mi y en especial ante Mayra que está obsesionada contigo!;

¡Nooo Rubí!— le suplicó Rocío esmerándose en emplear un tono más que humilde y respetuoso— ¡dame la oportunidad de enmendar mis errores, mira, yo…..!— ¡A CALLAR ESCLAVA!— se acabó la conversación— le dijo Rubí al momento que intentó ponerle la suela de su sandalia en la boca pero Rocío se echó para atrás todo cuanto pudo a lo que Rubí sonriéndole maliciosamente añadió— por cierto, ¡claro que tendrás la oportunidad de enmendar tus errores!, ¿Cómo?, pues obedeciéndonos en todo lo que te digamos y sirviéndonos de diversión y ya veo que estamos empezando mal y solo tenemos dos semanas así que….., dicho esto se levantó y para sorpresa y terror de Rocío regresó con el cinturón y que diera gracias que no trajo el látigo.

Rubí de nuevo se acomodó en el mueble y tras mirarse por unos instantes con Rocío fue clara al decirle al momento que le sonreía con desprecio— ¡bésame los pies!— hizo una pausa para al final añadir aún con mas desprecio y elevando el tono en su voz— ¡esclava!;

Pero Rocío con una mirada de asco y teniendo en cuenta que tenia perdida la mas mínima esperanza de que Rubí la perdonara o que mínimo intercediera por ella ante Mayra le contestó ofendida— ¡vete al diablo!; la respuesta no se hizo esperar por mas que Rocío se hizo para atrás Rubí alcanzó a darle un certero cintarazo en la espalda.

¡Ayyyyyyy!— gritó Rocío retorciéndose de dolor.

¡Esto dependerá de ti!— le dejó en claro Rubí sonriéndole perversamente— nos podemos pasar todo el día o solo un breve momento así que anda, obedece, ¡BESA MIS PIES!— concluyó gritándole con desprecio para humillarla.

Rocío no lo hizo y enseguida otro cintarazo cayó sobre su espalda pero ésta vez fue con la hebilla haciéndola gritar aún mas fuerte. Rocío solo resistió un tercer cintarazo y no tuvo mas que arrastrarse hasta llegar a pegar sus labios y besarle los pies a Rubí con asco y rápido pero se los había besado y la vergüenza que sintió no se puede describir, ¡cuantas veces había ella sentido pena y compasión por Susana al verla degradarse de esa infame manera, besándole los pies a Rubí y ahora ella lo acababa de hacer, se había humillado ante Rubí; circunstancias de la vida!; enseguida apartó la cara y Rubí le soltó una cruel bofetada— ¡no dije que te detengas!— le dijo Rubí sin ocultarle una perversa sonrisa.

Rocío apenas y reaccionó, se contuvo su llanto y volvió a besarle los pies; Rubí sin perder tiempo avanzó aún mas al decirle con toda la intención de humillarla, de irle lentamente destrozando su orgullo y su dignidad— ¡lámeme entre los dedos!;

Rocío en lugar de obedecerla levantó la cara y sacando fuerzas de donde intuía que quizás muy pronto ya no habrían la miró de nuevo retadora a lo que Rubí se sonrió, soltó el cinturón y tras un movimiento rápido se safó la sandalia y con la suela le dio una fuertísima cachetada a Rocío que terminó en el piso llorando pero insultando a Rubí— ¡eres una maldita perra, perra desgraciada!— le gritaba Rocío con todo el odio que sentía hacia ella y tratando tanto como era capaz de resistir el castigo que Rubí le estaba imponiendo.

Rubí se levantó, se volvió a poner la sandalia y tras contemplar unos instantes a una inofensiva Rocío a sus pies le acomodó la suela de su sandalia en la cara y sin piedad alguna comenzó a pisársela; Rocío se quejó amargamente pero Rubí nisiquiera la escuchó pues le tenía prácticamente sellada la boca con su sandalia y tan solo se limitó a decirle ya no a modo de amenaza sino simplemente como un aviso de rutina, como algo que ambas sabían que era inevitable— ¡mas tarde aprenderás a quitarme y a acomodarme los zapatos con tu boca como debe de hacerlo una esclava!, ¿Qué si no lo harás? O ¿Cómo le haré para que termines obedeciendo?, ¡Ya lo verás!— y se marchó a su cuarto para que en un momento mas tarde volviera a bajar. Rocío la vio alejarse pues Rubí saldría por un rato y se iba muy elegante con un vestido café y unas zapatillas negras de alto y fino tacón y tal como le había prometido ya regresaría en la tarde pues Rocío era la encargada de estar lista con sus sandalias y quitarle con los dientes esas preciosas zapatillas y ¡claro!, embriagarse del aroma de dichas zapatillas y de sus pies que sin duda estarían sudados tras estar encerrados casi toda la mañana en esas zapatillas.

Rubí regresó al caer la tarde y sonrió arrogantemente al entrar y ver a Rocío llorando en la sala aguardando su llegada con sus sandalias colgando entre sus dientes que Tania le había acomodado y amenazado con azotarla si las soltaba. Enseguida Rubí se dejó caer en el mueble y levantó los pies para que su esclava la descalzara tras dejar sus sandalias con sumo cuidado en el piso. Rocío muerta de humillación sujetó con los dientes los tacones y con ayuda de estos se apresuró a descalzarla; entonces Rubí tomo uno de sus zapatos y de una manera grosera se lo pego en la cara para que la desdichada de Rocío lo oliera; ésta apartó la cara y Rubí se comportó excesivamente cruel con ella tomando en cuenta que solo la tendría dos semanas para domarla y estaba dispuesta a lograrlo a base de infligirle todo el sufrimiento posible a lo que sin piedad ¡la golpeó dándole un taconazo en plena cara, mas exacto, en la mejilla!;

¡Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!— gritó fuerte y tristemente Rocío cayendo al piso; Rubí sin decirle nada ésta vez le ofreció las plantas de sus pies para que Rocío entendiera que quería que restregara su cara en ellas ¡pero era imposible!, el dolor del cruel taconazo la había dejado molida; Rubí se sonrió a eso que Rocío haciendo un esfuerzo sobrehumano se arrastró para intentar besarle los pies pero Rubí los apartó y sin sentir siquiera tantita lástima por la que alguna vez fue su amiga que aunque a final de cuentas sí, la había traicionado pero eso no borraba algunos buenos recuerdos que tenían tiempo atrás le dijo sonriéndole despectivamente— ¡demasiado tarde, pero no te preocupes ya que veo que empiezas a cambiar de opinión y que quieres obedecerme te daré otra oportunidad!— enseguida llamó a Camelia y tras dedicarle una perversa sonrisa que ésta entendió muy bien muy apenada regresó con una botella refrigerada de orina.

Esta vez Rocío se sintió morir y sinceramente de inmediato ¡no besó sino que lamió con absoluta humildad los pies a Rubí implorándole piedad!, pero ésta rompiendo a reír le contestó— ¡descuida, a lo mejor y es tu propia orina la que te tomaras jajajajaja!— a eso que Tania pasaba por ahí y al notar lo que se venía ¡por supuesto que no iba a perderse tal escena!;

Rubí dejó la botella abierta en el piso ante la mirada perdida y desencajada de Rocío y claramente le dijo— ¡tómatela toda pero despacito que quiero gozar al máximo tu humillación y tu desgracia!— concluyó cruelmente.

Rocío permanecía inmóvil, ni siquiera había captado las palabras de Rubí tan solo miraba desconcertadamente la botella llena de orina que se encontraba en el piso frente a ella hasta que Tania intervino diciendo— ¡yo puedo obligarla!— expresó maliciosa al momento que levantaba el látigo que llevaba amenazando con azotar a Rocío.

¡No, así que chiste!— le respondió Rubí— ¡lo hará por ella misma!, aunque bueno, sí la presionaré tantito por que no tengo todo el día para esto— ¡vamos bebe!— le insistió a Rocío al momento que le soltaba una cachetada en la misma mejilla en donde le había dado el taconazo. Tania tomó asiento para divertirse con la humillación de Rocío que ya ni los golpes sentía ¡pero nada, no obedeció!, entonces Rubí que en verdad esos días andaba fuera de sí se acomodó de nuevo sus zapatillas y ordenó a Rocío apoyar las manos en el piso y ante sorpresa de ésta ¡comenzó a pisarle las manos con sus finos tacones!; Rocío gritaba histérica en verdad pegaba unos gritos espantosos que casi ¡hasta se orina encima!, pero Rubí no le liberaba las manos de sus finos tacones y no lo hizo hasta ver a Rocío deshecha en llanto y ya no digamos moralmente.

¡Bebe!— le volvió a ordenar tranquilamente como si nada hubiese pasado y como en realidad para Rubí nada había pasado pues en su malévola mente ni siquiera pasaba la remota imaginación del espantoso dolor que Rocío estaba sufriendo ni siquiera le dio tiempo para comprobar si tal vez Rocío la hubiese obedecido pues de nueva cuenta con ayuda de Tania le hicieron extender las manos palmas arriba y Rubí tras encender un cigarrillo en verdad en un acto cruel y con una expresión sádica en su rostro que delataba que en verdad estaba disfrutando con el sufrimiento de la desgraciada de Rocío ¡se dedicó a quemarle las palmas de las manos, dedo por dedo!, ante los aullidos horrorosos de Rocío que a éstas alturas nadie entendía como diablos es que no se había desmayado.

Después de tan cruel tortura pues Rubí le dejo de quemar las manos hasta el momento que se sintió satisfecha pues en verdad jamás se compadeció de ella a pesar que Rocío bramaba como una perra, a pesar que incluso Tania le pidió en mas de una ocasión que ya se detuviera ¡pero no!, Rubí le dejo de quemar las manos solo hasta que ella lo consideró oportuno y al hacerlo una hermosa pero en verdad sádica sonrisa se dibujó en su rostro al observar arrogante y soberbia como esa pobre desgraciada a la que ella había torturado sin piedad tan solo por placer sin necesidad de decirle una sola palabra mas Rocío había ya sujetado como pudo con las manos quemadas la botella y si sintió nauseas se las escondió muy bien pues sin una sola mueca de asco se tragó casi toda la orina, casi toda pues al tener las manos en el estado en que las tenía no soporto el contacto con la botella y terminó tirándola acabando todavía una parte considerable de orina en el piso y en verdad se escondió las nauseas y el asco pues deveras que el dolor es un cruel y eficaz maestro pues sin esperar orden alguna la infeliz de Rocío al instante se limitó a lamer lo que quedaba de orina en el piso y lo hizo sin detenerse hasta dejar mas que reluciente el piso y ante las fuertes carcajadas de Rubí y ¡claro!, también de Tania que tenia que quedar bien ante el amor de su vida y ante una sonrisa cínica de Rubí que se encontraba muy divertida observando como poco a poco Rocío iba desapareciendo para convertirse en un despojo humano, uno mas al igual que Susana y Luis aunque a comparación de Susana y ahora Rocío, Luis se podría considerar mas que afortunado de tener la dicha de que Rubí lo quisiera aunque como siempre le aclaraba “te quiero como se quiere a un perro por que eso es lo que eres para mi”.

Rubí sin ocultarle a Rocío esa cínica sonrisa decidió que aún no se sentía satisfecha ¿sería que en verdad estaba recuperando su verdadero carácter?, probablemente; el caso es que para desgracia de Rocío, la cruel y hermosa Rubí no se sentía satisfecha a lo que de nuevo con ayuda de Tania hicieron estirarse a Rocío en el piso y en un abrir y cerrar de ojos la desnudaron haciéndole añicos lo poco de ropa que conservaba incluida su ropa interior la dejaron en verdad completamente humillada, Rubí la estaba aplastando por completo al dejarla y hacerle ver que desde ese momento no llevaría absolutamente nada de ropa, se vería expuesta a estar frente a ellas completamente desnuda; Rubí le estaba pisoteando lo que de dignidad y orgullo le quedara para que ello diera como resultado la perdida absoluta de su voluntad y como de pisotear se trataba Rubí continuó clavándole por todo su desnudo cuerpo los finos tacones de sus zapatos a eso que Luis observaba en silencio doliéndole en lo mas profundo de su ser la actitud que veía que Rubí había adoptado de nuevo.

Rubí que lo conocía a la perfección y le leía el pensamiento hasta durmiendo le dijo al momento que lo miraba con burla— ¿Qué pasa esclavo?, ¿Crees que ya es demasiado tormento?,

Luis humilló la mirada pero Rubí insistió— ¡te hice una pregunta y por Tania no te preocupes!— le dijo al ver que ésta se reía de Luis— ¡ella no intervendrá en esto!;

Luis entonces asintió con la cabeza en el momento en que Rubí le dijo— ¿me detengo? y al ver la reacción del profesor le dio un último pisotón a Rocío pero quizás el mas despiadado y cruel al aplastarle por completo sus pechos hasta hundirle todo lo que pudo sus finos tacones en esos lindos y ahora torturados pechos.

¡Largo perra y dale las gracias a Luis!— le gritó Rubí con un desprecio absoluto mientras que la pobre de Rocío se retorcía de dolor ante sus pies pero aún así hacía un esfuerzo por lamerle a Rubí sus finas zapatillas pues Rocío empezaba a entender lo que tantas veces oyó decir a Rubí a Luis y a Susana. “siempre puede ser peor”.

Enseguida Rocío sin tener muy en cuenta lo que había pasado miró con agradecimiento a Luis pues tuvo que reconocer que en verdad éste era una buena persona pues de no serlo jamás hubiera intervenido a su favor después de todo lo que ella le hizo pasar y peor aún ¡lo que tenía pensado hacerle si sus planes hubiesen salido bien!;

Rocío se marchó penosamente casi arrastrándose pues por las quemaduras no podía apoyar las manos para gatear entonces vino lo inesperado para Luis.

¡Acércate y estírate en el piso tal y como estaba Rocío!— fue la orden que le dio Rubí a Luis en un tono áspero y cortante que hizo sonreír maliciosamente a Tania. Luis inquieto lo hizo y Rubí tras darle una calada a su cigarrillo le acomodó los tacones en su desnuda piel y comenzó a clavárselos tal y como lo había estado haciendo con Rocío; los quejidos de Luis no se hicieron esperar y Rubí cruelmente ¡le dio un tremendo pisotón en la cara!;

¡CAAAALLATE!— le gritó enfurecida Rubí; Luis en cuanto pudo la miró dolido buscando una explicación y Rubí se la dio— ¿no querías que ya no castigue a Rocío?, ¡bueno, pues ya cumplí, ahora tú terminarás su castigo y así será cada vez que intercedas por ella o por Susana, las dejaré en paz pero tú terminarás lo que haya empezado con ellas! y sin piedad alguna continuó pisándole ésta vez torturándolo en sus testículos a lo que Luis volvió a quejarse amargamente y como consecuencia de sus lamentos Rubí lo quemó en la cara.

¡Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyy!, ¡auuuuuuuuuuuuuuuuu!— gritó Luis revolcándose de dolor y tallándose la mejilla para tratar de aliviarse el dolor pero para su desgracia estos gritos lo único que lograron fue despertar aún mas el sadismo en Rubí, ese sadismo que al menos con el hacía ya mucho tiempo que se encontraba dormido y en verdad de una manera infame, inhumana, expresamente sádica y cruel Rubí le ordenó a Luis que se volviera a acomodar y que no se moviera o le iría aún peor y ante la mirada de horror de éste Rubí ¡le quemó todo alrededor de los labios y fue espantoso e imposible de que Luis no gritara!, pero tras unos latigazos cortesía de Tania quien ayudó a sujetarlo Rubí ésta vez no mostró un solo indicio de piedad hacia su querido profesor al castigarlo sin consideración alguna cuanto quiso quemándolo en los labios con el cigarrillo hasta que después de unos minutos interminables decidió dejarlo en paz pues solo hasta el final consideró que ya le había hecho bastante daño y fue hasta el final que se sintió un tanto conmovida al ver al pobre Luis implorando su compasión mientras lloraba como un niño a sus pies, fue entonces que lo mandó con Camelia para que ésta se encargara de hacer lo que tuviera que hacer para curarlo pero el daño ¡ya se lo había echo y lo había torturado y echo sufrir como pocas veces se había comportado con el!, pero desafortunadamente para Luis contra eso tenía que lidiar contra los inexplicables cambios de humor y de sentimientos de Rubí hacia el y el pobre bien lo sabía a lo que a todo caso si había alguien que tenía que sentirse culpable por lo sucedido ese era el y no Rubí pues ésta a cada momento le dejaba mas que clara su situación ante ella.

Pero lo peor para Luis por ese día llegó en la noche al aguardar esperando a Rubí en su cuarto como debía hacerlo con sus sandalias en la boca ¡no pudo!, le resultaba imposible con los labios destrozados como los tenía apenas y podía tener contacto con los alimentos de hecho solo había saciado su apetito con unos jugos que Camelia gentilmente le ofreció y los había tomado con popote y había llorado tan triste al ingerirlos que hasta había logrado contagiar a Camelia con su llanto y si esto le pasaba con los alimentos ¡como diablos iba a ser capaz de sujetar las sandalias de Rubí con los dientes!; desgraciadamente la cruel Rubí no lo vio de esa manera y al entrar a su cuarto y ver lo que éste estaba sufriendo estuvo a punto de consolarlo pero antes se cruzaron por su mente una mezcla de sentimientos confusos lo que dio como resultado de que le sonriera con malicia al profesor y sin reñirlo se dejó caer en la cama pues aunque ya había decidido muy a su pensar perdonarlo por haber intercedido a favor de Rocío primero se divertiría tantito mas con el y aunque Luis pudo pensar que Rubí se había comportado excesivamente cruel con el la verdad es que “pudo ser peor”, así que sin saberlo le debió haber dado las gracias a esa joven que decía quererlo pero muy a su manera y esa noche para infortunio de Luis aún no terminaba.

¡Casi no tengo sueño así que mientras me duermo bésame los pies, lámeme las plantas como solo tú sabes que me gusta!— le dijo dulcemente al mismo tiempo que no dejaba de sonreírle burlona.

Luis cerró los ojos ¡no podía ser peor la tortura!, y vaya que lo intentó a el para nada le disgustaba adorarle los pies a su ama al contrario por la manera en que lo hacía se podría afirmar que consideraba un verdadero privilegio el poder besar y lamer los pies de Rubí pero en el estado en el que se encontraba le resultaba imposible y tras unas cuantas caricias y contactos de sus labios con los pies de Rubí rompió a llorar.

¿Qué pasa esclavo?— le preguntó Rubí indignada.

Luis la miró con lágrimas en los ojos suplicándole y haciéndole ver con la expresión de su triste mirada que se compadeciera de el pero Rubí irónicamente le dijo— ¡ah ya veo!, ¿te resulta doloroso cumplir mi deseo por tener los labios quemados?;
Luis respiró aliviado al creer el pobre que Rubí lo había entendido pues no había captado el sarcasmo en sus palabras desafortunadamente para el no fue así.

¡Pues no me interesa!— le gritó Rubí en una actitud mas que déspota y soberbia— ¡eso debiste pensar antes, en las consecuencias que te podía traer ayudar a Rocío, ahora no me jodas con tus estupideces y lámeme los pies por que eso es lo que se me antoja en especial quiero que restriegues tu cara de perro en las plantas de mis pies, quiero sentir el contacto de tus labios en mis plantas así que a obedecer miserable esclavo!— concluyó arrogante y orgullosa de ver a Luis tan humillado ante ella sin otra salida mas que obedecerla en todos y cada uno de sus crueles deseos.

Luis rompió a llorar desconsolado y aunque dispuesto y resignado estuvo a cumplir con el deseo de su ama de nuevo le resultó imposible a lo que Rubí volvió a enfurecer.

¡Estírate en el piso bocarriba!— le ordenó haciéndole entender a Luis que no esperaba nada mas de el que el que se limitara a obedecerla, nada de súplicas ni lloriqueos, solo obedecerla.

¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhgggggggggghhhhhhhh!, ¡auuuuuuuuuuuuuuuu!— Luis temeroso había obedecido a lo que al instante de hacerlo había pegado unos gritos mas que gritos unos alaridos espantosos que se oyeron casi por toda la casa. Rubí se dedicó a pisarle los labios con las plantas de sus pies, le daba de pisotones haciendo sufrir en verdad a Luis que casi queda al borde del desmayo, Rubí en verdad le estaba mostrando su lado mas cruel a Luis incluso mas que los primeros días en que permaneció esclavizado en su casa al final Rubí aún no contenta le dio de patadas a Luis por todo el cuerpo cobrándose así el que haya intervenido por Rocío y si por si acaso le quedaba a Luis dudas el porque de tanta crueldad de Rubí hacia el ésta se lo dejó mas que claro al agacharse junto a el que permanecía acurrucado en el piso y decirle con cierto desprecio en su voz:

¡Luis, eres mío, eres mi esclavo por lo que te quede de vida! y ¿sabes una cosa?, ¡te quiero mucho pero igual y te desprecio por ser tan débil, odio que intercedas a favor de otras personas, demonios Luis tu solo vives para adorarme y es por mi por la única persona por la que debes estar dispuesto a luchar hasta morir si fuese necesario por nadie mas todo lo que ocurra a tu alrededor no te incumbe, tan solo yo por que yo soy tu único mundo soy lo que le da sentido a tu vida así que por todos los diablos no vuelvas a interceder por nadie por que te juro que cada vez te irá peor incluso estoy dispuesta a destrozarte aún mas en vida después de todo te guste o no soy la dueña de tu vida, ya sabes lo que odio de ti y lo que me gusta de ti así que no voy a permitirte un solo error, estas advertido!— concluyó al momento que le soltaba un asqueroso salivazo en su cara y lo miraba ofendida pues así es como se sentía Rubí cada vez que veía a Luis desviar siquiera tantito sus pensamientos y sentimientos a cualquier persona que no sea ella, ofendida.

Enseguida se recostó en la cama para tratar de conciliar el sueño sin importarle dejar a Luis en el piso quejándose por el daño que le había echo pero Rubí no logró dormirse de nuevo algo en su mente le repicaba que debía consolar a Luis lo cual no era nada difícil pues por mas daño del que le hiciera siempre un beso y una caricia por parte de ella era mas que suficiente para volver a tenerlo rendido de amor a sus pies y así lo hizo fue junto a el, le secó con su blusa los restos de saliva que aún tenía en la cara, le acarició tan suavemente los labios con sus finas y delicadas manos, todo sin dejarlo pronunciar una sola palabra, no hacía falta así hasta que se abrazó a el y delicadamente pegó sus labios a los de Luis entonces le dio a elegir si quería ir con Camelia a que lo curara o quedarse con ella así pegados el uno al otro en la alfombra de su habitación y la decisión de Luis era mas que obvia decidió quedarse con ella pues no necesitaba las atenciones de Camelia para sentirse mejor, ¡no!, el pobre tan solo necesitaba un poco de atención y amor por parte de rubí aunque fueran solo las sobras lo que ésta siempre le daba de su cariño pero era mas que suficiente para curar y hacer cicatrizar cualquier herida de Luis por lo que se quedó abrazado a su Diosa hasta dormirse con Rubí por primera vez velando su sueño y cuidando tiernamente de el aunque ya al otro día a primera hora haría que Camelia se encargara como siempre de hacerlo quedar como nuevo.

Apenas había pasado una semana y ya Rubí había cambiado por completo la voluntad de Rocío y era de entenderse Rubí le había mostrado lo cruel y despiadada que podía ser con quien sea cuando se lo proponía pues la misma Rocío comprobó el daño y el sufrimiento que Rubí le provocó a Luis por haber intercedido por ella y Rocío moral y físicamente estaba hecha añicos pues con permanecer desnuda ante sus examigas a sus pies todo el tiempo ya tenía suficiente encima Tania se había encargado de maquillarla cada día de una forma tan triste y patética que con todo respeto una prostituta se hubiera ofendido de que la compararan con Rocío; tanto Tania como Rubí se orinaban y cagaban en su boca obligándola no precisamente con mimos y caricias a que se lo comiera todo y aún faltaba que la marcaran como a una res pero eso por decisión de Rubí había concluido que sería Mayra quien la marcara pues seguro y lo haría mas que gustosa.

Pero lo peor y más aberrante para Rocío lo que cada vez le dolía más y lloraba tristemente era cuando Rubí y Tania descaradamente se besaban y acariciaban en la sala o en su habitación manteniendo a Rocío postrada en el piso a los pies de ellas lamiéndoselos, le dolía en el alma a Rocío y mas cuando Tania perversamente excitada gozaba humillándola— ¡lame mas rápido y con devoción, Rubí ésta perra no me tiene ni devoción ni respeto!— solía decirle Tania a Rubí mientras no dejaba de reírse al ver a Rocío tan humillada ante ella.

Entonces Rubí despiadadamente iniciaba una serie de latigazos sobre la ya mas que lastimada piel de Rocío mientras que ésta tenía que continuar lamiendo los pies a Tania y encima al final pedirles perdón por su ineptitud y darle las gracias por educarla lo que lejos de lograr que éstas crueles chicas sintieran siquiera un solo indicio de lástima por ella, las excitaba mas en especial a Tania que después de darle una patada en plena cara a Rocío le gritaba— ¡no perra, no te perdono, si quieres que te perdone, humíllate mas, humíllate a mis pies y trágate toda la suciedad y el sudor que encuentres en ellos!— Rocío sintiéndose el ser mas miserable sobre la tierra, deseando con toda su alma morirse se arrastraba hasta llegar a postrarse de nuevo a los pies de Tania y comenzaba de nuevo la cruel y humillante tarea de lamérselos incluso entre los dedos haciéndose mas que sorda ante las burlas y carcajadas de ésta que en una de esas ocasiones la levantó sin piedad del cabello y arrimándose como pudo la falda y bragas le restregó insultantemente la cara a Rocío en su sexo todo lo que quiso hasta que de nuevo la empujó al piso buscando la aprobación en Rubí.

Rubí le sonrió pero como siempre ella llegaba mas lejos tal parecía que competían en ver quien era la que hacía sufrir mas a Rocío y la hacía sentirse mas miserable a lo que Rubí acomodándose de rodillas y de espaldas sobre el mueble imitó a Tania haciéndose a un lado falda y bragas y a una señal de ella que Tania interpretó a la perfección Tania levantó de nuevo a Rocío del cabello y sin piedad con una perversa sonrisa le pego la cara de terror de Rocío al trasero de Rubí y riendo como unas locas Tania le restregó la cara en el culo de Rubí mientras ésta la humillaba cruelmente— ¿Qué tal Chío, seguro a que esto se lo envidiabas a Susana eh?, mira que tener la dicha de besarme, olerme y lamerme el culo mira que no a cualquiera se lo permito jajajajaja— se carcajeaba Rubí mientras Tania no paraba de restregarle la cara a Rocío y asegurarse que precisamente ésta le besara el culo a Rubí todo el rato que a ésta le dio la gana hasta que Tania le dejo bien pegada la cara a ese hermoso trasero y se carcajeó aún mas al oír por Rubí lo que se venía— ¡bien Chío, muy bien!, ¿no estás orgullosa de estar en el lugar que te mereces?, yo pienso que sí, ¡que mejor lugar para ti que teniéndote cuando yo quiera besándome el culo oh y aguarda que viene lo mejor jajajaja!— a continuación lo que acaso quedara de cordura y dignidad en Rocío, Rubí se encargó de aniquilarlo pues se acababa de soltar un oloroso pedo en la cara de Rocío teniendo ésta que respirarlo profundamente al tener la cara pegada a su trasero, ¿humillante y asqueroso?, ¡sí!, pero faltaba lo peor.

Tania no quitó para nada la cara de Rocío del lugar que según Rubí se había ganado con creces y Rubí sin mucho esfuerzo ¡se cagó en su cara!, dejándola en verdad un asco algo en verdad repugnante y triste tirada en el piso. Rubí graciosamente viró a verla sin bajar del mueble y sonriéndole a Tania le dijo mientras que de nuevo miraba orgullosa el aspecto mas que miserable en el que había dejado a Rocío— ¡dile a Camelia que le lave la cara para que después me limpie el culo quiero cambiarle esos dientes blancos por el color de mis heces!;

Tania le sonrió y le contestó al momento que cuidadosamente se acomodaba junto a Rocío muy atenta para no mancharse— ¡descuida, yo la limpio, después de todo me estoy orinando!— y entre risotadas de ambas Tania gentilmente le lavó la cara a Rocío orinándose en ella para que a continuación la sujetara del cabello y sin importarle en lo mas mínimo al extremo en el que habían llegado a comportarse con la que alguna vez fue parte de ese selecto club iba decidida a volver a hundirle la cara a Rocío para que le limpiara el trasero de Rubí lamiéndoselo en cuanto ésta le dijo— ¿no se Tania?, ahora su cara lleva tus orines y no me vas a pegar parte de tus orines en mi fino trasero— concluyó déspotamente Rubí.

¡Solucionado, que te limpie la mierda con su cabello!— sugirió sin escrúpulos Tania— ¡así sirve para que de una vez se lo cortemos! y ¿Por qué no?, ¡hacer que se lo coma!;

¡Dale!— respondió Rubí tratando de no reírse— que me lo limpie con su cabello y que se quede así hasta la noche entonces que Camelia se lo lave por que no se lo cortaremos quiero dejarle algunos lindos detalles a Mayra por que no sabe de lo que se está perdiendo precisamente se fue en lo mas lindo del adiestramiento.

¡Entendido!— respondió Tania dando inicio a la aberrante tarea que le esperaba a Rocío ignorando por completo como ésta se desgarraba la garganta en implorar con todas sus fuerzas una migaja de compasión y lástima que desafortunadamente para ella no existía en esas sádicas chicas mas exacto, no existía en la hermosa y cruel Rubí.

Rocío estaba deshecha cada vez más y justo en la noche que faltaba pues al otro día llegaba Mayra. Rubí acababa de llegar de la calle y apenas se acomodó en el mueble contempló soberbia como Rocío miserablemente se arrastraba presurosa con sus sandalias pues no podía gatear al tener las manos quemadas pues de nuevo Rubí la había torturado de esa infame manera; Rocío dejó con mucho cuidado las sandalias y tras descalzar a Rubí restregó su cara en esos pies sudados para después lamérselos pero Rubí sonriéndole con burla le dijo— ¡no estoy satisfecha, mañana llega Mayra y como que siento que aún no comprendes como lamer unos pies con humildad!, a ver, extiende las manos en el piso, palmas arriba— concluyó sin piedad Rubí mirando fijamente a Rocío haciéndole entender que en ese momento su vida dependía de ella y que si la hacía sufrir y la torturaba tan inhumanamente era solo por capricho tan solo por que se le antojaba hacerlo.

Rocío apenas oyó esas crueles palabras rompió a llorar y mirando a Rubí entre lágrimas le suplicó con el corazón en la mano, se humilló ante ella de la manera mas ruin y miserable con tal de evitarse mas dolor— ¡por piedad ama Rubí las manos no, no me tortures mas en las manos apenas en la mañana me las volviste a quemar, soy tu perra Rubí, te lo juro que lo he aceptado seré tu perra y también de Mayra y de quien tu quieras que lo sea pero por piedad, por misericordia no me hagas mas daño en las manos!— se humillaba Rocío al momento que se esmeraba en lamer la suela de la sandalia de Rubí que había levantado ligeramente el pie después de acomodarse la sandalia y que sonreía arrogante sin mostrar ninguna prisa para que Rocío dejara de limpiarle la sandalia con su lengua así hasta que decidió cortarle la inspiración y la mas mínima esperanza a Rocío de que sus súplicas habían surtido efecto.

¡Y te las quemaré de nuevo si no me obedeces!— le contestó Rubí cruelmente sin mostrarle un solo indicio de compasión— ¡extiéndelas te he dicho!;

Rocío no tuvo opción y tras hacerlo al menos debió agradecer que Rubí se quitara de nuevo las sandalias pues enseguida con una hermosa y sádica sonrisa le acomodó encima las plantas de sus pies y frotándoselas sobre las manos de Rocío tan solo bastó un ligero contacto para que Rocío se sintiera morir de dolor.

¡Anda!— le ordenó Rubí con una cruel sonrisa— ¡continúa besando mis pies en cuanto considere que lo haces como debe ser quitaré mis pies de tus manos de lo contrario me volveré a poner los zapatos y te las seguiré pisando con los tacones y si aún así no me convences te las volveré a quemar! y ni se te ocurra desmayarte por que esperaré pacientemente a que recobres el sentido para continuar torturándote— concluyó la despiadada joven.

Rocío haciendo un esfuerzo sobrehumano lamió los pies a Rubí sin saber a causa del dolor si seguía viva o acaso había muerto y aún en algún otro lugar continuaba sufriendo a manos y en poder de Rubí así hasta que ésta decidió dejarla en paz pero solo hasta que en verdad se fastidió de observar a Rocío postrada a sus pies completamente humillada, aplastada y encima sufriendo cruelmente al tener las manos prisioneras debajo de sus lindos pies.

Así amaneció y a eso del medio día Mayra de nuevo llegaba al rancho para fundirse de nuevo en un largo abrazo con Rubí y Tania apenas y terminaban un tema y rápidamente iniciaban otro tenían mucho de que hablar y justo cuando Mayra estaba a punto de preguntar a Rubí por su nueva esclava sintió un contacto en sus pies— ¡oh por Dios!— exclamó Mayra alucinada al mirar hacia el suelo y contemplar por ella misma al despojo humano en que habían convertido a Rocío, desnuda, marcada de latigazos y quemaduras de cigarro por todo el cuerpo, maquillada de esa forma tan especial por Tania en sí, convertida en lo que quería, una autentica perra dócil y sumisa que en ese momento temblaba ante ella y le lamía los pies y parte de sus sandalias con verdadera devoción y que no representaba un solo indicio de dignidad ni mucho menos rebeldía como la misma Mayra comprobó al decirle que se pusiera de rodillas y abriera la boca y tras hacerlo Mayra dejara caer un buen salivazo dentro de su boca que Rocío tragó al instante para enseguida postrarse de nuevo a sus pies y expresar claramente— ¡gracias ama Mayra! y continuar lamiéndole los pies.

Mayra sonrió perversa a Rubí y a Tania no hacía falta decir mas ni mucho menos preguntar los detalles, todo era fácil de imaginarse. En esos días las tres amigas vivieron en la rutina que representaba su placentera vida en especial Mayra que se emocionaba cada vez mas al ver que por mas degradante y ruin que fuera la orden que diera a Rocío ésta la cumplía sin un solo reproche y aún así Mayra la castigaba solo por placer encontrando en Rocío esa misma entrega y humildad que aunque Mayra bien sabía que no le quedaba de otra y que quizás obedecía por miedo y temor aún así estaba mas que satisfecha por el trabajo de Rubí.

Pero la rutina siempre se ve rota por que siempre hay algo que interviene para romperla y justo en uno de esos días rutinarios Rubí regresaba de la calle, había ido a ver a su madre tras varios días en los que se había sentido enferma, mareada y con vómitos y regresaba furiosa a la casa, nada mas entrar se topó con la infeliz de Rocío que limpiaba del piso con la lengua parte de un refresco que Mayra accidentalmente había tirado. Rocío al percatarse de la presencia de Rubí sabía lo que tenía que hacer y tras ir presurosa a besarle los pies se llevó la sorpresa de que Rubí la levantó del cabello y cruelmente le aporreó la cara en el piso haciéndola sangrar pues le había logrado dañar seriamente la nariz— ¡fuera de mi vista estúpida!— le gritó furiosa Rubí que enseguida miró aún mas furiosa a Luis que permanecía en la sala aguardando con sus sandalias en la boca como siempre.

¡Largo, no quiero verte miserable perro!— le gritó Rubí fuera de sí a Luis con las palabras llenas de desprecio. Luis la miró totalmente incrédulo a lo que Rubí avanzó hacia el dándole una tremenda patada en la cara a Luis que hicieron volar las sandalias que éste sujetaba y que no tuvo ni tiempo de quejarse al ver a una desconocida Rubí; Luis salió huyendo de ahí, Rubí miró para todos lados y al ver a Rocío llorando con la nariz destrozada se le acercó y le dio un terrible pisotón con el tacón de su zapato en su cabeza y le clavó sin piedad el tacón en la cara. Rocío gritaba espantosamente hasta que Mayra intervino gritándole nerviosa a Rubí al momento que la empujaba para que dejara de hacerle daño a Rocío— ¡oye vas a matar a mi esclava!, ¿estás loca o que?, ¡si quieres matar a alguien que sea Luis o Susana pero a la mía déjala en paz!— concluyó Mayra mirando molesta a Rubí, exigiéndole que se disculpara ante ella.

Rubí observó a Mayra de pies a cabeza con una mirada perdida y para sorpresa de ésta sin mas le dijo— ¿Qué tal tú? y al momento ¡que le suelta un bofetón a Mayra que la hizo caer sentada al piso!, apenas y se tallaba la mejilla cuando Rubí le expresó a modo de reclamo— ¡por cierto, verás que no se me ha olvidado como me trataste cuando según tú jugabas a serla de ama!— Mayra se quedó muda ante Rubí que mirando a Tania le gritó— ¡lárgate esto es entre ella y yo!— Tania quiso hablarle, calmarla pero Rubí la fulminó con su mirada y tras marcharse Tania, Rubí se acercó lentamente a Mayra que nerviosa intentó levantarse pero la cruel Rubí lo impidió dándole una patada en el estómago con la punta de su zapato negro cerrado de mediano tacón a lo que Mayra se acurrucó en el piso y comenzó a lloriquear y a rogarle a Rubí que se detuviera— ¡nooo, nooo!, ¿Qué te pasa?, ¡somos amigas, por favor no me hagas daño, perdón perdón, duele, duele mucho!;

Rubí le sonrió altanera y mirándola con lástima le dijo— ¡vas a besarme los pies y a arrastrarte ante mi como una perra a menos que tengas el valor y estés dispuesta a levantarte y enfrentarme con la diferencia de que ahora no estoy esposada!;

¿Pero por que?, ¿Qué te pasa?— le suplicaba Mayra una explicación a Rubí que al encontrarse totalmente fuera de control de nuevo le hizo daño ésta vez pisándole la mano con su tacón.

¡Ayyyyyyyyyyy!— volvió tristemente a quejarse Mayra a lo que Rubí claramente le dijo lo que esperaba de ella— ¡levántate y enfréntame o de lo contrario te va a ir peor de lo que crees!;
Mayra por su parte muerta de nervios y llanto se acomodó de rodillas ante Rubí y tras intentar de nuevo hablar con ella solo se llevó una dolorosa bofetada entonces optó por lo que pensó que era lo mejor y sin mas acercó su bello rostro y ¡besó los zapatos de Rubí manchados de polvo!, Mayra no sintió asco ni se sintió humillada ante su amiga aunque si dolida porque no entendía su comportamiento pero rogando al cielo que Rubí entrara en razón continuó besándole los zapatos como haciéndole ver que se rendía ante ella; Rubí altanera y grosera levantó ligeramente un pie y le mostró la sucia suela; Mayra lloró pero no la desairó, de nuevo acercó el rostro y pegó los labios besando aquella suciedad.

¡Eres una perra miserable y una cobarde!— le dijo Rubí despectivamente con toda la intención de humillarla.

¿Por qué me haces esto?— le contestó Mayra entre llantos— ¡ya te pedí perdón, no quiero pelear contigo!, ¿Por qué Rubí, por que tú si eres cruel conmigo?, ¡tu me aseguraste que todo estaba olvidado pero si no es así de nuevo te pido perdón!— y diciendo esto se humilló de nuevo ante Rubí lamiéndole los zapatos.

Rubí levantó el pie y le dijo mientras la miraba como si no la conociera, como si no estuviera frente a la que consideraba desde hace mucho tiempo no solo su mejor amiga sino una hermana menor a la que siempre estaba dispuesta a proteger— ¡perfecto, ahí quédate!— y la amenazó con darle un pisotón en plena cara. Mayra la miraba horrorizada y lloraba cada vez mas fuerte ¡pero tal era el temor que le tuvo a Rubí al verla tan enojada que no se atrevió a apartar la cara!;

Rubí estuvo a nada de descargar su furia en ella, sobre su adorada Peque, pero tras contemplarla tan humillada ante ella, invadida por el llanto, la hizo entrar en razón y decirle despectivamente tras decidir no hacerle mas daño— ¡lárgate Mayra, no te quiero ver!; ésta la miró suplicante a lo que Rubí le gritó histérica— ¿QUE NO OISTE?, ¡LARGATE O TE MATO A PATADAS!;

Mayra se levantó y llorosa abrazó a Rubí, ésta la quiso empujar pero Mayra se aferró a ella fuertemente al momento que le decía— ¡no pasa nada amiga, sí aún no me has perdonado solo dime que tengo que hacer, no me importa ni me indigna humillarme ante ti con tal de que todo sea como antes!— dicho esto se marchó triste a su cuarto como nunca antes se le había visto. Rubí quedó con un semblante furioso y también se dirigió a su cuarto ahí se encontró con Luis que solo al verla se postró por completo tembloroso en el piso para que Rubí tal como lo hizo le pasara por encima caminando sobre el y deteniéndose en el dejándole sentir por un momento todo su peso encima y clavándole los tacones en su espalda, ya después se acomodó en su sofá y tras prender un cigarrillo le dijo— ¡acércate y quédate de rodillas frente a mi y mírame a la cara!;

Luis a pesar de que se moría de miedo obedeció y Rubí no se la hizo de emoción pues en seco le dijo lo que tenía que decirle— ¡ESTOY EMBARAZADA, ESTOY ESPERANDO UN HIJO TUYO!;

Luis abrió la boca por completo, no podía articular palabra pensó muchas cosas entre ellas que se trataba de una broma, de una cruel broma, pero rápido dedujo que tras el comportamiento de Rubí ésta le decía la verdad solo que algo no andaba bien y así se lo hizo saber— ¡ni se te ocurra gritar de emoción o salirme con una de tus babosadas por que te juro que te quemo la lengua!— lo amenazó Rubí— ¡sí, estoy embarazada y no es motivo para festejar, mi vida está arruinada, tengo 19 años y esto no estaba en mis planes, maldito esto es culpa tuya!— y tras decir esto se deshizo en lágrimas cubriendo su hermoso rostro con sus manos sintiéndose completamente abatida.

Luis no sabía que hacer, lo intuía pero no se atrevía, ahora comprendía el enojo y la frustración de Rubí con sus amigas pero Rubí que estaba tan sensible le gritó— ¡ES AHORA CUANDO DEBERIAS ABRAZARME GRANDISIMO IDIOTA!, ¿POR QUE DEMONIOS NO LO HACES?;

Luis como un robot caminó hacia ella de rodillas y la abrazó fuertemente para después ir descendiendo hasta llegar a sus pies y besárselos mientras tomaba valor para enfrentar la situación mas concreto para enfrentar el temible carácter de Rubí.

Continuará…………………..

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