jueves, 20 de mayo de 2010

RUBÍ 14

Rubí continuaba llorando desconsolada, sentía que ella misma había acabado con una parte de su vida, cuando de pronto golpearon a su puerta varias veces y ella al no responder empujaron la puerta diciendo— ¡ama, ama!, ¿se encuentra usted bien?;

Rubí dio un brinco que casi se cae de la cama ¡era Luis y estaba mas que vivo!, Rubí en principio por poco y pega un grito al verlo y gritarle el clásico ¡tu estás muerto!, pero mantuvo la cordura y cayó en cuenta que sea lo que sea que haya pasado ¡era el, estaba vivo, pues no habían fantasmas de carne y hueso!— pensó Rubí quien recobrando su postura y su carácter cayó en cuenta de que se debía de ver fatal pues se la pasó llorando por un buen rato por lo que atinó a gritarle al profesor— ¿Cómo te atreves a entrar sin mi permiso?;

¡Perdón ama!— es que yo con los disparos, bueno pensé en usted y pues….;

¡Cállate!— lo cortó Rubí— ¡y sal, sal de mi cuarto, golpeas y entras de nuevo hasta que yo te diga y lo harás a cuatro patas como el perro que eres!,

Luis se inclinó y nervioso obedeció pues lo que quería era saber y rápido la causa por la cual Rubí había estado llorando. Al cerrar la puerta Rubí se dejó caer en la cama, respiraba agitada, miró hacia el cielo y agradeció que Luis estuviera vivo, se tomó su tiempo dejando esperando al profesor mientras ella se terminaba de secar sus lágrimas y arreglarse un poco la cara y en cuanto se sintió mas tranquila dijo— ¡ya puedes pasar!,

Luis enseguida empujó la puerta y entró gateando hasta acercarse a los pies de Rubí, los besó y dejó su cara pegada en ellos. A Rubí le entraron unas ganas locas de levantarlo por el cabello y cubrirlo de besos pero se contuvo solo se limitó a sonreír, se sentía feliz y con una voz dulce le preguntó— ¿Qué ha pasado esclavo?, ¿Qué fueron esos disparos?;

Luis sin despegar la cara de sus pies le respondió— ¡han sido unos ladrones ama, entraron por la parte de atrás suerte que Camelia andaba por ahí y los asustó con balazos, suerte también que andaba la escopeta!,

¿Camelia?— expresó Rubí como sino supiera que andaba haciendo por ahí.

¡Así es ama!— contestó Luis.

¡Bueno, bien por esa burra!— dijo Rubí riendo feliz y emocionada— ladrones, vaya ¿y huyeron, no hirieron a nadie?,

¡No ama!— contestó Luis— lograron huir pero no llegó a mas gracias a Camelia en eso me preocupé por usted y por eso entré sin esperar su respuesta, espero me perdone— concluyó Luis en un tono humilde y mas que respetuoso.

¡Sí, claro!— respondió Rubí— ¡entiendo!, ¿con que buen tino no?— pensó en silencio Rubí de Camelia que no había logrado herir a nadie. Rubí miró a Luis sonriéndole burlona y le preguntó— ¿bueno y a todo esto por que diablos no estás esposado y por que tampoco tienes puesto tu lindo cinturón de castidad?;

Luis enterró aun mas su rostro entre los pies de Rubí y permaneció así en silencio hasta que le contestó— precisamente de eso quería hablarle y suplico su permiso para mirarla.

Rubí se sonrió y le respondió— ¡bien, habla!,

Luis la miró y lloroso se expresó— ¡ama, no importa quien me haya quitado las esposas y el cinturón!, el caso es, ¿por que me las quitaron?;

¡Sí importa!, ¿Quién te las quitó?— le respondió burlona Rubí.

Luis vio que no tenía elección y le contestó— ¡ha sido Tania, perdón, ama Tania!,

¿Tania eh?— expresó Rubí haciéndose la desentendida— ¡ya le daré de bofetadas!, bueno, ¿Por qué te las quitó?— concluyó burlona y empeñada en afligir aún mas al profesor.

Luis no pudo mas y rompiendo a llorar le contó todo lo que Tania le había dicho. Rubí se tomó su tiempo observándolo pues ya que lo tenía de nuevo en su poder ¿Por qué no divertirse como era la bonita costumbre?— pensó Rubí que al final le dijo empleando un tono de fastidio— ¡ah, era eso!, bueno ¿y que pasó, por que no huiste?;

Luis la miró desconcertado y le preguntó— ¿entonces, es verdad?,

¡Sí!— le respondió en seco Rubí.

¡Rubí!— exclamó con tristeza Luis; ésta le puso en la cara la planta de su pie al momento que le decía— ¡ama, recuerda que ya no te permito tutearme!,

¡Ama!— expresó Luis al momento que le besaba la planta de su pie— ¿Por qué?,

¿Qué no te lo dijo Tania?— le contestó Rubí mirándolo con burla— lo que te dijo es la verdad, he tenido muchos problemas por ti y tu te has creído cosas que no son, así que no hay mas, ¡te regalaré a Rocío para limar asperezas con ella!;

Luis estaba mal en verdad y Rubí continuó atormentándolo como que si no tuviera suficiente Luis y como si hubiera olvidado que apenas hace unos instantes ella estaba llorando por el pero es que como bien dicen ¡nadie aprecia lo que tiene hasta que lo pierde!,

¡Pero dime!— continuó Rubí divertida— ¿Por qué no huiste?,
¡Nunca podría estar lejos de usted!— fue la respuesta de Luis mientras la miraba con lágrimas en los ojos.

¡Uy Luis pues lo estarás por que no se que planes tenga Rocío contigo!,

Luis continuó implorándole— ¡tenga piedad de mi!,

¿Nunca pensaste en escapar?— lo interrogó de pronto Rubí.

¡No ama!— contestó Luis— ama Tania me dejó libre y me lo advirtió, no niego que si le creí pero solo salí a dar una caminata para calmar mis ideas y después tenía pensado venir a hablar con usted, pero le juro que nunca pensé en escapar, recorrí afligido casi todo el rancho hasta llegar al final y encontrarme con la escena de los ladrones entonces corrí presuroso por si usted necesitaba algo— concluyó Luis.

¡Que lindo de tu parte!— le contestó Rubí que lo había estado escuchando muy atenta— ¡bueno, solo por eso Luis, ahora soy yo la que te lo dice LARGATE SI QUIERES, YA NO TE QUIERO A MI LADO!— concluyó Rubí diciéndole esto por que sabía e intuía que Luis jamás la dejaría pero quería sentir la dicha de comprobarlo del propio Luis, quería que una vez mas el profesor se rindiera ante sus pies por amor por que no había nada mas que llenara de orgullo total y felicidad a Rubí que ver a Luis arrastrándose miserablemente a sus pies con tal de obtener su amor, era algo que ella sentía que necesitaba para ser feliz, la completa sumisión de otro ser humano ante ella y eso justamente fue lo que pasó Luis la miró y se dirigió a ella con la voz entrecortada:

¡Sabes que no puedo vivir sin ti!,

¡Entonces te quedarás a sufrir a lado de Rocío por que nuestra relación se acabó, entiéndelo burro!— le contestó Rubí aparentando hablarle con dureza cuando en realidad luchaba por no carcajearse ante Luis.

Luis se postró por completo ante los pies de Rubí lo cual la hizo sentir en verdad poderosa y le dijo con el corazón en la mano— ¡haz lo que quieras conmigo, yo no soy dueño de mi vida ni de mis actos, si me quieres regalar hazlo por que lo harás pero si queda en ti un solo indicio de compasión y pena hacia mi preferiría que si ya no me quieres me mataras con tus propias manos pues si he de morir no me importa que sufra siempre y cuando seas tu la que me haga sufrir y es mi mayor anhelo que me permitas morir a tus pies!— concluyó Luis de hablar en un tono bastante claro a pesar del llanto que lo había invadido.

Rubí no pudo mas ante la gracia que le hicieron las palabras de Luis y mas cuando sabía que solo jugaba con el pues no pensaba regalarlo ni a Rocío ni a nadie y soltó a carcajearse para enseguida decirle— ¡ERES UN POBRE IDIOTA!, pero eres mío y de nadie mas, ¡levántate!;

Luis lo hizo al oír éstas palabras incrédulo; Rubí extendió los brazos y le dijo— ¡venga, dale un abrazo a tu Diosa!,
Luis aún no entendía del todo que era lo que pasaba pero se limitó a obedecer por que era lo que mas deseaba, abrazar a Rubí, ésta comenzó a besarlo hasta que terminaron en la cama y comenzaron las caricias pero al quedar Rubí sobre Luis le dijo— ¡espera, debo decirte algo!; Luis la escuchó a lo que ella continuó:

¡Yo ya sabía todo, lo había planeado con Tania lo hicimos para probar tu amor y obediencia por mi!;

Luis se sobresaltó y miró disgustado a Rubí pero ésta sabía a la perfección como doblegarlo y lo hizo dándole un profundo beso en sus labios para después decirle— ¡venga Luis, no me salgas con que estás enojado, sabes que lo detesto de ti, sí, se que estuvo mal y que fue cruel pero el caso es que estamos juntos los dos y que nunca te regalaré ni a Rocío ni a nadie, así que olvida el asunto!,

Luis lo entendió y en realidad se sentía feliz de saber que todo había sido una cruel mentira, muy cruel pero lo importante era que seguiría al lado de Rubí; ésta al verlo mas calmado entonces le dijo lo segundo— ¡además si hubieras querido huir ahorita estuvieras muerto jijiji!— concluyó Rubí con una risita nerviosa.

Luis se sobresaltó de nuevo y aunque parezca increíble por la gravedad del engaño hacia Luis, Rubí de nuevo lo calmó— ¡entiéndeme Luis, no podía permitir que huyeras y sí, se que me vi muy mal por que yo misma te puse la soga al cuello y yo misma ordené a Camelia que te matara si huías por eso estaba oculta a la salida pero bueno, tuvo algo positivo, logró detener a los ladrones y lo mejor estamos juntos, por favor olvídalo, no echemos a perder el momento!,

Luis aunque no muy tranquilo trató y olvidó y se dejó llevar por las suaves caricias de Rubí y justo estaban en lo mejor cuando timbró el celular de Rubí, ella no contestó pero ante la insistencia del sonar de nuevo contestó de mala gana al ver que era el número de Mayra— ¿queee?— pero tras escuchar lo que ésta le dijo no le entendió muy bien y de nuevo expresó malhumorada— ¿tiene que ser ahorita?, ¡bueno, ya voy!— y colgó.

¡Diablos!— expresó Rubí al momento que miraba con burla y hasta con algo de lástima al profesor— ¡ni modos Luisito, será en otro momento, no se que le pase a Mayra, seguro se puso los zapatos alrevés y necesita de mi ayuda jajaja!— dijo bromeando— ¡venga, vamos para el patio!— concluyó.

Luis la quiso seguir caminando pero Rubí con una bella sonrisa se lo impidió al decirle— ¡no Luis, debes ir gateando, recuerda, sigues siendo mi esclavo, aunque te prometo que te recompensaré por tu obediencia, vamos apúrate!,

Luis obedeció como siempre, no le quedaba de otra y siguió a Rubí que se dirigía a paso veloz incluso descalza a ver a Mayra; en el camino se topó con Tania que también había recibido una llamada de Mayra e iba con una mochila.

¿Qué hay ahí?— le preguntó Rubí inquieta.

¡Mas esposas y collares para perros, Mayra me las pidió!— respondió incrédula Tania.

¡Vaya!— expresó Rubí— ¡sí, ésta se volvió loca!— y soltó a reírse junto con Tania seguidas de Luis que hacía lo propio gateando pero Rubí y Tania dejaron de sonreír para quedar asombradas ante una escena de la cual no entendían nada pues al llegar a la parte trasera del rancho cerca de la salida Rocío y Susana estaban arrodilladas y Mayra les apuntaba con un revolver y por si no fuera suficiente tenía también la escopeta que le había quitado a Camelia que tan solo permanecía un tanto atrás inmóvil ante la mirada atenta de Mayra.

¿Qué pasa?— exclamó Rubí pues fue lo primero que se le ocurrió decir.

¡Pasa que ésta puta!— contestó Mayra señalando a Rocío— ¡pretendía escapar con ésta otra puta!— ésta vez señaló a Susana— ¡pretendían traicionarnos, en especial a ti Rubí!;

Rubí quedó sin habla tratando de captar y entender las palabras de Mayra que se la pasaba caminando alrededor de Susana que en verdad estaba atemorizada y de Rocío que al igual lucía preocupada.

¿No me entiendes?— continuó Mayra— ¡veamos!— y tomó una mochila que era de Rocío y de ahí sacó muchas fotos y copias de documentos y se los arrojó a la cara a Rubí que lejos de molestarse seguía sin entender hasta que levantó las fotos y poco a poco al irlas viendo fue comprendiendo y mirando con coraje a Rocío pero mientras Mayra le explicó:

¡Pretendía jodernos Rubí, Rocío es una maldita traicionera, son fotos y pruebas en donde se demuestra el trato que se les da a Susana y a Luis y para variar antiguas pruebas pero que sirven aún para culpar a tu madre incluso a ti ante las leyes, al parecer Susana tenía copias y le dijo a Rocío donde las tenía!,

Rubí estaba furiosa y comenzó a romper las fotos y las pruebas pero se detuvo al ver de pronto una extraña y perversa sonrisa en Mayra que le dijo— ¡no te apures!— al momento que le mostraba una memoria USB— ¡no tiene caso que las rompas, aquí está todo guardado mientras que ésta memoria exista con su contenido, tú estás jodida!,

Rubí no comprendió las palabras de Mayra y le extendió la mano para que se la diera diciéndole— ¡bueno pues dámela o destrúyela!,

¿Por qué habría de hacerlo?— le contestó Mayra sin dejar de sonreírle.

Rubí se extrañó por el tono y la expresión de Mayra y atinó a decirle— ¡venga no es momento de bromas, hay que aclarar muchas cosas!,

¡Así es!— exclamó Mayra— hay que aclarar muchas cosas, verás, para empezar, charlando con Rocío pude aclarar y comprobar que a la única que pensaba hundir era a ti o sea que ni Tania ni yo teníamos nada que perder si ella hubiera huido con Susana o bueno al menos eso es lo que me hizo creer.

Rocío no hacía ningún comentario solo estaba atenta a la plática entre Mayra y Rubí. Susana deseaba que la tierra se la tragara.

¡Así que como verás Rubí!— continuó Mayra— las pruebas que hay en ésta memoria solo te perjudican a ti— concluyó de momento la joven sin ocultarle una sonrisa de burla a Rubí.

¡Bueno!— contestó Rubí— ¿pero si me llamaste es por que estás de mi lado, es por que piensas dármela no?,

¡Pues sinceramente no lo se!— le respondió Mayra haciéndose la interesante— ¡verás, estoy muy decepcionada de ti por lo tanto le doy la razón en parte a Rocío!,

¡No te entiendo!— le dijo Rubí.

¡Uy, pues ni yo a ti!— le contestó burlona Mayra— ¡bueno, un poco, a ver Rubí!, ¿tienes al menos idea del porque se dio toda ésta situación? y por que si yo no llego, por que te juro que fue casualidad, primero los balazos, bueno que fueron ladrones tomé el revolver por precaución para protegerme y dar un recorrido y ¡oh sorpresa!, me topo con Rocío ayudando a Susana para brincar la barda, las detuve y la hice que me contara todo lo que pretendía hacer, pero como te digo fue suerte, ¿tienes idea de lo que te hubiera pasado si no llego a evitarlo, al menos sabes que produjo todo esto?,

Rubí subió los hombros graciosamente como era su especialidad haciéndole ver que no sabía a lo que Mayra le contestó, más bien le gritó en un tono fuerte y con desprecio:

¡TU ESTUPIDEZ!— ¡haz actuado como una verdadera estúpida y por poco nos jodes a todas!,

¡MAAAAYRA!— gritó Rubí al momento que se iba sobre ella decidida a darle una bofetada pero Mayra la apuntó con el revolver y con una mirada amenazante de tal forma que no animó a Rubí a avanzar y retrocedió hasta cierto punto preocupada.

¿Por qué te enojas?— se expresó ésta vez burlona Mayra— ¡sí es la verdad, te la has pasado follando y follando con tu querido profesor!; Rubí ésta vez se inclinó con la cara roja de pena y Mayra prosiguió— ¡seré clara Rubí, como a ti te gusta, he llegado a la conclusión que de las cuatro la única cuerda y por lo tanto la única que merece tomar las riendas y el control de todo, soy yo, por que soy la única que ha sabido actuar con madurez, tu te la has pasado revolcándote con Luis de tal forma que quizás estés hasta embarazada!; Rocío, tú— le dijo al momento que la miraba y se dirigía a ella— ¡eres una maldita traicionera que aunque juras que solo perjudicarías a Rubí debiste habernos dicho!, ¿Cómo diablos podría confiar por completo de nuevo en ti?, tendría que cuidarme la espalda de nuevo aunque en parte te creo y entiendo tu molestia con Rubí, creo que es mas fácil llegar a un acuerdo contigo— y le guiñó un ojo— Rocío se limitó a sonreírle.

¡Ya basta Mayra!— le gritó de pronto Tania— ¿Qué diablos te pasa?,

¡Oh y habló la lesbianita!, ¡tú cállate lesbiana!— fue la respuesta de Mayra mientras miraba con desprecio a Tania.

Esta vez Rubí si quedó roja por completo y Tania sin poder articular palabra.

¡Por que precisamente a eso iba!— continuó Mayra. Rubí le suplicó con la mirada que no siguiera pero ésta la ignoró— que lo sepan todos Luis, Rocío, Susana; ¡TANIA ES LESBIANA!— y se la ha pasado besándose y revolcándose apasionadamente con Rubí, ¿o que Rubí, lo negarás?— me crees idiota que no me había dado cuenta, Rocío no se percató por que andaba muy ocupada planeando su huida; así que de pronto me doy cuenta que la única que tiene los pies sobre la tierra soy yo y bien Rubí ¿ahora quien es la estúpida?— diciendo esto avanzó hacia Rubí y comenzó a empujarla lo mismo que a Tania.

¡Basta por favor Mayra!— murmuró Rubí.

¡Bueno!— exclamó Mayra— todo esto me lleva a una decisión la cual ya he tomado ¿quieres saber cual es?,

¡Sí!— contestó Rubí.

¡Bueno!— prosiguió Mayra— evidentemente la decisión gira alrededor de que si te ayudaré y te daré las pruebas o si las usaré en tu contra, ¡vamos Rubí, tu me conoces por que tu me moldeaste así que pon a trabajar tu cabecita y dime, quiero escuchar tu opinión!, ¿Cuál crees que será mi decisión?,

Rubí la miró fijamente pero con un semblante preocupado; Mayra le resistió la mirada y al final Rubí sonriendo nerviosa le dijo— ¿me darás las pruebas verdad?, ¿me las vas a dar?,

¿Segura?— le preguntó burlona Mayra.

Rubí un tanto mas segura respondió sonriendo— ¡sí, me las darás!— a lo que Mayra soltó una fuerte y cruel carcajada para enseguida decirle en seco— ¡no, no te las daré he decidido apoyar a Rocío por que me parece mas coherente y menos estúpida además actúo tal y como tu lo harías, te vuelvo a repetir, tu me moldeaste, ahora soy como tu, se acabó desde hace mucho tiempo mi ingenuidad y mi inocencia y te doy las gracias por ello, espero que estés orgullosa de mi!— concluyó Mayra sin dejar de mirar desafiante a Rubí.

¡Estás bromeando!— expresó Rubí que cada vez se encontraba mas nerviosa y por supuesto, no daba crédito a las palabras de Mayra.

¡Ah, estoy bromeando!— contestó ésta— bien, dejemos en claro tu nueva situación.

¡Rocío!— le dijo Mayra al momento que la miraba sonriente— ¡ve hacia la mochila que ha dejado Tania, saca un collar con cadena para perros y acomódasela a Rubí en el cuello!,

¡Queeeee!— gritó horrorizada Rubí con una expresión de repulsión indescriptible.

¡Lo que te imaginas preciosa!— le dijo excitada Mayra— ¡SERAS LA NUEVA ESCLAVA!,

¡Nunca!— gritó Rubí e intentó correr pero Mayra disparó al aire al momento que le decía— ¡te lo advierto Rubí, puedes correr pero solo lograrás quedar igual o peor que Susana por que te juro que te disparo si corres!,

Rubí miró histérica a Mayra y nerviosa le dijo— ¡basta Mayra, no es gracioso, no sigas!,

¡Apenas comienzo!— le contestó Mayra que de nuevo miró a Rocío quien se levantó y con una bella sonrisa le dijo a Mayra al momento que pasaba junto a ella— ¡lo haré con gusto, no te arrepentirás de tu decisión!— y sacando el collar se lo puso en el cuello a Rubí mientras ésta no dejaba de mirar suplicante a Mayra.

Tania se sentía en otro mundo menos en el suyo y Luis y Camelia poco podían hacer al ver que Mayra no jugaba con las armas. Rocío se comportó desde el principio cruel con Rubí y le ajustó de más la cadena.

¡Ayyy!— se quejó Rubí.

¿Qué pasa Rubí?— le dijo Rocío mirándola con burla y sintiéndose muy superior a ella— ¡tu fino y delicado cuello no soporta el contacto del collar jajaja!, ¿le pongo también las esposas?— preguntó Rocío a Mayra.

¡No!— contestó ésta— ¡aun no!, bueno Rubí, espero que ahora entiendas que no bromeo y para que te quede aún más claro te lo diré de nuevo:

¡He decidido castigar tu estupidez haciéndote esclava mía y de Rocío!, ¿y por que no?, si Susana se lo gana quizás hasta ella sea tu ama.

Rubí se sintió morir y a Susana apenas y le pareció un pequeño reflejo de luz en su mente y Mayra prosiguió— ¡Rocío, ahora esposa de pies y manos a Tania y a Luis!,

Tania también intentó huir pero Rubí con la mirada le pidió que resistiera, después de todo Tania estaba en su propia casa pero sin ningún solo familiar que la ayudara y por otro lado no podía escapar y dejar sola a Rubí en esto, la amaba en verdad. En minutos Tania estaba inmovilizada y sintiendo lo que significaba estar esposada al igual que Luis y Camelia, entonces Mayra con una bella sonrisa se hizo seguir por Rocío y Susana que a su vez vigilaban que las siguieran Rubí, Tania, Luis y Camelia; pasaron por la prisión en la que habían mantenido por un tiempo a Luis y a Susana, Mayra abrió con unas llaves que andaba y de un empujón metió ahí a Camelia y aseguró la entrada con el candado; seguido le dijo a Rocío al pasar por una bodega que no tenía ni una sola ventana por lo que estando dentro era imposible salir si no era por la única puerta— ¡entra!,

¡Pero Mayra, tu dijiste!— exclamó preocupada Rocío; a Rubí se le iluminó el rostro pero se le volvió a entristecer cuando oyó decir a Mayra— ¡tranquila, solo la hago de emoción!, de estar en tu contra ya te hubiera esposado, confía en mi y ten paciencia, solo quiero darle un adelanto ésta noche a la nueva esclava y para eso necesito que cooperes así que entra ahí tú y Susana y mañana a primera hora vendré por ustedes y podrás disfrutar de dos nuevas esclavas— concluyó refiriéndose a Tania y a Rubí.

Rocío no dudó mucho y creyó en Mayra y entró a la bodega junto con Susana la cual Mayra también aseguró con candado a lo que Rocío se limitó a desear con toda su alma a que ya amaneciera aunque todavía faltaba una larga noche en especial para Rubí.

Enseguida quedando Mayra con todos los demás que estaban esposados no se le hizo difícil encerrar con llave en otro cuarto a Tania y a Luis aunque estando esposados era imposible que escaparan, entonces miró risueña a Rubí habiendo quedado solo las dos y le dijo— ¡bueno hermosa Rubí solo quedamos tu y yo!,

¡Déjate de juegos y dime de que se trata!— le reclamó Rubí.

Mayra se volvió a reír burlándose de ella. Rubí de nuevo se le quiso ir encima pero Mayra la sujetó de la cadena y tras empujarla bruscamente la jaló con fuerza de su cabello diciéndole— ¿te comportas a la buena o a la mala?,

Rubí ahora experimentaba en su vida lo que se sentía que la jalaran del cabello algo que a ella le parecía normal y gracioso hacerlo con Susana y gritó molesta— ¡suéltame ya!,

¡Mejora tu tono!— le exigió Mayra orgullosa.

Rubí a pesar de lo furiosa que estaba no sintió nada grato que la siguieran jalando del cabello, se calmó y se expresó en el tono mas cordial y educado que le fue posible— ¿me puedes soltar?,

Mayra de nuevo la empujó y le dijo— ¡anda, vamos al comedor!— al ver que Rubí la seguía incómoda pues andaba descalza se rió aún mas de ella— ¡te hará bien ir descalza ya que en adelante así es como andarás!— concluyó sin dejar de mirarla con burla.

Rubí la ignoró y la siguió. Mayra tomó asiento y con una sonrisa le dijo— ¡prepárame de cenar!,

¡Vete al diablo!— fue la reacción de Rubí al momento que se reía pero al ver el rostro serio y retador de Mayra se retractó y se expresó mas tranquila— ¡oye, yo no se nada de cocina, lo sabes!,

¡Pues aprenderás, te lo juro!— la amenazó Mayra.

Rubí trató de llevar las cosas en paz como le convenían y le dijo— ¡venga Mayra, por que no te calmas, vamos por Camelia y ella nos preparará algo delicioso!,

Mayra se sonrió y le contestó— ¡lo harás tu y mas te vale que te salga delicioso!— concluyó mientras le mostraba su cinturón.

Rubí entendió que de momento no le quedaba de otra y haciendo unas rabietas tremendas se dispuso a tratar de preparar la cena a Mayra que no paraba de reírse burlona. Rubí pasó apuros para apenas lograr preparar unas tortas con queso, tostadas, pan con mantequilla y algo parecido a unos nachos con queso que sabía que le encantaban a Mayra pero que estaban muy lejos de ser unos nachos con queso.

¡Listo idiota!— expresó Rubí al terminar en verdad molesta e incómoda por la situación. Mayra no tomó en cuenta las palabras y solo se limitó a comentarle— ¿Cómo que fueron muchas maldiciones para algo tan sencillo no?, veo que tendré mucho trabajo con tu comportamiento.

¡Yaaaa Mayra!, ¿Qué coño crees que haces?— le gritó Rubí cada vez mas alterada.

Mayra se levantó y mirándola fijamente le dijo— ¡Rubí, si me vuelves a levantar la voz te juro que te hago callar de una bofetada, entiéndelo Rubí, se acabó la niña caprichosa y consentida solo te queda y te espera sufrir y mucho!,

Rubí no pudo evitar sentir temor al oír la frialdad con la que Mayra le hablaba y se expresó tratando de disimular su temor— ¡cuando mi madre se entere!,

¡Jajajajaja!— Mayra se carcajeó con ganas— cuando eso pase ya estaremos muy lejos por que no pensamos quedarnos aquí, creo que Rocío ya tiene otro lugar pues no pensarás que somos tan idiotas como para tener a Tania por mas tiempo prisionera en su propia casa, ah y por cierto ya no necesito de tus manos— y diciendo esto le esposó las manos a Rubí haciéndola quejarse pues le pasó las manos por detrás a la espalda y sin mas se las esposó y tomándola por la cadena la hizo sentarse junto a ella.

Mayra se puso cómoda y sonriente dijo a Rubí— ¡acércate mas!— Rubí lo hizo con una cara preocupada sin saber que seguía— ¡mas!— insistió Mayra— a lo que de nuevo Rubí accedió hasta quedar cerquísima de Mayra entonces ésta tomó una torta y antes de llevársela a la boca le dijo a Rubí con una cruel sonrisa— ¡si no me gusta te la escupiré en la cara!,

Rubí cerró los ojos y casi al borde del llanto le imploró— ¡no Mayra, por favor!, ¿te volviste loca?, ¡no puedes hacerme eso!,

¿Por qué no?— le respondió ésta— ¡ahora eres mi esclava!— además ¿no es lo que hacías tu con Camelia?, ¿te acuerdas cuando éramos pequeñas y solíamos almorzar en tu casa después del colegio?, recuerdo entonces que nos presumías como la tratabas, probabas los alimentos, pero tu eras mas cruel, la hacías arrodillarte a tu lado y si lo que masticabas no te agradaba se lo escupías a la cara, bueno Rubí lo que son las cosas, ahora reza para que me guste esto por que sino sabrás lo que Camelia sentía cuando la escupías.

Rubí permanecía sin hablar, su piel estaba fría y hasta pálida, aún no se la creía el giro tan radical y extremo que su vida había dado, tendría que ser una pesadilla— pensaba— pero el comportamiento de Mayra la hacía ver que era la maldita realidad. Rubí se inclinó esperando lo peor pues a pesar de lo que viniera se había mentalizado no rogarle ni mucho menos rebajarse ante la que consideraba su amiga al menos no le daría ese gusto.

De pronto Mayra expresó— ¡mmmm!; rubí alzó la cara y miró que Mayra se devoraba la torta.

¿Está rica?— preguntó Rubí ilusionada.

Mayra le sonrió y le contestó tomándose su tiempo— ¡la verdad, sí, te salvaste Rubí, está rica!,

Rubí respiró tranquila y enseguida dijo melosa— ¡Mayra, yo también tengo hambre!,

¡Me lo imagino!— le respondió ésta riendo— ¡pero tendrás que ganártelo!, anda, vamos a la sala necesito hablarte— y diciendo esto guardó los alimentos que sobraron y se dirigió a la sala no sin antes decirle a Rubí— ¡sígueme, por que no creo que te guste que te lleve de la cadena!,

Rubí apenas y logró seguirla pues prácticamente no contaba con los brazos por lo que le costaba y sobre todo le apenaba caminar de esa forma y encima llevando en el cuello una maldita cadena para perros.

Al llegar a la sala ya Mayra descansaba cómodamente en el mueble, lucía espectacular con una cortísima falda azul, blusa a rayas y unas elegantes sandalias plateadas de fino tacón mientras que Rubí estaba descalza al igual con una falda corta negra y blusa roja que al igual la hacía lucir hermosa pero no elegante ni mucho menos presentable como Mayra pues a diferencia de ella Rubí permanecía descalza.

¡Ven!— la invitó Mayra— ¡siéntate a mi lado!,

Rubí lo hizo y le dijo— ¡por fin me vas a explicar de que va todo esto!,

Mayra sonrió y le contestó— ¡ya lo hice, solo es cuestión de que lo asimiles y lo aceptes, a partir de mañana serás oficialmente mi esclava y Tania lo será de Rocío aunque ya sabes, deberás también obedecer a Rocío; solo quise pasar ésta noche contigo en recuerdo de los buenos momentos que pasamos juntas y para hacerte entender tu nueva vida!— concluyó Mayra con una impresionante frialdad en sus palabras capaces de matarle el ánimo al mas optimista.

Rubí la miró apenada— ¡Mayra, no puedes hablar en serio!— expresó angustiada.

¡Vamos Rubí!— le respondió ésta— ¡sabes dentro de ti que no bromeo, además tu te lo buscaste y es el castigo perfecto por no haber actuado con prudencia, así que limítate a obedecerme, no veo el caso de tener que repetirte todo lo que espero de ti pues ya te lo sabes de memoria simplemente quiero que te comportes tal cual lo hacen Luis y Susana y precisamente eso es lo que quiero iniciar contigo ésta noche pues créeme que a partir de mañana Rocío no será tan cordial contigo!;

Rubí miró con furia a Mayra y le gritó— ¡tendrás que matarme antes que verme obedecer!,

¡Jajajaja!— se rió cruelmente Mayra— ¡por favor Rubí, tu bien sabes que esto no funciona así, si de matar se tratara Luis y Susana ya estarían muertos, no mujer, para eso está el látigo y Rocío está ansiosa por usarlo contigo además te adelanto que el peor castigo que estoy dispuesta a darte si no me obedeces es hacerte esclava de Susana!, ¿Qué te parece?, ¿Cómo crees que te trate, si le damos esa oportunidad?;

Rubí trataba de desmayarse para escapar de todo esto pero no le fue posible y tuvo que seguir escuchando a una desconocida Mayra— ¡bueno Rubí, como te digo no creo que haga falta explicarte mas cosas, ya sabes la palabra clave en esto es obediencia!— Mayra la miró y disfrutó ver el rostro preocupado y por primera vez frágil y a punto de llorar de Rubí que por una parte se veía a punto de rogarle a Mayra que se detuviera pero por otra se reconfortaba y trataba de hacerse la fuerte y no mostrar el temor que sentía y que la invadía por dentro pero Mayra estaba dispuesta a quebrar esa fortaleza y seguía mirándola divertida con una pierna cruzada sobre la otra moviéndola alegremente hasta que de tanto moverla se le salió la sandalia.

¡Uy Rubí, se me cayó la sandalia!— le dijo riendo con burla. Rubí la miró afligida.

¿Me la pones?— continuó Mayra a lo que Rubí aunque ingenua fue clara al decirle— ¡tengo las manos esposadas!,

¡Jajajaja!— se rió Mayra— ¡pero la boca no, así que puedes levantármela con la boca!; enseguida se dibujó en el rostro de Rubí una expresión de asco y repulsión al oír lo que Mayra esperaba de ella. Rubí movió la cabeza a los lados en forma de negación y aterrorizada atinó a gritarle en verdad preocupada— ¡nooo, eso noooo!,

¡Vamos Rubí!— le contestó Mayra— no es para tanto, bien lo sabes que comparado a un sin fin de cosas que tu le has hecho pasar a Luis y a Susana recoger una sandalia con los dientes es cosa de niños.

Rubí miró ligeramente la bonita sandalia de Mayra en el piso y enseguida la miró a ella y le dijo muy segura de si misma— ¡no lo haré!,

¿Segura?— la retó Mayra a lo que Rubí ya no contestó pero le mantuvo la mirada retadora.

Mayra se rió y le respondió— ¡bueno, conste que te la estaba poniendo muy fácil!— y diciendo esto se inclinó, tomó la sandalia con su mano mostrándosela a Rubí y ante la mirada incrédula de ésta fue observando como Mayra con un movimiento gracioso arrojó por los aires la sandalia terminando ésta un tanto mas lejos del mueble en donde estaban, haciendo el característico ruido la sandalia al caer al piso.

Rubí siguió todo ese trayecto con la mirada y cada vez mas preocupada aún al mirar de nuevo afligida a Mayra y escucharla decir— ¡te lo advertí Rubí, solo tenías que inclinarte y levantármela, ahora tendrás que ir gateando por ella, uy, pero sino puedes ni gatear!, ¿verdad?— se burló de ella por la forma en que le había esposado los brazos hacia atrás.

¡Bueno!— continuó divertida Mayra— te diré lo que harás, ¡te vas a arrastrar como un gusanito hasta llegar a ella, la sujetas con los dientes y de la misma forma regresas hasta llegar a mi!, ¿y por que no?, intentas ponérmela y ¡claro, me besas los pies!— concluyó en un tono arrogante la bella Mayra.

Estas palabras y sobretodo la expresión en la que Mayra le había hablado, la situación en la que se encontraban, el nerviosismo y mas desarmaron a Rubí quien no pudo mas y comenzó a llorar, leve pero estaba llorando y era extraño aunque cueste creerlo Rubí no sabía ni mucho menos recordaba lo que era llorar quizás lo había echo en la infancia producto de alguna caída o juego con sus amigas, lo mas reciente por lo que había llorado era por sus sentimientos hacia el profesor al pensar que estaba muerto y anteriormente por las picadas de las abejas pero nada mas, doña Gloria jamás le había tocado un solo cabello y ahora Rubí tristemente experimentaba lo que era llorar no de emoción ni por un berrinche sino de pena y aún no había experimentado el dolor.

Rubí miró a Mayra con lágrimas en los ojos y al encontrarse con ésta de nuevo con esa sonrisa burlona como tantas veces lo había echo ella con Luis y Susana, no pudo mas y se desplomó a llorar, se dejó caer sobre Mayra apoyándose en los hombros de ésta y rompió a llorar aún mas. Mayra la contempló y no pudo negar que Rubí logró enternecerla ya que no era nada habitual verla sufrir de esa manera pero se hizo la fuerte y continuó con su adiestramiento, la tomó del cabello pero no fuerte haciendo que Rubí la mirara y tranquila pero empelando un tono serio le dijo— ¡es sencillo, deja de llorar y ve por mi sandalia, es todo lo que te pido, si no lo haces yo tampoco puedo portarme mas amable contigo!;

Rubí entre lágrimas le imploró— ¡no Mayra, por favor te lo suplico!, ¿me oyes?, ¡te lo suplico, por favor no me obligues a hacer eso!— fueron las palabras de Rubí que por primera vez en su vida le suplicaba a alguien y que jamás imaginó que ese alguien fuera en tiempo atrás una de sus mejores amigas y a la que ella siempre había tratado como se le daba la gana.

¡Jajajaja!— fue la respuesta que la súplica de Rubí obtuvo de Mayra, una cruel carcajada— ¡bien, muy bien Rubí, vaya esto es mas divertido de lo que me imaginé; deveras, te oyes y te ves muy graciosa suplicando!, o sea Rubí Torres Panty ¿suplicando?, ¡vaya que novedad!, lo malo mi hermosa Rubí es que yo no te pedí que me suplicaras, ya habrá tiempo para eso, ¡te pedí que vayas arrastrándote a buscar mi bendita sandalia con tus benditos dientes!— concluyó burlona y elevando su tono de voz al decirle las últimas palabras mientras que encima le jalaba una oreja a Rubí pero aún sin pretender hacerle daño.

Rubí miró a Mayra de nuevo negando con la cabeza y fuera de sí al ver que su súplica no le había dado resultado le gritó— ¡no lo haré maldita zorra!;

¡Eso es lo que quería saber pero solo para asegurarme!, ¿no lo harás?,

¡Nooo!— gritó Rubí llorando.

¡Zassssss!— Mayra le dio una tremenda bofetada a Rubí que la hizo caer bocabajo hacia el otro lado del mueble, tan rápido e impactante que ni siquiera le permitió quejarse pero si le dejó los cinco dedos de su mano marcados en la blanca mejilla de Rubí que enterró el rostro en el mueble para ahogar su llanto y tratar de mostrarse digna ante su examiga pero Mayra ésta vez ¡sí la tomó mas fuerte del cabello! y con la mirada clavada en ella le repitió lo que esperaba de ella— ¡ve por mi sandalia, esto no tiene otra salida y lo sabes bien!,

¡Nooo, púdrete!— le gritó Rubí,

Mayra le sonrió burlona y tras amenazarla al levantar su mano le cumplió dándole otra cruel bofetada que de nuevo Rubí soportó ahogando el grito aunque no evitó terminar en el suelo sintiendo y experimentando lo que era sentir que las mejillas le ardieran. Mayra de nuevo la acomodó quedando Rubí ésta vez arrodillada ante su examiga que seguía sentada en el mueble; Mayra le acarició el cabello y sus mejillas para enseguida decirle con una hermosa pero sobra decirlo perversa sonrisa— ¡vamos Rubí, ve por ella, es lo que espero de ti, quiero ver mi sandalia colgando entre tus dientes, anda, no alargues tu agonía, ya tendrás lo que te quede de vida para sufrir de mas!,

¡Nooo!— fue de nuevo la respuesta de Rubí aunque en un tono mas bajo producto del llanto que la había invadido; Mayra entonces le levantó aún mas la cara y ésta vez si le hizo mas daño en verdad pues fueron cuatro crueles, humillantes y dolorosas bofetadas seguidas las que le dio a Rubí con ambos lados de la misma mano con toda la fuerza y el coraje que fue capaz de emplear.

¡Ayyyyy!— se quejó tristemente Rubí que por el impulso de los golpes terminó de nuevo sobre el mueble pero Mayra no le dio tiempo a desahogarse y de nuevo sin compasión alguna la volvió a jalar del cabello; Rubí estaba muerta de llanto y asustada se humilló ante Mayra— ¡ya no mas Mayra, por favor, me duele mucho, me duele, me estás haciendo mucho daño, por favor Mayrita, te lo ruego, por favor!— le suplicó Rubí con el corazón en la mano a la que aún creía su amiga pero Mayra en seco le gritó:

¡Veeee por la maldita sandalia y no te golpearé mas!— pero al ver de nuevo la negativa en Rubí, no tuvo piedad y le estrelló la mano en el rostro dándole otra cruel bofetada que Rubí sintió que casi su cabeza se separa de su cuerpo y otra vez mas Mayra la levantó y a Rubí ya casi ni se le entendía lo que decía en verdad lloraba tan fuerte ante tan cruel castigo— ¡yaaaa Mayra, por lo que mas quieras, por piedad ya no me pegues!;

Mayra ésta vez solo le señaló con el dedo la sandalia y de nuevo al no ver reacción en Rubí ella tampoco detuvo las bofetadas. Rubí estaba echa un mar de lágrimas y en sus preciosas mejillas se comenzaba a apreciar la hinchazón y ella sufría cada vez mas el ardor y el dolor. Mayra la dejó descansar por un momento y cruzando la otra pierna se safó la otra sandalia y se la mostró a Rubí en especial la sucia suela; Rubí trató de hacerse para atrás muerta de miedo pero Mayra la mantuvo sujeta del cabello y ante los gritos y lamentos de Rubí ¡la humilló como tantas veces ella lo había echo con el profesor y Susana, Mayra le acarició las mejillas a Rubí con la suela de su sandalia, limpiándosela en ellas mas bien con las lágrimas de Rubí sin que ésta pudiera evitarlo! y fue aún mas clara al decirle:

¡Bueno Rubí!, he tenido demasiada consideración contigo así que escúchame bien, por última vez te lo diré: ve por mi sandalia o de lo contrario— hizo una pausa mientras le mostraba el fino tacón de su sandalia— ¡te clavaré el tacón en tu bello rostro o sea que dile adiós a tu belleza, total si no lo hago yo tarde o temprano Rocío lo hará así que por última vez— ¡veee por mi sandalia!— le gritó— Rubí no obedeció, se quedó inmóvil ahogándose de llanto. Mayra levantó el brazo y un grito espeluznante no se hizo esperar— ¡ayyyyyyyy!;

Continuará……………..


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